Sabadell vuelve a defender que quiere crecer en solitario, de manera orgánica. La entidad catalana asegura que su objetivo es ser más rentable y descarta estar estudiando cualquier operación corporativa, como una fusión con Unicaja. "No contemplamos ninguna fusión, no hay nada de nada", insistía Josep Oliu, presidente del banco, en un encuentro con periodistas previo a la junta de accionistas (que se celebra este miércoles en Alicante) al ser preguntado si se plantea adquirir Unicaja. También el banco malagueño, lo negó el pasado viernes.
"Obviamente, tenemos amistad con todos los colegas del sistema financiero español, pero no hay nada previsto, ni buscamos nada. El foco actual está en la rentabilidad", agregaba. Al cuestionarse si Sabadell podría quedarse lejos del tamaño alcanzado por bancos como CaixaBank, Santander y BBVA, los tres bancos más grandes del país, el presidente, defendía su tamaño.
"Estamos entre los cuatro bancos más importantes del sistema, en una posición muy relevante, no comparto que estemos en tierra de nadie". Al respecto, Oliu ha recordado que en los últimos tres años, desde 2020, han hecho un gran esfuerzo por limpiar el balance y ganar rentabilidad. En base a ese objetivo, comentaba, se incorporó al banco César González Bueno como consejero delegado, que "ha cumplido con creces" la meta al y conseguir que Sabadell alcance un ROTE del 11,5%.
El banquero reconocía que la rentabilidad "todavía no está al nivel del coste de capital" pero han puesto en marcha una serie de iniciativas, en banca de particulares, de empresas, en TSB y México, que les aportará crecimiento y rentabilidad. "Se está haciendo un gran trabajo", aseguraba.
En este encuentro, también se ha preguntado si el presidente se plantea su retirada del banco ahora que Manuel Azuaga ha dejado Unicaja, y por tanto, Oliu, ha heredado el puesto de presidente más veterano del sector financiero. "Falta mucho para que termine mi mandato como presidente, estaré tres o cuatro años más", indicaba.
También se ha planteado si Sabadell prevé volver a Catalunya, donde tenía la sede hasta que en 2017 la trasladó a Alicante. "Lo de la sede es un tema que para nosotros no está encima de la mesa, ni debajo, tenemos aquí el domicilio social, pero las sedes corporativas están en Barcelona y Madrid. Estamos repartidos por toda la geografía española", aclaraba.
"Aquí vinimos por un accidente, ante un determinado movimiento político, pero una vez que estamos aqui, no nos va mal, es una manera más de tener presencia en una región donde además tenemos una alta cuota de mercado. Cumplimos bien con las normas de sociedades de capital y seguiremos cumpliendo, por tanto, no quiero darle ninguna importancia a este tema", concluía.