El pasado 30 de octubre, el Cupra Tavascan empezó a pagar un 21% de arancel por fabricarse en China. Tras un mes completo con la tasa aduanera, en noviembre se han vendido en el mercado español 49 unidades, lo que supone un descenso del 72% respecto a las 174 unidades matriculadas en septiembre y el 78% en septiembre, en relación con los 223 registrados en la Dirección General de Tráfico ese mes.
La compañía automovilística ubicada en Barcelona reitera que hará todo lo posible para “evitar que estos aranceles adicionales [todos los coches procedentes de china, eléctricos y no eléctricos, pagan ya un arancel del 10%, que también se aplica al modelo español] afecten al precio del Cupra Tavascan, como parte de su compromiso con clientes y colaboradores. Como muestra de este compromiso, el precio del coche se mantendrá sin cambios para todas las entregas en 2024 y estamos comprometidos a encontrar una solución a partir de 2025”, señalan.
Sin embargo, el descenso de las ventas de noviembre no es achacable a un incremento del precio para hacer frente al sobrecoste arancelario, pues fuentes del Grupo Seat confirman a On Economía que se han mantenido los precios de lanzamiento, en el entorno de los 50.000 euros. Unos precios que, según señalan en la empresa de Martorell, se mantendrán también en diciembre. Y, a partir del año próximo, el grupo se planteará la política de precios del coche fabricado en una planta del grupo Volkswagen ubicada en China, aunque su pretensión es no tener que subir el precio.
De hecho, el SUV mediando de Cupra y totalmente eléctrico, ha estado en oferta durante noviembre a un precio de 39.700 euros si se costea a través de Seat Financial Services, incluyendo los 7.000 euros de ayudas del plan Moves III en aquellas comunidades que todavía quedan recursos.
En noviembre, el Tavascan de Cupra se ha caído del top-10 de las ventas de eléctricos en el mercado español, pues en octubre ocupó el sexto puesto y el anterior se colocó como el tercer eléctrico más vendido en España, tras los Teslas Model 3 y Model Y. El comportamiento del SUV eléctrico está siendo muy errático en lo que va de año, afectado por el descenso de las ventas de los eléctricos tanto en España como en el conjunto del mercado comunitario y por la incertidumbre generada por los retrasos en la aprobación del nuevo Moves IV por parte del gobierno de Pedro Sánchez, volcado durante el mes pasado en sacar adelante un plan de ayudas para la compra de coches en Valencia.
Un año de matriculación
Las primeras unidades se matricularon en España en enero, pero no para la venta, sino para labores de presentación del modelo por parte de Cupra. Hasta mayo se matricularon 37 unidades para, en junio, dar un salto a 109 coches, en una tendencia que se frenó abruptamente en julio-solo se matricularon 2- y en agosto -22-. Sin embargo, septiembre tuvo un incremento espectacular que mantuvo, a un ritmo menor en octubre, para sufrir un fuerte descenso en noviembre.
El Grupo Seat, apoyado por su matriz Volkswagen, ha sido muy crítico con la decisión de Bruselas de aplicar el arancel de los eléctricos chinos a los coches de fabricantes europeos como el Tavascan de Cupra, aunque no es el único: modelos de Dacia, BMW y Mini se han visto grabados igualmente en la aduana con un 21%.Por debajo de algunos fabricantes chinos y, muy por debajo, de la estadounidense Tesla, cuyo arancel está por debajo del 10% para el Model 3 que se fabrica igualmente en China.
Por este motivo, Seat ha hecho un llamamiento a la Comisión Europea y al gobierno chino para que continúen de forma constructiva las negociaciones en busca de una solución política. “El objetivo común debe ser evitar cualquier derecho compensatorio y, por tanto, un conflicto comercial. Creemos que todavía es posible una solución negociada que evite los aranceles sobre las importaciones de BEV procedentes de China, como reconoce expresamente la Comisión Europea.
Efectos sobre Seat
En Seat consideran que si se cierran las actuales negociaciones de China y Europa sin un acuerdo y perduran los aranceles al Tavascan, “tendrá importantes consecuencias negativas tanto para Seat como para la industria automovilística europea en general. El riesgo para el negocio es enorme, ya que los nuevos aranceles para el Cupra Tavascan podrían dañar gravemente la estabilidad financiera de la compañía y también podrían poner en riesgo puestos de trabajo”.
Ya a finales de octubre, el grupo que dirige el inglés Wayne Griffiths, advirtió que si no pueden vender suficientes Tavascan, la gran apuesta del grupo en la tecnología eléctrica pura, “podría poner en peligro la capacidad de Seat de cumplir los objetivos europeos de reducción de CO2”. Lo que implicaría que, para evitar las multas millonarias que se inician en 2025, “podría suponer la necesidad de reducir una cuarta parte la producción prevista de vehículos con motor de combustión interna en Martorell”.
En este sentido, señalan que Seat está trabajando activamente con el Grupo Volkswagen para minimizar las posibles consecuencias de la resolución comunitaria para el Cupra Tavascan.