El Sabadell celebra este jueves 20 de marzo su junta general de accionistas en la ciudad que da nombre al banco y donde trasladó su sede el pasado mes de enero tras siete años en Alicante. Se trata de la primera junta de este 2025 del sector bancario y el primer encuentro del presidente y consejero delegado, Josep Oliu y César González-Bueno, con sus inversores después de la opa del BBVA. Por lo que servirá a los banqueros para medirles el pulso antes de la votación, que se espera ya para antes del verano.

La opa se lanzó el 9 de mayo del año pasado, justo después de que el Sabadell hubiera celebrado su junta y publicado los resultados del primer trimestre, momento en el que el BBVA le planteó una fusión amistosa sin éxito. Fue entonces cuando la operación se lanzó a los accionistas. De momento, ha recibido varias autorizaciones importantes como la del BCE o Bruselas, pero sigue pendiente de las más decisivas: la de la CNMC, la CNMV y la del gobierno español.

El banco catalán sigue convencido que, hoy por hoy, la opa no saldría por los problemas de competencia que ocasionaría en el mundo de las pymes y porque la oferta de canje ofrecida a los accionistas es baja. La cúpula insiste además en que el Sabadell vale más en solitario que si le absorbe el BBVA y espera que los accionistas voten en contra cuando les toque, previsiblemente en junio.

Antes de eso, el Sabadell tiene previsto celebrar un Investor Day y presentar un nuevo plan estratégico a tres años. También se habrán conocido ya las cuentas del primer trimestre del año e incluso el consejo de administración del banco emitiría un informe con su opinión pública y detallada sobre la opa, para ponerla a disposición de los accionistas antes de la votación.

Pero la primera gran cita ante sus inversores se celebrará este jueves, día en el que minoritarios e institucionales deben votar varias propuestas clave, como la reelección de César González-Bueno como consejero delegado o la elección de dos nuevas consejeras. También la nueva política de retribución al accionista, la reactivación del programa de recompra de acciones y otros puntos más polémicos, como el informe anual de remuneraciones de la alta cúpula o la aprobación del límite máximo aplicable a la retribución variable de los miembros del grupo.

Los asesores de voto, también conocidos como proxy advisor, ya han emitido sus recomendaciones para los grandes fondos y accionistas, que son Blackrock (6,46%), Zurich (4,10%), Dimensional Fund Advisors (3,7%) o el mexicano David Martínez (3,49%) principalmente, pero también DWS, BNP Paribas, Norges Bank, UBS, Goldman Sach, Qube Research & Technologies o Vanguard, que suman un 30% del capital, según los registros de la CNMV.  

Institutional Shareholder Services (ISS), el mayor proxy del mundo, se opone a las remuneraciones de la cúpula del Sabadell, que subirán un 20% en 2025. "El nuevo paquete retributivo del consejero delegado suscita gran preocupación por el importante incremento de la parte fija y variable", explica; Glass Lewis sí apoya el informe de remuneraciones del consejo, cuya votación, por cierto, es de carácter consultivo. Aunque también llama la atención sobre el "aumento significativo" de la retribución fija para 2025 del CEO.

Esta firma, además, apoya la modificación de los estatutos sociales que incluyen la prohibición de que los consejeros independientes a que ocupen cargos de administración o puestos directivos en entidades de crédito, empresas de seguros o reaseguros españoles, de la Unión Europea o de cualquier geografía donde opere Sabadell; ISS, sin embargo, alerta de que estos cambios en los estatutos pueden ser "perjudiciales para los intereses de los accionistas". Por su parte, el proxy español Corporance recomienda votar a favor de todos los puntos que figuran en el orden del día sin objeciones.

Los sindicatos, en contra de los sueldos

Los sindicatos del Sabadell suelen recoger los votos de muchos accionistas y concentrarlos. Además, intervienen en la junta para realizar algunas peticiones a la dirección, que normalmente están relacionadas con la mejora de las condiciones de la plantilla.

Algunos de ellos ya han emitido el sentido de voto y han dejado claro que estarán en contra de las remuneraciones de la cúpula, otros aún no se han manifestado. Aunque este suele ser el punto más crítico para ellos.