El presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, ha comunicado este lunes su renuncia a sus bonus a largo plazo ante la posible opa de Taqa sobre la empresa energética. El directivo toma esta decisión para evitar un conflicto de interés y asegurar la neutralidad en las negociaciones que se están llevando a cabo entre el grupo emiratí y los fondos GIP y CVC, de la mano de CriteriaCaixa.
De este modo, Reynés renuncia a su megabonus "con el objetivo de poder seguir actuando con absoluta independencia y neutralidad ante cualquier potencial oferta, y así seguir defendiendo el interés de la compañía y de todos los accionistas, evitando cualquier posible conflicto de interés ligado al resultado de cualquier potencial oferta", según señala Naturgy en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El presidente de la cotizada ha propuesto a la comisión de nombramientos y retribuciones retornar su esquema de remuneración al modelo inicial previsto en su contrato de febrero de 2018 y en la política de remuneraciones aprobada por la Junta General de Accionistas de junio del mismo año.
Por su parte, el consejo de administración, por unanimidad y a propuesta de la comisión de nombramientos y retribuciones, ha acordado aplicar dicha modificación al amparo de la vigente política de remuneraciones aprobada por la Junta General de marzo de 2022. "Esto significa que el presidente ejecutivo deja de participar de los beneficios económicos de cualquier posible liquidación del vehículo ILP por causa de cualquier potencial oferta actual o futura o por cualquier otra causa", concluye el comunicado.
La decisión llega pocos días después de que el grupo propiedad de Emiratos Árabes Unidos, Taqa, confirmara que mantiene conversaciones con los principales accionistas de Naturgy: Criteria Caixa, el holding de participadas de La Caixa presidido por Isidro Fainé (26,7% del capital), el fondo británico CVC (20,7%) y el fondo estadounidense GIP (20,6%), recientemente adquirido por BlackRock.
Se trata de una operación compleja por las tensiones geopolíticas entre el grupo de Abu Dabi y Argelia, socio clave para el suministro de gas a España. Además, la condición estratégica de Naturgy plantea dudas sobre la posible actuación del Gobierno de España, que tendrá que decidir si da el visto bueno en caso de que se llegue a un acuerdo.