El Santander insiste en que quiere ser un banco digital con oficinas, pero sigue cerrando sucursales en todos los países donde está presente. Entre 2022 y 2023, los años de mayor ajuste, ha bajado la persiana a más de 1.000 a nivel grupo y en el primer trimestre de este 2025 a otro centenar, según recogen su informe financiero.

La cifra, no obstante, crecerá en los próximos meses. Pues el banco ya ha anunciado un ERE en Reino Unido para aproximadamente 750 personas que implicará el cierre de 95 oficinas este mes junio de un total de 444 que la entidad tiene en el país. Es decir, el 22% del total. Mientras que en Polonia ha anunciado la venta de la mitad del negocio, aunque se desconoce que hará con el equipo y la estructura. 

En la misma línea, el banco ha comunicado a los sindicatos en España que, además de los 72 cierres que el banco ya ha llevado a cabo entre enero y mayo, prevé cerrar otras 34 oficinas más entre junio y julio. Y en total, su red en España se reducirá en 106 oficinas desde que arrancó el año y hasta que empiece el verano, aunque los trabajadores no descartan que haya nuevos cierres a partir de septiembre.

Santander llegó a tener 72 oficinas en centros comerciales

El Santander, además, aprovechará esta nueva oleada de cierres para salir por completo de los centros comerciales en España, donde el banco ha llegado a tener una red de 76 oficinas en su momento de esplendor, hace justo diez años. Pro actualmente solo cuenta con tres centros y las liquidará entre este mes y el siguiente. En concreto, las oficinas de Plenilunio, Las Rosas y el Zoco de Pozuelo.

El banco cántabro se lanzó a abrir oficinas en centros comerciales hace casi tres décadas y llegó a estar presente en varias ciudades del país con este modelo, entre ellas Bilbao, Valencia, Murcia o Santander, además de Barcelona y Madrid, donde tenía más presencia. En los últimos años, estas sucursales – que suelen abrir de tarde entre semana, también los sábados y tener un horario más dilatado que las demás- habían quedado meramente para hacer consultas, pero pocas operaciones. Así que la entidad empezó a deshacerse de ellas.

No es la única, de hecho, se trata de una práctica sectorial, ya que otras entidades también han ido cerrando las oficinas de los centros comerciales y apenas queda rastro de ella. El Sabadell, por ejemplo, conserva una en el centro comercial Arturo Soria Plaza de Madrid, y CaixaBank, otra en La Vaguada. En Barcelona, el Sabadell tiene también una oficina en Diagonal Mar pero con acceso directo desde la calle, independientemente del centro comercial y con horario normal.

Más prejubilaciones

Los nuevos cierres de oficinas del Santander en España irán acompañados de reubicaciones y reducción de personal por la vía de las prejubilaciones, como el banco lleva haciendo desde hace meses, aprovechando el grueso de trabajadores hijos del ‘baby boom’ que está en edad cercana a la jubilación. En los cuatro primeros meses del año, de hecho, el banco ya ha reducido su plantilla en unas trescientas personas. Según fuentes sindicales, la entidad contaba a cierre de abril con 21.053 personas en su red, frente a las 21.348 que tenía en el inicio de año.

Las salidas se han ido produciendo, coincidiendo con los cierres de oficinas. Por lo que se prevé que haya otros cientos de empleados menos cuando acabe la nueva oleada de cierres de oficinas en julio. Sin embargo, las cifras no se saben con exactitud porque el banco negocia las prejubilaciones de manera individual con los trabajadores y las suele compartir de manera trimestral.

Lo que ya es un hecho, es que, con estos cierres de oficinas, el Santander cuenta ahora con menos estructura que el BBVA, que apenas ha cerrado sucursales después del ERE del 2021. Así, el banco bilbaíno tiene en España 1.880 y el Santander dispone de 1.792 oficinas físicas. Por delante de ellos está CaixaBank con una red de 3.555 oficinas retail en España.

Un ERE europeo

El banco que preside Ana Botín prosigue reduciendo su tamaño en Europa. En España, donde ya hizo un gran ERE en 2021, lo hace de manera silenciosa, ya que no necesita negociar con los sindicatos estas salidas si no afecta a más del 10% de su plantilla, pese a ser miles las salidas en los últimos años. Pero en otros mercados, sí tiene que hacerlo oficinal y negociar, como ha ocurrido en Reino Unido.

Sin embargo, los ajustes no se centran solo en estos dos países, que es donde más trabajadores tiene el banco. Pues en los últimos años - desde la pandemia- el banco también ha llevado a cabo importantes recortes en Italia y ha realizado un ERE en Portugal, además del Reino Unido, donde ahora repite. En Italia, donde el banco opera a través de su financiera (Santander Consumer Finance) y no como un banco comercial, la entidad anunció a finales del 2023 que cerraría todas sus oficinas físicas y mantendría el negocio exclusivamente a través de los canales digitales, lo que le llevó también a reducir su plantilla en más de cien personas a lo largo del 2024.

Y en Portugal llevó a cabo una importante reestructuración entre el 2022 y el 2023, unos años en los que también realizó despidos y cierres de oficinas en Reino Unido. En suma, el Santander prescindió de 3.000 empleados entre los dos países. Solo un año antes, negoció la salida de 3.500 en España.

Botín ha reconocido que el Santander está priorizando el crecimiento en América, especialmente en Estados Unidos y México, y en ese contexto también se ha producido la venta del negocio en Polonia.