El Sabadell ha vuelto a Catalunya por la puerta grande. El banco que preside Josep Oliu y dirige César Gonzáez-Bueno se ha dado un baño de masas en la primera junta de accionistas tras el regreso de la sede a la ciudad que da nombre a la entidad y en medio de la opa del BBVA, que ha centrado buena parte de los discursos de la cúpula y también las intervenciones de los asistentes.

La Fira de Sabadell acogía este jueves a unas mil personas y el quorum alcanzaba el 70,28% frente al 61,8% del año pasado, cuando se celebró en Alicante. El regreso a Catalunya animaba a asistir a cientos de históricos accionistas de la entidad, que no dudaron en ovacionar a Oliu cuando señaló que estaba “muy satisfecho” de haber podido celebrar la junta en Sabadell, la ciudad donde nació el banco y también en la que él nació. 

Además de los accionistas minoritarios, el Sabadell contó con el apoyo de antiguos consejeros y directivos del banco, como Jaume Guardiola (ex CEO y actual presidente del Cercle d'Economia) e incluso por personalidades públicas, como la alcaldesa de Sabadell, Marta Farrés (PSC), que estuvieron en primera fila durante la junta.

El presidente de Banc Sabadell y la alcaldesa de Sabadell. EP
El presidente de Banc Sabadell y la alcaldesa de Sabadell. EP

En la mayoría de intervenciones se mostraba rechazo a la opa del BBVA. Los sindicatos fueron los primeros en dejar clara su preocupación por el impacto en el empleo que puede tener esta operación si sale adelante. Comisiones Obreras incluso recordó que se personaron en la CNMC para presentar alegaciones, aunque Competencia les dejó fuera como a las patronales empresariales.

“Esta es una junta especial, histórica, que se celebra en un momento en el que futuro de la entidad está en juego. Desde CC.OO nos mostramos en contra de la opa como ya lo hicimos antes por el impacto en la plantilla”, expresaba el sindicato mayoritario del banco, al que siguieron otros que también destacaron el miedo que hay entre los 12.000 empleados del banco “por la opa hostil y la estabilidad del trabajo”.  

También intervinieron algunos accionistas individuales, como Josep Marfà, “boticario y economista” que aseguraba estar “absolutamente en contra de la opa en las condiciones actuales”. Y destacaba que “tendría que cambiar mucho y mucho, subir mucho y mucho”, para que la asociación de pequeños y medianos accionistas cambiaran de opinión.

Le seguía José Antonio del Barrio, que aunque criticaba que el precio de la acción del banco (2,7 euros) aún está lejos de los 5 euros que alcanzó en 2008, cuando compró sus acciones, quería dar “un voto de confianza” al Sabadell y no vender sus acciones. “No escucharé cantos de sirena porque además de accionistas somos clientes y hemos estado muy bien tratados por el banco. El Sabadell es el cuarto banco español, por eso creo que tiene futuro”, indicaba.

El abogado y expolítico Jordi Casas, actualmente presidente de la Asociación de Accionistas Minoritarios del Banc Sabadell, cerraba el turno de intervenciones aclamando que era “un día para celebrar y para estar contentos, porque el banco volvía a casa”. Destacaba también que el Sabadell vuelve “porque quiere reafirmar su identidad, por lo tanto, mira al futuro”. Y que tras la junta “quedaba claro” que no van que aceptar la opa porque el Sabadell es la realidad bancaria más importante de la historia de Catalunya. Y el banco tiene alma. “El alma del banco somos estos accionistas minoritarios que estamos vinculadas al banco desde hace años por nuestras familias y de nosotros depende que la opa fracase”, concluía.

Finalmente, los inversores del Sabadell daban luz verde a todos los puntos del orden día, incluyendo la renovación de César González-Bueno como consejero delegado, la política de dividendos, la recompra de acciones o el nombramiento de dos nuevas consejeras.