Los economistas de formación Yolanda Bassat y Marc Bonet desarrollaron parte de su carrera profesional en el departamento de expansión comercial de Mango, en los años 90, hasta que en el año 2000 fundaron Shophunters, una inmobiliaria que definen como consultora boutique real estate, especializada en el segmento del retail. Si primero fueron los caseros de Mango, como empleados del departamento de expansión de la marca de moda, para encontrar los mejores enclaves comerciales en régimen de alquiler y conseguir que la enseña tuviera una de las principales redes internacional de tiendas de moda; con su propio negocio desempeñan la misma labor, pero como proveedores externos para grandes cadenas o centros comerciales. Lo que no les resta fidelización: Maison du Monde, lleva 18 años trabajando con ellos, y otras cadenas estatales e internacionales como Hunkemöller o Zwilling. En Shophunters, el área geográfica está más delimitada -España, Portugal y Andorra-, pero siguen priorizando las zonas comerciales más concurridas y los centros comerciales, y trabajan bajo demanda. Por eso no son una inmobiliaria al uso.
En 2023, han decidido adentrarse en el segmento de la compraventa, de momento centrándose en Catalunya y España y, casi siempre, acompañando a los compradores, “aunque no estamos cerrados a nada”, explica Marc Bonet. Para empezar, han cerrado un par de operaciones en parques comerciales de Madrid. Han vendido dos naves comerciales de 10.000 metros cuadrados, por 13,8 millones de euros, en el Parque Oeste de Alcorcón, íntegramente ocupada por la cadena francesa de mobiliario y decoración, Maisons du Monde; y la del Parque Comercial la Dehesa, ocupada por esta misma cadena y por la empresa líder en España de tiendas de productos y alimentación animal Kiwoko. La rentabilidad neta del alquiler de estos activos es actualmente del 6,6%. Electrodomésticos Bernal, cadena de electrodomésticos pionera en la apertura de grandes formatos de tienda en parques comerciales en el mercado español, ha sido la parte vendedora en ambos casos. Esta nueva línea de negocio permitirá que Shophunters pueda diversificar aún más sus clientes.
Con esta transacción y otras del segmento de alquiler, en el primer trimestre del año, la firma ha realizado operaciones por valor de 16 millones de euros, y cuenta con una cartera de 20.000 m² de locales en venta, en diferentes activos situados en Barcelona, Madrid y la Costa del Sol. Desde su puesta en marcha, la compañía ha firmado más de 1.000 operaciones, que suman más de 225.000 m² de tiendas, entre España y Portugal.
En esta nueva división de negocio no quieren perder su idiosincrasia de consultora boutique, por lo que “jugaremos a la liga de las operaciones que van entre 2 y 30 millones de euros”, concreta Bonet. Se trata de un segmento en el que están muy presentes los family office, muchas veces para invertir desde sus patrimoniales y después alquilar. Shophunters considera que las rentabilidades que se pueden ofrecer están entre el 6%-7%, si se trata de espacios arquitectónicamente en buen estado y atractivas ubicaciones. “Estamos buscando productos inmobiliarios bien estructurados, que sean activos premium y, a poder ser, que ya estén alquilados a marcas solventes”, añade Bonet.
“Queda claro que cada país tiene sus características comerciales y, en España, un buen plan de expansión para una marca del retail tiene que diseñarse como un mix entre ubicaciones en las principales calles y los centros comerciales”, afirma Yolanda Bassat, y lo compara con Portugal, donde el centro comercial es, hoy por hoy, una prioridad. Con la expertise que acumulan actúan como consultora para las enseñas “porque cualquier ubicación no es válida”. “Analizamos el mercado, el peso y la red de tiendas de la competencia, la demanda que genera el producto o a qué tipo de consumidor va dirigido”, concreta.
Desde su fundación, Shophunters ha negociado la apertura de tiendas de diversa índole, incluyendo operaciones de travel retail en aeropuertos como los de Madrid y Barcelona, donde ha asesorado, entre otros, a Burberry y Buff en los concursos convocados por el operador aeroportuario Aena.
También ha trabajado la comercialización de centros comerciales que han pasado por un proceso de reestructuración integral como Maremagnum, Glòries, Ànec Blau o La Farga -en el que están inmersos actualmente-, en la provincia de Barcelona. “Cada centro debe buscar la fórmula que más le encaja para ser rentable”, comenta Yolanda Bassat, “porque con tantos operadores en el mercado, lo importante es entender cuál es el punto fuerte del espacio comercial, en función de la zona en que se encuentra, del público que lo visita… para ir a buscar las marcas que más encajan”. “No todo funciona por el simple hecho de tener una marca reconocida”, añade y especifica que “quien manda es la demanda, el consumidor, que se decanta por un espacio comercial u otro”. Solo hay que hacer un repaso por los diversos centros comerciales que hay en, por ejemplo, Barcelona y Madrid, para adivinar qué tipo de usuario los frecuenta y como las características de esta demanda atrae a una u otra enseña o cadena comercial. De ahí que cada vez se vean centros comerciales más especializados o tematizados.
Sobre los cambios de hábito del consumidor, los fundadores de Shophunters advierten que a raíz de la pandemia, durante la cual la compra por Internet tuve un despegue importantísimo, ahora el público vuelve a la tienda física “si esta le aporta alguna experiencia complementaria”. “A la gente le sigue gustando ir de compras, pero busca un plus, porque lo entiende como una actividad de ocio”, manifiesta Bassat. En este sentido, se refiere a los comercios que proporcionan un asesoramiento complementario, ya sea un personal shopper o actividades complementarias, como sesiones de prácticas en las tiendas de deportes.