La familia Rubiralta entra en suspensión de pagos tras perder el control de Celsa, en manos de los acreedores después de que un juzgado homologase el plan de reestructuración propuesto para la siderúrgica catalana. De este modo, las tres sociedades patrimoniales con las que el presidente de Celsa, Francesc Rubiralta Rubió, y sus hermanos Carola, Ana e Ignasi controlaba el grupo siderúrgico han presentado concurso de acreedores.
Según han confirmado a Efe fuentes conocedoras de la situación de estas sociedades y adelantó Economía Digital, se ha presentado concurso para todas ellas y el pasivo de las tres sociedades -denominadas Ania Recursos Inversores, Afintex Desarrollos Globales y Gestión Empresarial Bages- suma unos 540 millones de euros. Estas sociedades patrimoniales, constituidas entre 2001 y 2006, han sido las utilizadas por el presidente de Celsa y sus hermanos para controlar la siderúrgica durante todos estos años.
Sin embargo, Celsa está ahora en manos de un grupo de fondos extranjeros, ya que la sentencia dada a conocer el pasado 1 de septiembre por el juzgado mercantil número 2 de Barcelona dio vía libre a los acreedores para convertir su deuda en el 100% del capital de Celsa, al ser mayor la deuda que el valor de la compañía.
En concreto, los fondos sostienen que aquella sentencia les concede el 100% de Celsa mediante la capitalización de 1.352 millones de deuda convertible y de parte de la deuda jumbo, y ya han avanzado que han elegido a Rafael Villaseca, ex consejero delegado de Naturgy, como futuro presidente de Celsa.
Las sociedades controlaban las acciones de las empresas 'Pico'
Aunque aquella sentencia de septiembre supuso arrebatar el control de Celsa a la familia Rubiralta, el Gobierno debe pronunciarse aún sobre si autoriza o no esa operación y en qué condiciones, y en este contexto está buscando un socio industrial español para que entre en el accionariado. Estas sociedades patrimoniales que han presentado concurso controlaban a su vez las acciones de las llamadas empresas 'Pico': Inversiones Pico Aneto, Inversiones Pico Anayet e Inversiones Pico Espadas, que actuaban como cabeceras del entramado societario de Celsa.
Este pasivo existente con las tres empresas Pico es muy anterior a 2017, ya era conocido por las entidades acreedoras y se homologó dentro de la refinanciación de la deuda del grupo en noviembre del 2017, según apuntan las fuentes consultadas por Efe. El concurso de las patrimoniales se presentó el miércoles en los juzgados de Barcelona y la solicitud de concurso resultó obligada para los Rubiralta ante la constatación de que sus patrimoniales se encontraban en una situación de insolvencia inminente.
Los cuatro hermanos Rubiralta Rubió controlaban la totalidad de las acciones de Celsa desde que en el 2010 falleció su padre, Francisco Rubiralta Vilaseca. Francesc, el primogénito, nació en 1977 y es el único que se ha dedicado en cuerpo y alma a Celsa, donde empezó a trabajar en el 2005.