El Sabadell no da por pérdida su batalla por evitar la opa del BBVA pese al visto bueno que ha dado el Banco Central Europeo al no oponerse a la operación. Fuentes del banco presidido por Josep Oliu recuerdan que se trata de una "evaluación prudencial" y que era algo "esperado". Pero ha alertado que "su análisis no entra en aspectos clave, como aquellos relacionados con la competencia en el sector bancario español, el apoyo a las PYMES o cuestiones fundamentales sobre el valor de la propuesta para los accionistas de Sabadell".
Por ello, el Sabadell se muestra confiado ante "la necesidad de análisis de la transacción por parte de la CNMV, la CNMC y, previsiblemente, del Gobierno, quien ha dejado claro que tendría la última palabra".
"Como hemos dicho con anterioridad, creemos que la transacción es perjudicial para el acceso de las pymes al sector bancario y para los accionistas de Sabadell. El proceso sigue siendo largo y complejo, y los accionistas de Sabadell no necesitan tomar ninguna decisión en este momento", recuerdan fuentes del Sabadell pocas horas después de que se haya conocido la no oposición del Banco Central Europeo que da luz verde a la Comisión Nacional del Mercado de Valores a posicionarse.
El anuncio previo a la oferta pública se dio a conocer el pasado mes de mayo y Sabadell rechazó una operación que se convirtió, por tanto, en opa hostil y que tampoco ha gustado a los gobiernos español y catalán, que ven en ella una disminución de opciones para los clientes.
En junio, trasladó las peticiones de aprobación a los reguladores y desde el banco calculan que el proceso podría tardar entre 6 y 8 meses aunque desde el Sabadell apuntan más bien a bien entrado el 2025.
Las patronales catalanas Foment y Pimec también han mostrado sus reticencias a esta opa por las dificultades que supondría para las pequeñas y medianas empresas que tienen su dinero en Sabadell y en la misma línea se ha manifestado el Núcleo Estable de Accionistas Minoritarios del Sabadell (NEM), que ha hecho un llamamiento a no vender acciones.
Los sindicatos, por su parte, se han manifestado en contra al considerar que tendrá un coste en puestos de trabajo. Las estimaciones han apuntado a hasta 4.000 salidas de empleados afectados por la operación, por la que el BBVA ofrece 2.26 euros por acción.