Miquel Roca i Junyent posee una dimensión política, otra de abogado y una tercera de hombre de empresa. Con 84 años cumplidos, los accionistas de Aguas de Barcelona han propuesto que sea el próximo presidente del consejo de administración de la compañía. De hecho, ya era miembro de este consejo desde hace ocho años y, desde el pasado enero, también lo es del de Abertis y se mantiene como secretario de los de Banco Sabadell, TYPSA y Werfenlife.
Que tenga tres años más que el presidente estadounidense Joe Biden no impide que los accionistas de Aguas de Barcelona (Agbar, propiedad de la francesa Veolia, con el 70%; CriteriaCaixa y el Àrea Metropolitana de Barcelona, con el 15% cada uno) confíen en Roca para sustituir a Ángel Simón en la presidencia. Simón renunció en junio pasado para centrarse en sus nuevas responsabilidades en CriteriaCaixa. I Roca es un hombre de consenso, siempre dispuesto para lo que haga falta.
Hace precisamente un año renunció a la condición de socio de Roca Junyent SLP, el despacho de abogados que fundó en 1996 cuando abandonó el primer plano de la política, aunque sigue como presidente de honor. Fuentes del despacho aseguran que mantiene "su actividad habitual".
En política, se le recuerda como "padre" de la Constitución Española de 1978 si bien también lo es del Estatut de Catalunya del año siguiente, el que se redactó en Sau, así como por su larga trayectoria de dirigente de Convergència y cargo electo de CiU, formaciones ya desaparecidas, pero eso merecería un capítulo aparte. Y como abogado, es el fundador de la firma legal Roca Junyent, que desde el 2017 lidera su hijo Joan Roca Sagarra, de 55 años, en calidad de presidente y socio director.
Roca Junyent facturó el año pasado 37,85 millones de euros, según adelantan fuentes del despacho a ON ECONOMIA. El crecimiento ha estado constando en los últimos años: 23,9 millones de euros (en el año 2018), 25,42 (2019), 25,73 (2020), 29,39 (2021), 32,33 (2022) y los 37,85 millones en 2023, que suponen un 17% más respecto del ejercicio anterior. En los últimos años, han establecido una política de alianzas con otros despachos profesionales que operan con la misma marca.
Joan Roca Sagarra se formó en la Universitat Autònoma de Barcelona y en las norteamericanas de Yale y Harvard. Hace una década también cursó un programa específico de dirección en IE Business School. Desde 2010, da clases de práctica jurídica en la Pompeu Fabra. Antes de trabajar para el despacho familiar, lo hizo cinco años a Uría Menéndez. Está especializado en el asesoramiento de empresas en los ámbitos financiero, bancario y societario. Ha participado en fusiones, operaciones de refinanciación y private equity. Y también ejerce de secretario de consejos de administración.
Precisamente, según recogía el BORME este julio, los últimos consejos en los que se ha incorporado como secretario (sin facultades de consejero) son los de cuatro sociedades vinculadas a las clínicas de reproducción asistida Eugin, controladas por el fondo de inversión GED desde que a finales del año pasado las adquirió a Fresenius, el grupo alemán propietario de Quironsalud. Entre otras empresas, también es el secretario del consejo de Glovo, que preside Òscar Pierre.
Al lado de la Casa Real
El despacho Roca Junyent se incorporó este mes de julio a la Fundación Princesa de Girona. Su representante en su patronato es el mismo Joan Roca Segarra. Este despacho ya defendió a la infanta Cristina de Borbón en el caso Nóos, después de que el rey Juan Carlos se lo pidiera a Miquel Roca. Y consiguieron que saliera exculpada, mientras que su esposo, Iñaki Urdangarin, fue condenado a prisión. Curiosamente, los antepasados de los Roca abrazaron la causa carlista, otra línea sucesoria para el trono de España.
Antepasados carlistas
Los Roca eran una estirpe de políticos que se ha transformado en una estirpe de abogados muy vinculada al mundo de la empresa. Miquel Roca es hijo de Joan Baptista Roca Caball (1898-1976).que abandonó la carlista Comunión Tradicionalista para participar en la fundación, en 1931, de Unió Democràtica de Catalunya. Fiel a la República, se exilió a Francia al ser perseguido por su obediencia católica –Miquel Roca nació a Burdeos, en 1940– y, durante la ocupación nazi, fue detenido. Cuando regresó a España, se vinculó a UDC en la clandestinidad y volvió a ser detenido. Fue fundador y vicepresidente de la Sociedad Catalana de Economía, nacida a principios de la década de los cincuenta.
Y por parte de madre, Montserrat Junyent Quintana, esta era hija de Miquel Junyent Rovira (Piera, 1871 – Barcelona, 1936), que fue jefe de la Comunión Tradicionalista en Catalunya y director del Correo Catalán. En la vertiente más empresarial, dirigió el Banco Catalán Hipotecario, conocido popularmente como "el banco de los carlistas". Pero estos antecedentes familiares no impidieron que, décadas después, Miquel Roca tuviera línea directa con la Corona, especialmente con el rey emérito.
Miquel Roca se casó con Anna Maria Sagarra Trias, hija del abogado Josep Lluís Sagarra Zacarini (1916-1999). Son padres de tres hijas y un hijo, Joan, que es el único que ha continuado con la tradición de la abogacía. Sus hermanas tienen otras profesiones. Helena Roca Sagarra trabaja desde 1995 para el Gran Teatro del Liceo y, en la actualidad, ejerce de directora de relaciones institucionales, mecenazgo y eventos. Con anterioridad, estuvo en Barclay's Bank. Berta fundó hace diez años su propia empresa, Berta Roca Comunicació, y antes había trabajado para las agencias publicitarias Clarà-Patrís y Bassat Ogilvy & Mather, a las órdenes de Lluís Bassat. Y Agnès es interiorista y fundadora de Estudio Amsa.
Precisamente, Estudi Amsa se ha encargado del diseño de las oficinas de Roca Junyent, en la calle Aribau, que estrenaron en julio del año pasado una reforma integral basada en el concepto de espacios abiertos: el objetivo es potenciar una manera de trabajar más colaborativa, que favorece el bienestar de los profesionales y que tiene en cuenta la sostenibilidad
Alguna vez, Miquel Roca ha lamentado no haber podido dedicar más tiempo a sus hijos en su infancia por culpa de sus obligaciones políticas. Eso lo ha compensado con los nietos. Por ejemplo, el presidente del despacho, Joan, es padre de dos chicos y una chica que todavía están en la etapa de formación o recién iniciada la carrera profesional.
Pero Miquel Roca no se retira. En 2021 dejó el consejo de administración de Endesa al cumplir el límite de 12 años, en 2023 también salió del de ACS para facilitar la paridad entre sus miembros si bien, unos meses después, se incorporó al de Abertis, que es del mismo grupo. Y ahora le espera la presidencia de Aguas de Barcelona. Además, sigue pronunciando conferencias, recibiendo premios y manteniendo contactos políticos –como el encuentro con Salvador Illa al principio de mayo– porque nunca ha perdido esta pasión.