En agosto, se inicia la transformación de la factoría de Seat en Martorell, con una inversión de 3.000 millones de euros, para empezar fabricar los dos primeros modelos eléctricos de la historia de las instalaciones. Se trata del Cupra Raval, que arrancará a finales de 2025, y el Volkswagen ID2, en el primer trimestre del año siguiente, en una plataforma que montará los eléctricos de 25.000 euros que el grupo alemán ha asignado a las plantas españolas de Martorell (Barcelona) y Landaben (Navarra). El director de la planta, José Arreche, ha calificado la transformación de las instalaciones en Catalunya como la mayor inversión en los 30 años de la planta.

Incluso, por encima del coste de su construcción, en 1993. Entonces, se emplearon 245.000 millones de las pesetas de entonces, que al cambio de las 166 pesetas por euro, equivaldrían a 1.470 millones, pero de hace tres décadas. De los euros de hoy, se habrían necesitado uno 3.050 millones para la construcción de Martorell, cantidad similar a lo que el grupo Volkswagen va a volcar en la preparación para recibir los modelos eléctricos. No obstante, Wayne Griffiths, el presidente del Grupo Seat (Seat y Cupra) ha reiterado que Seat aspira a recibir un modelo de la serie de eléctricos más pequeños, del segmento del Ibiza o al Arona, su versión SUV, que deberán colocarse en los 20.000 euros. De no recibir este tercer modelo, Martorell se quedará por debajo de su capacidad.

El grupo alemán ha anunciado hace unos meses sus planes para la electrificación de los que serán sus eléctricos más asequibles, pero no ha desvelado ni cuándo ni dónde se montarán los más pequeños. Los 10.000 millones que Volkswagen va a destinar, con ayudas públicas, a la nueva fábrica de batería en Sagunto (Valencia) coloca a España en un lugar preferente para esta nueva plataforma.

Los 3.000 millones se destinan, no solo a las obras necesarias en la línea 1, que se destinará a los eléctricos, sino a una transformación tecnológica de gran calado. Y la Inteligencia Artificial, está jugando un papel prioritario. Desde hace dos años han empezado a cambiar los procesos de control de calidad usando la IA. La cadena se ha llenado de plataformas en las que los coches son fotografiados, incluso con miles de fotogramas, y un sofisticado programa detecta los posibles fallos en las distintas fases del proceso de montaje. Antes, esos controles los realizaban operarios que han sido reubicados en otros puestos.

Inteligencia Artificial

En muchos de estos sistemas de control y detección de posibles fallos, Martorell está siendo puntera entre las fábricas del grupo Volkswagen, con procesos pioneros que se irán implantando en otras instalaciones. Y todo ello ha supuesto mucho dinero.

Igualmente, los eléctricos, por la ubicación de las baterías, precisan unos hornos de secados diferentes a los actuales. De los tres hornos con que cuenta Martorell, ya se ha cambiado el primero, que seca los coches mediante aire a 180 grados alimentado con electricidad, dejando fuera el gas, lo que contribuye a la descarbonización del proceso productivo. En 2050, los coches se harán con cero emisiones en todas las plantas de la automovilística de origen alemán. Cada horno supone una inversión de 27 millones de euros, aunque supone un ahorro en energía del 25% y funciona de forma automatizada, sin un solo operario presente. Este horno tiene capacidad para montar un millar de coches diarios, de momento suficiente para la producción de los dos primeros eléctricos de Martorell.

Pero tanta tecnología innovadora exige un reciclaje formativo de la plantilla. Así, se realizarán 300.000 horas de aprendizaje, la mitad en digitalización; aunque también en seguridad. Los operarios que trabajan en la línea 1, con los eléctricos, tendrán que convivir con baterías cargadas, con el riesgo que conlleva 12.000 trabajadores.

De Zona Franca a Martorell

Inaugurada en 1993, la fábrica de Seat en Martorell -que sustituyó las instalaciones en Zona Franca, donde todavía quedan algunos procesos de estampación- ha sido fundamental en el éxito de la compañía. Las instalaciones cuentan con una superficie de 2,8 millones de metros cuadrados (400 campos de fútbol) y han producido más de 12 millones de vehículos en sus 3 décadas de existencia, de 45 modelos diferentes que se han exportado a más de 70 países de todo el mundo.

El pasado año fue un clave para Martorell, que no solo celebró su 30 aniversario, sino que hizo crecer su producción un 21% hasta alcanzar los 443.443 vehículos, que superará el medio millón este año. También se inició la instalación del primer horno de secado de pintura 100% eléctrico del Grupo Volkswagen, que ha entrado en funcionamiento recientemente en Martorell. Además, la compañía ha desarrollado herramientas y sistemas digitalizados de primer nivel para garantizar la máxima calidad de sus productos, innovaciones que benefician directamente a la producción de los nuevos modelos de Cupra.

"Este es un momento clave para nuestra planta de Martorell. Juntos estamos impulsando la transformación de la fábrica para garantizar el lanzamiento de los primeros modelos 100% eléctricos, al tiempo que seguimos produciendo vehículos de combustión y electrificados", ha afirmado José Arreche, director de la planta de Martorell. La actual transformación hacia la electrificación de la instalación de Seat en la población barcelonesa de Martorell es parte del objetivo de la compañía de convertir España en un hub de la movilidad.