Seat mantiene el objetivo de desembarcar en EE.UU. con la marca Cupra antes de 2030, pese a la incertidumbre geopolítica y a la debilidad del mercado de los coches eléctricos. El presidente de Seat, Wayne Griffiths, ha asegurado este jueves que no habrá marcha atrás en el proyecto, pese a las trabas que van apareciendo, "es importante ver la realidad", como la política de aranceles de Donald Trump. "Los aranceles no van a cambiar nuestros planes. Únicamente hay que ser flexibles y tener alternativas. El objetivo se mantiene sin cambios", ha subrayado Griffiths durante la presentación en conferencia de prensa de los resultados de Seat en el ejercicio 2024.

No obstante, los planteamientos iniciales sobre cómo abordar el desembarco en Estados Unidos podrían alterarse, ha asegurado, para asegurarse el éxito de la marca y mantener su rentabilidad. Inicialmente, iba a ser mediante exportaciones. En este sentido, Griffiths ha sostenido que el escenario más probable es el de la fabricación local, contemplando Norteamérica, es decir, incluyendo a México. Fabricar en este último país sería una opción aceptable porque parte de la fabricación local también se exportará a Europa y "entre México y Europa no hay aranceles". Aunque, "habrá que ver qué pasa entre México y Estados Unidos", ha añadido. El grupo Volkswagen también produce en México, su planta más grande está en Puebla.

Además, ha asegurado que Seat y el Grupo Volkswagen, al que pertenece, no pueden "apostar" en EE.UU. "por un solo caballo" en el ámbito de las tecnologías, por lo que no se limitarán a llegar con vehículos eléctricos, sino que se incluirán seguramente los de combustión. Griffiths ha recordado que la marca esperaba llegar a Estados Unidos con los modelos eléctricos de Cupra, pero ante la debilidad de la demanda de coches eléctricos porque el 90% de las ventas aún son de combustión, la opción del motor de combustión permanece: "Tendremos que aterrizar con varias tecnologías". "Hay que contrastar escenarios que irán cambiando, no es blanco o negro. Necesitamos alternativas", ha insistido. "Tenemos que buscar una estrategia con varios escenarios que, además, podrán evolucionar", ha insistido.

Cupra, un refuerzo para Volkswagen

Con la entrada en EE.UU., Cupra "puede ayudar también a posicionar al grupo Volkswagen" en ese mercado, ha dicho Griffiths, que ha recordado que el consorcio alemán tiene una cuota del 4% en este país. Se trata de un “mercado muy atractivo para Cupra” por la “imagen de la marca” que se ha conseguido. “Tenemos un enfoque específico”, ligado a un diseño con características propias para ese mercado, aseguró recientemente el consejero delegado del grupo Volkswagen, Oliver Blume. El grupo Volkswagen tiene factorías en Carolina del Norte y Tennessee, donde emplea a 5.500 personas, que ensamblan ahora el todocamino eléctrico ID.4, el primer vehículo eléctrico de la compañía ensamblado en EE.UU. Además, hace meses cerró un acuerdo con Rivian, para crear una empresa conjunta centrada en los coches eléctricos.

Las decisiones sobre los modelos con los que Cupra desembarcará en EE.UU. y el lugar de producción se deberán tomar en el primer semestre de este año, ha precisado Griffiths, si se quiere cumplir con los plazos establecidos. Además, hay que profundizar en las negociaciones con Penske Automotive Group, que ya tiene experiencia con la distribución de automóviles de Grupo Volkswagen en Norteamérica. Todo cuenta a la hora de tomar decisiones: consumidores, regulación, aranceles, fabricación, exportación, ha dicho el presidente de Seat.