Siemens Gamesa continúa sumando problemas. La compañía eólica ha cancelado su plan para construir la que iba a ser su primera fábrica de palas para turbinas eólicas marinas (offshore) en Estados Unidos. Se trata de un proyecto para el que preveía invertir unos 200 millones de dólares (187 millones de euros).

Fuentes de la compañía consultadas por Europa Press indicaron que la suspensión de los planes para construir y operar la planta se ha producido "al no poder cumplirse los hitos de desarrollo para establecer la instalación". La cancelación de este proyecto llega en un momento convulso para la empresa propiedad de Siemens Energy, de cuyo futuro dependen 5.000 trabajadores en España.

La mala situación económica de la multinacional, especialmente por los errores cometidos en la fabricación de los aerogeneradores, podría hacer desaparecer la histórica marca Gamesa en el país. Próximamente, se darán a conocer las intenciones de la matriz, que presentará su nuevo plan estratégico el 21 de noviembre.

La construcción de la fábrica en EE.UU. fue anunciada hace dos años e iba a ser levantado en la terminal marítima de Portsmouth, en Virginia. El proyecto estaba muy vinculado al pedido del fabricante para el suministro de los aerogeneradores del macroproyecto Coastal Virginia de Dominion Energy, de 2,64 gigavatios (GW) de potencia.

La eólica marina en crisis

La planta de palas era el primer paso para convertir la terminal marítima de Portsmouth en un hub de energía eólica marina. Además, Siemens Gamesa consideraba analizar opciones para ampliar la fábrica en un futuro si conseguía nuevos proyectos en Virginia.

El sector de la eólica marina está sufriendo un fuerte impacto por el aumento de los costes, la inflación y los retrasos con los proveedores, poniendo contra las cuerdas varios proyectos en Estados Unidos. De hecho, la danesa Orsted anunció recientemente el cese del desarrollo de dos proyectos de eólica marina, los de Ocean Wind 1 y 2, en aguas de Nueva Jersey.

También Avangrid, la filial de Iberdrola, rescindió el acuerdo de compra de energía (PPA, por sus siglas en inglés) para su proyecto de eólica marina Park City Wind, al considerar que las condiciones pactadas no garantizaban su viabilidad económica. Anteriormente, Iberdrola también había rescindido el contrato de compraventa de energía vinculado a su proyecto de eólica marina Commonwealth Wind, de 1.200 (MW) por las mismas razones de una difícil viabilidad económica en las condiciones.