El candidato del PSC a las elecciones del 12-M, Salvador Illa, se ha mostrado en contra de la oferta de adquisición pública (opa) del BBVA al Banco Sabadell, que se ha publicado este jueves, porque supondría una “excesiva concentración en el sector financiero que no es buena para los clientes”. En una entrevista en TV3, Illa también ha asegurado que una operación como esta puede estropear la inclusión financiera y social “que garantice una atención presencial” y también puede provocar pérdida de puestos de trabajo y de poder de decisión en Catalunya. Además de las consecuencias, el líder de la oposición en Catalunya ha lamentado las “formas” de la operación, recordando que la última opa hostil fue en los años 90 con Banesto.
🔴 El BBVA lanza una opa hostil sobre el Banco Sabadell, DIRECTO | Reacciones y última hora
Illa ha recordado que antes de anunciarse la intención de absorber el banco, el Gobierno ya planteaba si había bastante competencia en el sector bancario español. De la fusión forzosa saldría el segundo banco más grande de España, una entidad que, para el candidato socialista, sería “demasiado grande para dejarlo caer” cuando tuviera problemas. “Si hay bancos tan grandes, si algún día pasa algo, tenemos que ir todos a ayudarlos”, ha dicho el también exministro de Sanidad.
En línea con la Moncloa
El candidato del PSC se ha expresado en la misma línea que el Gobierno, que también ha rechazado este jueves la opa hostil del BBVA y ha avisado de que puede tener “efectos lesivos potenciales” para el sistema financiero. Según han indicado fuentes del Ejecutivo, la operación conocida esta mañana puede causar un impacto negativo tanto en el empleo como en la prestación de servicios financieros. Además, apuntan que el exceso de concentración bancaria generaría un “riesgo” adicional en la estabilidad financiera. “España tiene actualmente un sistema financiero fuerte y solvente. Nuestro deber es velar para mantener un sistema financiero sólido, que siga contribuyendo al crecimiento de nuestra economía y a la agenda de inclusión financiera y protección de los clientes,” remarcan desde la Moncloa.
Desde el Gobierno resaltan también la derivada laboral y territorial de una eventual unión de los dos bancos españoles, un movimiento de envergadura que no se veía en el sector bancario del Estado desde los años ochenta. A pesar del interés del Sabadell, la operación de absorción requiere permisos pertinentes por parte las autoridades financieras.
Por su parte, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha avisado este jueves que el Gobierno tiene “la última palabra” para “autorizar” la opa. “Desde el gobierno rechazamos esta operación, esta opa hostil, tanto en la forma como en el fondo, por los efectos lesivos potenciales que puede tener”, ha resaltado Cuerpo. Por otra parte, ha alertado que la operación puede generar “inestabilidad, incertidumbre y volatilidad” en los mercados, así como efectos negativos para los clientes. De hecho, el ministro ha apuntado que si se consuma la compra de la entidad vallesana, las tres primeras entidades del Estado (Santander, CaixaBank y BBVA-Sabadell) tendrían una cuota de mercado del 70%, hecho que supondría un impedimento a la competencia abierta del sector financiero.