La compañía de soluciones en gres porcelánico para pavimentar espacios interiores y exteriores, Rosa Gres inicia 2025 dedicada a la innovación en producto, con el lanzamiento de nuevos colores, acabados y formatos, y con la resaca de la celebración del 65 aniversario de la creación de la marca, un hito que cumplió en 2024.

Para estrenar 2025 presenta tres nuevas colecciones de cerámica: Cuore, que evoca al estilo mediterráneo, Sophy, que reinventa los clásicos, y Coral, inspirada en la mezcla de colores del océano. Además, opta por grandes piezas para revestimientos y pavimentos para ganar la sensación de amplitud y uniformidad, Rosa Gres fabricará también sus piezas de gres porcelánico en un nuevo formato: 97,9 x 97,9 cm. Con este nuevo tamaño, Rosa Gres fortalece su propuesta In & Out Design que busca armonizar y coordinar los pavimentos de la piscina, la terraza y los espacios interiores, con los productos destinados a la venta de distribuidores y constructores; además de interioristas. "La tendencia en la construcción consiste en disponer de pavimentos más grandes y que aporten características diferenciales", desde la impermeabilización al antideslizante -que no sea un pavimento agresivo y fàcil de limpiar- o antibacterias, por citar algunas.

La innovación ha sido el sustento de la marca desde que se creó en 1959 por Ramón Sugrañes, miembro de la familia de empresarios del sector de la cerámica que se remonta a 1849, en Castellvell (Barcelona), con el moldeo manual de baldosas. Ramón Sugrañes miembro de la tercera generación, creó Cerámicas Sugrañes en 1959 y la marca Rosa Gres -que ha acabado por imponerse como denominación empresarial- en 1986, en Cerdanyola del Vallès (Barcelona).

Desde entonces, "innovamos en sistemas de construcción más eficientes, más baratos y con mayor seguridad en elementos como la impermeabilización", expone a ON ECONOMIA el director general de la compañía, Marcelino Sugrañes, miembro de la quinta generación junto con sus hermanas Rosa, Marta y Montse. Es un legado que acumula Rosa Gres, que fue en 1973 la primera empresa fabricante en desarrollar la tecnología de gres extrusionado porcelánico, un producto con un bajo porcentaje de agua, por ello, se convierte en el gres con una enorme dureza antideslizante. También le corresponde parte de la modernización en la construcción de las piscinas, al proponer colocar piezas grandes de gres en el vaso como alternativa a los mosaicos tradicionales.

Projecte de Rosa Gres per a la piscina d'una vivenda, a Valldoreix (Barcelona)

La innovación, el valor añadido de la marca

El directivo insiste en que "la innovación es el valor añadido de la marca" en el segmento del gres y de la piscina "que es muy maduro", y con el que han conseguido diversas patentes internacionales. Rosa Gres trabaja "con productos de especialidad" para piscinas (públicas y privadas), en pavimentos industriales, para química y alimentación, y en revestimientos para fachadas en obra nueva o rehabilitación para favorecer la industrialización de esta actividad. La última de las innovaciones técnicas de la empresa es el nuevo pavimento drenante Eco-Drain System para uso exterior que respeta el ciclo natural del agua.

Actualmente, Rosa Gres tiene la sede corporativa en Cerdanyola del Vallès (Barcelona) y cuenta con una plantilla de 140 empleados, la mayor parte de la cual está en la fabrica de gres porcelánico en Vallmoll (Tarragona), inaugurada en 2009. En 2023 cerró el ejercicio anual con una facturación de 29 millones de euros, que prevé superar al cierre de 2024. El 50% del negocio proviene de las exportaciones a más de 83 países de los 5 continentes. En su estrategia internacional descata la apertura en 2024 del mercado argentino y un esfuerzo "intenso" para hacerse un hueco en Australia y ampliar su peso en Ásia con otros mercados, además de China, en el que distribuyen desde hace años, anuncia Marcelino Sugrañes.

La marca Rosa Gres forma parte del grupo empresarial con el mismo nombre, junto a la empresa de distribución Catalonia Cerámica, y, Fixcer, fabricante de cementos y productos químicos para la construcción. El holding ha facturado más de 52,6 millones de euros en 2023. 

Marcelino Sugrañes destaca que Rosa Gres modernizó el diseño de las piscinas al proponer colocar piezas grandes de gres en el vaso como alternativa a los mosaicos tradicionales; introduciendo nuevos colores y texturas de piedra o pizarras que cambiaron completamente el aspecto de las piscinas. En 2004, patentó el Sistema 9, un sistema constructivo que permitía construir piscinas desbordantes de manera sencilla tanto para piscina privada como piscina pública, estas son en las que el agua está al mismo nivel que el suelo. El sistema prefabricado consistía en un coronamiento fabricado en hormigón hidrófugo que hacía a la vez de canal de desagüe y de soporte para la rejilla por la que drena el agua de la piscina.

La plantilla de Rosa Gres en Vallmoll (Tarragona).

Sostenibilidad

La compañía se enorgullece de la estrategia que mantiene en la mejora de la sostenibilidad con un protocolo interno desde 2010 y de formar parte del proyecto la Vall de l'Hidrògen, que impulsa la Generalitat y que tiene como objetivo liderar la transición de la industria del territorio hacia una industria no contaminante a través del hidrógeno verde. Sugrañes manifiesta que se trata de un proyecto "que aún necesita de las fuentes de suministro de hidrógeno", pero que será muy importante para actividades como la de la cerámica. Rosa Gres, en paralelo, trabaja codo a codo con proveedores de hornos y secadores de gas metano -su fuente de energía principal en la actualidad- para mejorar los procesos y reducir las emisiones. 

Como empresa, Rosa Gres impulsa el Proyecto Zero que recoge medidas como la reutilización del 100% del agua del proceso productivo. Mediante un sistema de tratamiento físico y químico del agua, se logra su reintroducción una vez limpia y depurada en el proceso de producción. Con este sistema, la empresa ha ahorrado 11.000 m³ de agua al año; el equivalente a 730 piscinas en el mismo periodo.

En Vallmoll, desde hace un año, la compañía dispone de una instalación de 10.000 m² de paneles solares -equivalen a plantar 7.789 árboles-, que reduce las emisiones de CO₂ en 2.200 Tn CO2eq cada año. La potencia de la planta fotovoltaica es de 2.000 kWp, y cubre el 33% de las necesidades de energía eléctrica de la fábrica. Cada año la planta producirá 2.721.099 kWh de energía eléctrica fotovoltaica, verde y limpia.