Roca Group ha comunicado al comité de empresa de Roca Sanitario, el centro de producción que tiene en Gavà (Barcelona), que aplicará un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), cuya afectación no ha concretado, más allá de especificar que "tendrá un alcance muy limitado". El secretario general de la sección sindical de CC. OO. en Roca Sanitario, Juan José Jiménez, ha explicado que la empresa se ha limitado, de momento, a apuntar que los despidos se plantearán por causas productivas sobre una plantilla total de 700 trabajadores.

La dirección de Roca Sanitario informará de la propuesta durante la próxima semana al comité de empresa de la planta, la más antigua del grupo, que está especializada en la fabricación de porcelana, cerámica, grifos y mamparas y accesorios para el baño. Ahora, los sindicatos de la planta tienen hasta siete días para constituir la comisión negociadora del ERE, momento a partir del cual se podrán iniciar los contactos formales con la dirección. Esta última "confía en poder mantener un diálogo constructivo y llegar a acuerdos favorables para todos los afectados", según informó en un comunicado enviado a los medios de comunicación.

Hoy por hoy, la compañía rehúye dar más información a los sindicatos y a los medios de comunicación sobre el plan de reestructuración en Gavà, que "seguirá con su actividad industrial a la planta y con los planes para consolidarla como un centro de referencia a escala global, al frente de la innovación tecnológica y la sostenibilidad en productos para el baño," añadía la nota.

Desde el sindicato, pleno rechazo a la propuesta de la compañía y la exigencia de que la dirección del centro se siente a negociar medidas alternativas a los despidos|despedidas, que garantice la actividad industrial y los puestos de trabajo. No obstante, Jiménez admite que "la comunicación no ha sido una sorpresa total porque la planta ha ido perdiendo producción y está obsoleta".

La situación de Roca Group acumula un estancamiento de las ventas y una caída de los beneficios en el último año, fruto entre otras cosas del cierre de siete plantas de producción en Rusia, afectadas por las limitaciones comerciales que el país sufre a raíz de la guerra de Ucrania. Eso se tradujo en la transformación de la fábrica de Alcalá de Henares -dedicada en la producción de bañeras, en un 90% exportadas a Rusia- en un almacén logístico, con el despido de 46 personas -27 de ellas mayores de 53 años- y la recolocación de unos 19 empleados más. Las mismas fuentes sindicales recuerdan también que en la planta de Burgos llevaron a cabo un ERTE, un expediente de regulación de empleo temporal.

El grupo presentó un balance muy ajustado del negocio registrado en el 2022. Tildando el año de "complicado", Roca Group comunicó que las ventas de la marca habían quedado prácticamente estancadas en unos 2.092 millones -un 1,9% más sobre los 2.053 millones de 2021. Eso se tradujo en un beneficio neto de 42 millones de euros, un 76% inferior a los 179 millones de 2021, un año en el cual las ganancias más que duplicaron los 60 millones de 2020, el año del covid. En relación con el resultado operativo, el año pasado se cerró con 356 millones, equivalentes a un 17% de la cifra de negocios, e inferiores a los 401 millones de 2021.