El grupo Roca firmará esta semana el acuerdo con los sindicatos sobre el expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a 168 de los 700 trabajadores actuales de su planta de Gavà-Viladecans. Precisamente, la compañía de la familia Roca dedicada a la fabricación de sanitarios nació en este lugar hace más de un siglo. Atrás quedan otros conflictos laborales de mayor virulencia como la huelga de octubre de 1976, que se prolongó durante meses y que ha quedado en la memoria como un emblema de la lucha obrera. Incluso marcó la jurisprudencia laboral en una España que estaba en los inicios de la Transición. Entonces trabajaban en la fábrica de Gavà cerca de 4.500 empleados.

Sobre el reciente acuerdo por el ERE, Juan José Jiménez, delegado de CC.OO en Roca Sanitario, destaca dos compromisos de la empresa: en esta ocasión, los despidos no serán “traumáticos”, por tratarse de bajas voluntarias, y se potenciará este centro de Gavà-Viladecans para que sea “referente a escala mundial”. Por lo tanto, se garantiza su continuidad en un momento en que estaba en duda. Su futuro se sustentará en “la tecnología y la innovación”.

Jiménez precisa que han negociado con el equipo directivo –básicamente, con los directores de recursos humanos de la empresa y del grupo– sin la intervención de ningún representante de la familia propietaria. El frente del consejo de administración de Roca Corporación Empresarial (sociedad de cabecera) están, en calidad de presidente y vicepresidente, los primos Santiago de Gomar Roca (su rama familiar controla el 25% a través de la patrimonial Gesamo) y Javier Roca Hernández (otro 25% mediante Ivamosa). Otras ramas con presencia en el consejo son los Pich-Aguilera Roca, Barangé Roca o Casals Roca. En realidad, el capital está muy repartido como lo demuestra el hecho de que en la junta general de junio del año pasado, la última con documentación consultable, asistieron 122 accionistas.

El grupo Roca justificó el último ERE en la planta de Gavà-Viladecans en la caída de pedidos de sus sanitarios y en la reducción de los beneficios. Pero que caigan los pedidos, a causa del encarecimiento de las materias primas y de los costos, con el consiguiente aumento de los precios del producto final, no significa que hayan reducido los ingresos o hayan entrado en pérdidas. Según sus informes financieros, en 2022 facturaron 2.092 millones de euros, con un incremento inferior al 2% respecto al ejercicio anterior, si bien los beneficios cayeron hasta los 42 millones de euros, un 76% menos que los 179 millones alcanzados un año antes. No se han hecho públicos aún los dividendos que distribuyeron el año pasado, pero en 2021 fueron 23 millones de euros y, en 2020, 26,6 millones.

Cierre en Rusia

Roca sufrió el año pasado un duro percance en Rusia. A causa de la guerra en Ucrania y para evitar represalias comerciales, vendieron las siete plantas que poseían en este país a un precio simbólico a sus directivos rusos. Empleaban a 2.800 trabajadores. Rusia fue su quinto mercado con mayores ganancias en 2021, con cerca de 20 millones de euros. Las ventas superaron los 141 millones, un 7% del total del grupo. No obstante, han superado este golpe. En 2023 han adquirido la compañía estadounidense de muebles y espejos de baño Madeli y han invertido en la plataforma digital ‘Aquí tu Reforma’.

En la actualidad, cuentan con 76 plantas de producción en el mundo y presencia en 170 países. Su plantilla global supera los 21.000 empleados. Dieron el gran salto en 2009 cuando adquirieron la suiza Keramik Holding Laufen, cuando era el cuarto fabricante mundial de porcelana sanitaria. En 20225 vendieron la histórica Roca Radiadores y, en 2021, su línea de porcelanas planas para centrar-se en los sanitarios.

fabricacion sanitarios roca Roca Group Europa Press
Línea de fabricación de sanitarios Roca / Europa Press

Aunque la empresa sitúa su nacimiento en 1917 cuando pusieron en marcha su primera planta de Gavà, los orígenes industriales de la familia se remontan a principios del siglo XIX con Ignasi Soler. Este poseía un taller en Navarcles (Bages) donde trabajaba de herrero y reparaba maquinaria industrial de la época. Después trasladó el negocio a Manlleu (Osona), donde su hijo Matías Soler se especializó en el mantenimiento de equipos de la industria textil local. La hija de este último, Maria Soler Serra, se casó con Pere Roca Jané, de una familia de herreros de Montcada. Este matrimonio relanzó el taller de Manlleu con la producción de estufas de hierro y, posteriormente, de radiadores de fundición. Tuvieron diez hijos, aunque solo sobrevivieron cuatro: Martín, Matías, Ángela y José Roca Soler. Los dos primeros –Martín y Matías– se instalaron en Francia para trabajar y formarse sobre los métodos de producción que estaban revolucionando la calefacción doméstica en la Europa de principios del siglo XX. Mientras tanto Ángela se hizo cargo del negocio de las estufas de hierro y José cursó ingeniería en Barcelona.

Historia empresarial

Sin capacidad para crecer en Manlleu, en 2017, los hermanos Roca Soler apostaron por instalarse en Gavà por su proximidad a Barcelona y al ferrocarril. Producían radiadores de hierro fundido. Una década después iniciaron la producción de bañeras de hierro y, en 1930, entraron por primera vez en la porcelana sanitaria para cuartos de baño. Poco antes, vendieron el 51% de la empresa a la American Radiator-Standard Sanitary Corporation. Durante la Guerra Civil, perdieron el control de la planta, dedicada a la fabricación de armamento y municiones. Pero a principios de los cuarenta, se situaron de nuevo al frente y recuperaron la participación de los americanos. En 1954 empezaron con la fabricación de grifería y, en la década de los setenta, iniciaron la expansión internacional por Francia y Portugal. En estos momentos siguen creciendo a base de compras de empresas en distintos países.

Es la empresa familiar catalana con más empleados en el mundo. Fuentes próximas a Roca reconocen que se trata de una familia sumamente discreta. Evitan los focos mediáticos, aunque alguna de las ramas despliegue una gran actividad en la cultura como los Vilaseca Roca, vinculados a la Fundació Jaume Bofill. Desde 2021, al frente del grupo familiar está Santiago de Gomar Roca (en la fotografía superior). Con anterioridad, fue directivo de Cementos Portland Valderribas, Cirsa y Viajes Barceló.