Seat tendrá que echar a 1.500 trabajadores y reducir su producción si la Unión Europea no baja sus aranceles en los coches chinos, según ha alertado al consejero delegado de la empresa, Wayne Griffiths, en entrevista con la agencia de noticias Reuters. El que no ha especificado Griffiths, ni tampoco los portavoces de Seat consultados por ON ECONOMIA, es si estos trabajos serían eliminados en China, en Europa o en ambos lugares.

La empresa empezó su producción eléctrica con el Cupra Tavascan en el país asiático y, meses después, la Unión Europea anunció que impondría a los vehículos eléctricos un arancel del 20,7% extra al 10% ha previsto. De esta forma, el Cupra Tavascan paga un 30,7% de aranceles.

Hace tiempo que Griffiths pide que se baje este arancel y alega que la vez económica que sufre en la planta china afecta también a las inversiones y estructura en Europa. "No tenemos mucho tiempo. Necesitamos llegar a una solución al primer trimestre", ha dicho Griffiths a la entrevista.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está en conversaciones con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para que resuelva el problema, según han explicado otras fuentes de Seat a la agencia. Si el arancel extra no se reduce, según el consejero delegado la empresa tendría que eliminar el coche deficitario de su gama.

Mientras tanto, la venta de coches eléctricos no acaba de arrancar a España ni tampoco con el ritmo esperado en Europa, y la producción local en Martorell de vehículos eléctricos no llegará hasta el 2026. Hay que sumar al problema de los aranceles el hecho que los coches eléctricos necesitan menos personal, por lo cual tendría que fabricar un 50% más de coches en Catalunya y pasar de los 480.000 actuales en los 750.000 con el fin de mantener la plantilla, según explicó en un acto la semana pasada el presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero.

El control de la cadena de suministro permite en China ofrecer los coches eléctricos más baratos, por lo cual fabricarlos allí es menos costoso y esta fue la vía primera escogida por Seat antes de que se aprobara la subida de los aranceles.

De cara a 2035 Europa tendría que tener un 100% de coches eléctricos, transición que supondrá un cambio importante a los procesos de Seat y del Grupo Volskwagen. Además de Barcelona, Seat produce algunos modelos a Eslovaquia, República Checa y Portugal.

Por otra parte, las multas por el CO₂ también tendrán un coste económico para la compañía mientras sigue fabricando coches de combustibles. La combinación de ambos factores puede poner en riesgo el 10% de su producción en Barcelona, es decir, 50.000 unidades, según detalló también Carnero en un encuentro con periodistas posterior al acto oficial de la semana pasada.

También Wayne Griffiths, sin entrar en las cifras, puso de manifiesto esta problemática. "Si no hay una flexibilización de las multas, no podemos aumentar igual la producción. Si bajas las previsiones eléctricas, tienes que bajar también la de combustión para cubrir las multas", dijo, y pidió una "solución a Bruselas" para que los aranceles en los vehículos Cupra de China sean inferiores. "No puede ser que sea casi el doble el arancel en un Cupra que en uno Tesla", ha dicho Griffiths, que durante el acto ha pedido también menos impuestos a la producción local.

Desembarque en los Estados Unidos

El directivo aseguró además que la presidencia de Trump no pone en riesgo la decisión de Seat de desembarcar en los Estados Unidos tanto en venta como en producción local. "Queremos fabricar y crear valor en Norteamérica. Tenemos que ver qué pasa con México y el Canadá si cumple los aranceles dentro de la región de Norteamérica, ha reflexionado. Después de que el ministro Jordi Hereu pidiera coches eléctricos más baratos para ampliar su mercado, Griffiths ha respondido que la horquilla de precio entre los 25 y los 30.000 euros, que corresponden a algunos de los eléctricos que prevé vender Seat, están en línea de "los más vendidos" en combustión. "Ahora faltan los puntos de recarga, la infraestructura," ha añadido.

Carnero pidió que el acuerdo cerrado por las Comunidades con más peso en la automoción en España y Seat "no quede en un mero acto protocolario". "Si la movilidad eléctrica no va acompañada de subvenciones, podemos tener un problema en el 2026", ha dicho, y ha añadido que están perfilando "una fábrica con una capacidad en la cual no se llegará" si no se impulsa realmente el mercado del vehículo eléctrico.

Seat pospuso recientemente la producción de coches eléctricos para 2026 y tiene que culminar su nueva fábrica de baterías en Martorell en marzo de este año. La fábrica de acoplamiento de baterías de Navarra, también para el grupo Volkswagen, y la gigafactoría del mismo grupo alemán, también tiene que arrancar el año que viene, para el cual España y Europa tienen que acelerar mucho la venta de vehículos eléctricos si quieren cumplir los planes de descarbonización y que las empresas recuperen las inversiones realizadas.