SaveFamily, una tecnológica cántabra de dispositivos con soluciones para proteger a niños, ancianos y personas dependientes, ha puesto rumbo a los 10 millones de euros, con una previsión de crecimiento anual del 60%, consolidando la tendencia alcista que se disparó desde la salida de la crisis de la pandemia, con crecimientos de la demanda del 40%. Para su fundador y director, Jorge Álvarez, los desarrollos de SaveFamily tienen una buena acogida en Francia, Alemania e Italia —un mercado que abrió en 2023, pero también “nos llega la demanda desde Sudamérica para nuestros productos, con especial hincapié en los relojes inteligentes para niños que incorporan GPS y control parental, que vamos adaptando con la incorporación de nuevos servicios”. En Portugal y Francia, las ventas de la marca crecieron un 65% y un 125%, respectivamente, el pasado año.
En este segmento, SaveFamily ha lanzado un nuevo modelo de SaveWatch Plus, el único reloj inteligente del mercado que incorpora WhatsApp seguro y el desbloqueo mediante PIN, patrón y reconocimiento facial, “porque el servicio de atención al cliente es una prioridad para la marca”, creada en 2017 y con sede en Castro-Urdiales (Cantabria). “Las familias tenían interés en que los dispositivos de sus hijos también tuvieran WhatsApp porque es una herramienta que ahora utilizan muchos hogares para comunicarse con más rapidez, pero no les servía una herramienta en abierto, por lo que en nuestros dispositivos la acción de control parental permite activarlo y desactivarlo, bloquearlo si es necesario”, comenta Álvarez y concreta que el modelo también ha incorporado otras aplicaciones como el acceso al traductor de Google o a algunos juegos didácticos más de los que ya venían instalados en los relojes anteriores.
La compañía fabrica los dispositivos en Singapur y el desarrollo del software corresponde a un equipo multidisciplinar compuesto por más de 22 profesionales que, además, atiende a las más de 200.000 familias que forman su cartera de clientes. La compra puede realizarse online y en tiendas en toda España, en Lisboa y en Oporto. En España, la compañía está asociada con la cadena Phone House y también se distribuye en tiendas de móviles o en joyerías tradicionales. Los relojes inteligentes se venden entre 80 y 150 euros.
“Los clientes compran el reloj inteligente por un tema de seguridad hacia sus hijos, usan el reloj y está demostrado que el 65% lo usan a diario”, de tal manera que se adaptan a los horarios escolares, “porque vemos como las escuelas están poniendo coto al uso de los móviles en horario lectivo”. Las familias lo utilizan “no principalmente para tener un control sobre los niños, sino para preservar su seguridad con la geolocalización y el botón de SOS que envía una triple llamada en caso de urgencia, la limitación de la entrada de las llamadas a números autorizados por los padres —de hasta 15 contactos—, el acceso a las redes, la elección de juegos didácticos, pedagógicos…”. Un sinfín de “aspectos que cada vez más preocupan a las familias y a los que respondemos desde nuestra idea fundacional que es la de generar una alternativa al móvil en abierto para conocer si nuestros hijos están seguros”.
Estos servicios y la conectividad se obtienen a través de la tarjeta SIM que tiene un coste de suscripción de 6 euros mensuales y que permite al reloj conectarse a la antena de los principales operadores para asegurar la cobertura y el roaming gratuito en la Unión Europea. “Para la seguridad de los niños, la tarjeta SIM de SaveFamily no utiliza números reciclados de otras compañías, sino que es un nuevo número exclusivo para los peques de la casa”, advierte Álvarez.
De las ventas totales de 6 millones de euros registradas por SaveFamily en 2023, un 65% correspondieron a la gama de relojes inteligentes para niños y el 35% restante provienen de los dispositivos para ancianos y personas dependientes. En estos casos, SaveFamily incorpora servicios de asistencia médica con un reloj con GPS para adultos con videollamada, aviso de caída, recordatorio de medicamentos, monitorización de la salud. Jorge Álvarez destaca que este tipo de dispositivo “es ya la segunda marca más vendida en Francia y Alemania”.