La Justicia de Inglaterra ha condenado al fondo de inversión estadounidense Cerberus a pagar 358 millones de euros a Banco Sabadell por la venta de carteras, además de 48 millones por intereses y costas del proceso judicial, en suma 406 millones de euros, que tendrán un impacto positivo para el banco que preside Josep Oliu y dirige César González-Bueno en términos de reducción de NPLs (dudosos), reducción de provisiones y mayores coberturas.

Por tanto, el Sabadell mejorará la calidad de los activos y el perfil de riesgo. Este impacto, de hecho, se observará en las cuentas del cuarto trimestre de 2024 que el banco catalán publicará a finales de enero o principios de febrero y que recogen los resultados de todo el año.

El conflicto con Cerberus se remonta al 2018, año en el que el Banc Sabadell abre un proceso de puja para vender activos tóxicos. Las carteras se denominaron 'Challenger', 'Coliseum' y 'Rex', y tenían un valor total bruto cercano a los 6.414 millones de euros. Finalmente, los inmuebles fueron adjudicados y transferidos a Cerberus en 2019.

La contraprestación de la transacción rondaba los 3.500 millones de euros, es decir, se vendió con un importante descuento, como suele ser habitual en estas operaciones con las que los bancos tratan de reducir su morosidad. Las partes también acordaron diferir en el tiempo hasta un 21% del montante, unos 600 millones.

El banco denunció al fondo en enero de 2023 porque se negó a pagarle

Sin embargo, algunos inmuebles carecían del registro en la propiedad como consecuencia de encontrarse en proceso de reposesión o de subasta en desarrollo. Así que el Banc Sabadell tenía un plazo de tres años para resolver esta situación, hasta finales de 2022.

La entidad se anticipó y resolvió esta situación de los inmuebles de la cartera 'Coliseum'. Así que Cerberus abonó el pago diferido asociado a la misma (unos 170-180 millones) y el montante pendiente de abono bajó entonces a unos 400 millones de euros.

Después, el Sabadell cumplió con los registros en 'Challenger' y 'Rex' en un paquete de inmuebles valorados en 365 millones (el 91,25% del total). Es aquí donde se inicia el conflicto. Cerberus se negó a pagar al banco el total de lo restante alegando que no se había registrado la totalidad de los activos y que, por tanto, no tenía que pagar nada.

De manera que el banco denunció a Cerberus en enero de 2023 en el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra. A principios de noviembre se produjo el juicio y el magistrado encargado del caso ya avanzó su intención de emitir un fallo antes de Navidad, como finalmente ha ocurrido. Un fallo a favor del Sabadell que condena al fondo a pagarle más de 400 millones.