Las obras para introducir la nueva plataforma de producción de vehículos eléctricos en la planta de Seat en Martorell (Barcelona) obligarán a rebajar temporalmente la producción en la fábrica a partir de septiembre, al pasar de unos 2.500 vehículos diarios a algo más de 2.000, según han informado a Efe fuentes sindicales.
A pesar de ese ajuste del 20% en la producción diaria de vehículos, Seat se propone superar este año los 500.000 vehículos producidos, superando así la cifra de 2019, el año previo a la pandemia.
De entrada, a mediados de julio ya se eliminará un turno, el de noche, en la línea 1, la que produce los Seat Arona e Ibiza. Seat arrancará en agosto las obras para empezar a implantar la plataforma eléctrica en Martorell, de forma que a partir de septiembre los modelos fabricados en esa línea, la 1, pasarán a la línea 3, junto con el Audi A1, mientras que en la línea 2 se seguirá produciendo el Cupra Formentor, el Cupra León y el Seat León.
Fuentes de la empresa precisan que las obras para la implantación de la plataforma eléctrica durarán en torno a un año, y estiman que el Cupra Raval se empezará a producir en torno a finales de 2025 y el Volkswagen ID.2all, en 2026. Todo este proceso comportará asimismo que se requerirán algo menos de 400 empleados por parte de empresas de trabajo temporal (ETT), según explican fuentes de los sindicatos.
Entre tanto, Seat continúa trabajando en la nueva planta de ensamblaje de celdas de baterías que está construyendo junto a la fábrica de coches que tiene en Martorell (Barcelona), unas instalaciones que estarán listas en 2025. Esta planta producirá inicialmente hasta 1.400 conjuntos de baterías al día, una cada 39 segundos, que se equiparán en los vehículos eléctricos que se produzcan en Martorell.
Estas instalaciones forman parte del gran proyecto (Future: Fast Forward) que están ejecutando la compañía y el grupo Volkswagen para electrificar sus plantas en España e impulsar el mercado del vehículo eléctrico. En los últimos meses, el consejero delegado de Seat y de Cupra, Wayne Griffiths, ha reivindicado que la electrificación de Martorell comportará una inversión de 3.000 millones de euros y que en la planta de ensamblaje de celdas de baterías se están invirtiendo otros 300 millones.
Esta semana, Griffiths ha presentado la dimisión como presidente de la patronal de automóviles Anfac ante la "inacción" del gobierno español en favor de la electrificación. También criticó la lentitud en aprobar un nuevo plan Moves (todavía pendiente) y, muy especialmente, el desarrollo de la infraestructura pública de carga, que ya había expuesto públicamente en varias ocasiones. El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, reconoció el viernes que la dimisión de Griffiths de la presidencia de Anfac es "un toque de atención que tenemos que tener presente". No obstante, reivindicó el trabajo del gobierno español en la electrificación: "Estamos invirtiendo no centenares, sino miles de millones de euros".