El Sabadell está de acuerdo con el BBVA en que Europa necesita bancos más grandes. Sin embargo, cree que para que la banca gane tamaño, se deben realizar fusiones transfronterizas y no nacionales, porque entonces afecta a la competencia. El banco que preside Carlos Torres lleva defendiendo desde mayo del 2024, cuando lanzó la opa hostil sobre el banco catalán, que su objetivo con esta operación es ganar escala para poder competir globalmente.

Y en este contexto, el consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno, defendía este miércoles en un foro empresarial y en clara alusión al BBVA, que las fusiones nacionales (como la del BBVA-Sabadell) afectan a la competencia local, por lo que tienen más sentido que se produzcan fusiones entre entidades de dos países distintos. 

"Me gustaría que dentro de diez años miráramos hacia atrás y hubiéramos visto grandes fusiones transfronterizas, que el mercado no fueran mercados nacionales, sino mercados europeos", comentaba el CEO del Sabadell durante su intervención en el encuentro anual FINRESP. Sin embargo, el banquero reconocía que hoy por hoy, las fusiones transfronterizas "son tremendamente esquivas" porque ni los analistas ni los inversores ven sinergias. Además, los gestores ven una enorme complejidad de gobernanza y los políticos tampoco ven ventajas porque prefieren que sus entidades estén gestionadas dentro de sus fronteras para acudir a ellas en un momento determinado.

Pese a ello, González-Bueno insistía en que deberían llevarse a cabo estas fusiones transfronterizas para que la banca europea no se quede atrás respecto a grandes jugadores como Estados Unidos. "Siempre se pone como ejemplo que la capitalización de JP Morgan supera la de los diez mayores bancos europeos. Eso nos impide competir, no a nivel local, sino participar de los grandes proyectos tanto dentro como fuera de Europa. A ver si dentro de diez años se han producido las circunstancias de regulación o de voluntad, tanto de los bancos como de las entidades políticas, para que haya fusiones transfronterizas en el sector bancario español y el europeo, para poder competir más allá de sus fronteras", agregaba.

En cualquier caso, el consejero delegado del Sabadell dejaba claro que el problema del tamaño de las entidades, "no se puede abordar exclusivamente desde un punto de vista local, porque en este ámbito el problema ya es mantener el nivel de competencia". Y es que, precisamente, Banc Sabadell lleva meses defendiendo que la fusión con el BBVA generaría un importante problema de competencia en España, sobre todo en pymes, porque el banco catalán tiene como cliente a una de cada dos de estas pequeñas y medianas empresas. Y si le absorbe el Sabadell, desaparecería un competidor. Por eso cree que esta operación no debería salir adelante. 

La institución que debe pronunciarse al respecto, la CNMC, lleva desde noviembre estudiando la operación con profundidad dentro de la llamada fase dos porque detectó que había riesgos de competencia en algunas regiones y con algunos negocios. Antes, de mayo a noviembre, lo hizo en fase uno. En suma, el organismo que preside Cani Fernández lleva diez meses analizando la opa que el BBVA lanzó sobre el Sabadell. Aunque se espera que la resolución llegue pronto.