Seat, la compañía del grupo Volkswagen que cuenta con las marcas Seat y Cupra, rechaza los aranceles compensatorios anunciados por la Unión Europea sobre los coches eléctricos chinos como fórmula para reforzar la competitividad de la industria automovilística europea a largo plazo y trabajará para evitar que estos aranceles adicionales afecten al precio del Cupra Tavascan, que precisamente se fabrica en China.
En un comunicado, Seat se ha referido así a la decisión de la Comisión Europea de imponer un arancel de hasta el 38,1% a la importación de vehículos eléctricos por considerar que la subvención de sus baterías daña a los productores europeos. "Estamos trabajando activamente junto con el Grupo Volkswagen para minimizar las posibles consecuencias de esta resolución preliminar para el Cupra Tavascan", asegura Seat.
"Haremos todo lo posible para evitar que estos aranceles adicionales afecten al precio del Cupra Tavascan, como parte de nuestro compromiso con los clientes y socios", añade la compañía española.
Seat defiende que "el comercio libre y justo y los mercados abiertos son la base de la prosperidad, el empleo y el crecimiento sostenible en todo el mundo" y que este tipo de aranceles compensatorios "no son adecuados" para reforzar la competitividad de la industria europea a largo plazo.
Además, Seat argumenta que "el momento en el que se da la decisión de la Comisión Europea es perjudicial para la débil demanda actual de vehículos eléctricos en Europa" y que "los efectos negativos de esta decisión superan cualquier potencial beneficio para la industria automovilística europea".
Seat pone el acento en la necesidad de "un entorno normativo en el que la industria del sector del automóvil salga reforzada en la transformación hacia la movilidad eléctrica y la neutralidad climática", según recoge EFE.
El Cupra Tavascan es un SUV eléctrico que está a punto de entrar en el mercado español. Se venderá a partir de 52.000 euros y se produce en la planta de Hefei (China).