Cuando llegan los últimos días de diciembre, los medios de comunicación nos llenamos de resúmenes del año. Nosotros queremos hablar de empresas, porque son el principal objeto de nuestra actividad, junto con las cuestiones económicas –sobre todo, desgraciadamente, los problemas— que más nos afectan. Explicar lo que les pasa a las empresas es explicar qué le pasa a la economía, a la sociedad y al país.

Por eso, hemos hecho una lista de siete compañías, pero es tanto un resumen como una proyección. Hemos escogido siete empresas que han sido protagonistas este 2024, pero porque creemos que lo seguirán siendo en 2025, ya sea por las expectativas que hay sobre ellas, o bien porque están en medio de un proceso crítico o de cambio. También las hemos elegido pensando que lo que les pase el próximo año, en el que cumplimos el primer cuarto del siglo XXI, será importante no solo para ellas, sino para la economía y el tejido productivo catalán.

El Banc Sabadell luchará por la supervivencia

El Banc Sabadell ha sido uno de los grandes protagonistas del año. Desde que se anunciara la intención del BBVA de hacer una opa sobre la entidad catalana, en abril, buena parte de la información bancaria ha estado marcada por esta operación.

Inicialmente, Carlos Torres y el consejo del BBVA lo planteó de forma amistosa, haciendo una oferta a Josep Oliu y el consejo del Sabadell, que creían que se sería bien recibida. No fue así y la entidad catalana rechazó la propuesta. Ante la negativa, cuando parecía que el banco de origen vasco se podría replegar, decidió presentar igualmente la opa, considerada ya hostil, para que sean los accionistas del Sabadell los que decidan.

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Josep Oliu, presidente del Sabadell, saluda a Carlos Torres, presidente del BBVA. Foto: Europa Press

Ahora la operación se encuentra pendiente de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) la apruebe, para lo cual todavía quedan unos meses. Este organismo decidió analizarla en fase 2, dado que considera que amenaza la competencia en algunos segmentos y regiones, como Catalunya y el País Valencià. La última noticia ha sido que ha rechazado las solicitudes de una setentena de entidades para personarse en el proceso, ante lo cual muchas van a alegar, cosa que dilatará todavía más la operación. La CNMV, que es quien la tiene que aprobar para que voten los accionistas, se esperará que decida la CNMC.

Se hace difícil predecir cuándo terminará el culebrón, pero los cálculos más optimistas hablan de finales del primer semestre, es decir, en junio. Si la CNMC le da el visto bueno y el BBVA sigue adelante, serán los accionistas los que tendrán la última palabra, mientras el Gobierno decidirá si autoriza la fusión –que no la opa, sobre la cual no puede hacer nada directamente. Este 2025 no será solo un año importante para el Sabadell, será primordial, porque se juega la supervivencia. Y será también primordial para el sistema bancario catalán.

Grifols, ante el reto de cerrar definitivamente la crisis

El otro gran protagonista de 2024 ha sido Grifols, y durante todo el año, ya que recibió el ataque que la trastocó de arriba abajo el 9 de enero. Gotham City, un supuesto fondo o broker, hizo un informe en el cual acusaba a la multinacional catalana de hemoderivados de falsear la contabilidad y la deuda y señalaba las relaciones con algunos de sus accionistas como aparte del problema.

El estruendo empezó con una caída en bolsa de más del 40% en dos días, pero las consecuencias que ha tenido han sido colosales: Grifols sigue haciendo la misma actividad, pero ha apartado a la familia de la gestión por primera vez en su historia, ha cambiado la dirección, parte del consejo, la contabilidad, las participaciones y ha aclarado la relación con algunos de sus accionistas.

Grifols prevé un 2025 mucho más tranquilo que este 'annus horribilis' que ha vivido en 2024, pero además de las cicatrices, tiene todavía retos

A medio recuperarse en bolsa y con un nuevo consejero delegado, Nacho Abia, ha negociado con un fondo, Brookfield, para que hiciera una opa y la sacara de bolsa, a costa de lo cual la familia dejara de ser el primer accionista, pero la falta de acuerdo con el precio dio al traste con la operación.

Grifols prevé un 2025 mucho más tranquilo que este annus horribilis que ha vivido en 2024, pero además de las cicatrices, tiene todavía retos, como seguir reduciendo la deuda y recuperar la confianza de los inversores, que cada vez que ven la más mínima nube sobre la empresa, pulsan el botón de vender.

Mango afronta la era post-Andic

Mango ha perdido a su fundador, que era todavía el alma del proyecto, este diciembre de forma repentina. La muerte de Isak Andic marcará el 2025 de la firma de moda, porque no tendrá su guía. Hace diez años, cuando el empresario catalán de origen turco decidió ir a hacer la vuelta al mundo y dejar a su hijo Jonathan al frente, la experiencia no fue buena y tuvo que volver. Pero ahora, la situación es diferente.

Emotiva despedida de los trabajadores de Mango en su fundador Isak Andic
Coronas de flores en la sede de Mango

Toni Ruiz, el consejero delegado que ha ayudado a Andic los últimos años a reflotar a la compañía, ha asumido ahora todos los poderes ejecutivos y también todo el liderazgo en la empresa, como se deduce de sus intervenciones de cara a la opinión pública, pero también a la plantilla, en los últimos días, haciendo un llamamiento a la confianza y la continuidad del proyecto.

Mango se encuentra en un camino ascendente que quiere mantener, con 3.100 millones de euros de facturación y 15.000 empleados, cifras que prevé subir hasta los 4.000 millones y 20.000 trabajadores en 2026, y el objetivo de crecer sobre todo en los Estados Unidos. Este será el gran reto, mientras resuelve, también, la cuestión sucesoria: Ruiz ha asumido la presidencia de forma temporal y en el futuro, quizás ni en 2025, se verá quién acaba siendo el presidente y si la familia es capaz de mantener la esencia de la empresa.

El cambio de rumbo de Criteria

La Fundación La Caixa ha sido noticia este año por los cambios en el organigrama –Isidre Fainé ha renovado las direcciones generales de la fundación y de CriteriaCaixa-, pero especialmente por el cambio de rumbo en la política inversora de su holding. La llegada de Ángel Simón a la dirección de CriteriaCaixa ha ido acompañada de un impulso inédito en su apuesta industrial, tanto por los miles de millones que está dedicando como con respecto a la importancia estratégica de sus apuestas.

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Ángel Simón e Isidre Fainé. Foto: Europa Press

Criteria anunció, cuando comunicó el fichaje de Simón, que quería tener un papel más activo en el panorama inversor, y lo ratificó en la presentación de su plan estratégico, en primavera. Desde entonces, el holding de La Caixa ha pasado de poco más del 2% de Telefónica a casi el 10%, situándose al mismo nivel que los dos otros accionistas; ha comprado más del 9% de ACS; ha vuelto a entrar a Colonial, y como primer accionista, con el 17,3%, y ha dado apoyo a la salida a bolsa de Puig, de la que tiene un 3%. Eso sí, también ha pactado la venta de Saba a Interparking.

Este 2025, Criteria tiene que consolidar esta estructura, seguir haciendo crecer las carteras menos estratégicas, como la de diversificación, y acabar de resolver la composición accionarial de Naturgy, donde el fondo CVC (20%) hace años que busca una salida y las opciones que se han buscado, como dividir la empresa o buscar la entrada de otro fondo, no han salido bien.

Nvidia, el nuevo líder global

La tecnológica estadounidense acabará el año casi triplicando el valor en bolsa con el que lo empezó, y habiéndose convertido, por sorpresa, en la mayor empresa cotizada del mundo. También triplica beneficios, y en los primeros nueve meses del año, ha ganado más de 50.000 millones de dólares.

Nvidia se ha convertido en una empresa clave en la revolución tecnológica actual, que tiene como grandes protagonistas los microchips. El fabricante de chips ha cogido ventaja y la está aprovechando, a lomos de la inteligencia artificial, así que parece que 2025 puede volver a ser su año, pero tiene que ir con cuidado con la creciente competencia en un sector en el cual un cambio de tecnología puede dar un giro en el marcador.

Ebro y la reindustrialización de la Nissan

Este ha estado también el año de la reindustrialización de la antigua fábrica de Nissan en la Zona Franca de Barcelona, transformada ahora en la Ebro Factory. Fue un proceso muy largo, después del traumático cierre de la planta por parte del grupo japonés, que pasó por un concurso público y la reorientación de parte de la plantilla.

Inicialmente, tenían que ser QEV y BTech quienes lideraran la reindustrialización, pero finalmente todo el accionariado del hub ha quedado en manos de esta última, que se ha asociado con el grupo chino Chery para fabricar coches en la planta. Además, ha recuperado la mítica marca Ebro.

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Pedro Sánchez de visita en la Ebro Factory. Foto: Carlos Baglietto

En 2025, prevén fabricar entre 15.000 y 20.000 coches, con el reto tanto de consolidar el proyecto industrial como de ser capaces de hacerse un agujero en el mercado. Solo así conseguirán llegar al objetivo de 2029, de hacer 150.000 unidades anuales.

Holaluz busca la luz al final del túnel

Holaluz ha vivido un 2024 muy convulso, en el que las dificultades financieras han puesto en peligro incluso su continuidad. Todo a raíz de la crisis del autoconsumo, el sector por el cual la eléctrica catalana había apostado fuertemente.

Los problemas afloraban ya hace un año, cuando anunció un expediente de regulación para 200 personas. Poco después, dos de sus accionistas, que estaban también en el consejo de administración, mostraron reticencias con respecto a las cifras presentadas por la empresa y, después de meses de pugnas, acabaron saliendo.

A principios de noviembre, anunció un acuerdo con Icosium, un fondo desconocido recién creado, que salió al rescate de Holaluz con una inversión de 22 millones de euros. Ahora, la empresa se encuentra en proceso de refinanciación de su deuda, que tiene que culminar el primer trimestre de 2025. El gran reto que tiene el año que está a punto de empezar es, pues, dejar atrás los problemas financieros, pero también avanzar en la mejora de los resultados para poder centrarse en el crecimiento.