La marca de micromovilidad Silence escalará la producción del nuevo microcoche eléctrico S04 hasta unas dos mil unidades a lo largo de este año, que se comercializarán en toda Europa, después de haber iniciado hace pocas semanas la fabricación en las instalaciones de Nissan a Zona Franca. La primera partida serán unos quinientos vehículos que ha encargado una empresa de rent a car, "que no podemos desvelar", y que se entregarán antes del verano, ha dicho Carlos Sotelo, fundador de la empresa, ahora en manos de Acciona. Para septiembre también está previsto que se pongan en circulación las primeras unidades del público que ha testeado el modelo en la red de distribuidores que la marca tiene en Europa; "ahora mismo ya tenemos unos trescientos pedidos", ha asegurado Sotelo, durante la presentación del vehículo en el salón Automobile Barcelona. La red de distribuidores en Europa irá aumentando hasta unos quinientos, dentro de tres años, para acompañar el crecimiento de la marca.
El proyecto industrial de Silence, una de las empresas que ocupa parte de los terrenos de la antigua Nissan en Zona Franca -unos sesenta mil metros cuadrados-, prevé fabricar unas cinco mil unidades en el 2024 e ir expandiendo el modelo hasta completar la capacidad de cuarenta mil nanocoches anuales -con un solo turno de trabajo-. "Eso no será hasta de aquí a tres o cuatro años", ha confirmado Sotelo y ha explicado que con la planta al cien por cien de su capacidad, la plantilla llegará a los quinientos empleados. Mientras tanto, la producción de las primeras unidades se hace "con el know-how y los estándares de calidad" que nos garantiza trabajar con un centenar de exempleados de Nissan, ha destacado.
El microcoche Silence S04 tiene una batería extraíble que le proporciona una autonomía de 145 kilómetros, a una velocidad máxima de 85 km/hora, porque está ideado como un vehículo cien por cien urbano. Sotelo ha defendido que este vehículo pequeño "se mueve como una moto" pero cuenta con las "comodidades de un coche". El precio de salida es desde un mínimo de ocho mil euros, en función de las prestaciones del vehículo y de si el cliente se acoge al sistema de pago de la batería por suscripción.
Otro punto de inflexión para el crecimiento del negocio de fabricación de vehículos eléctricos de Silence -empresa que nació para la producción de motocicletas- se daría en caso de que la firma intensificara el acuerdo que tiene con Seat, para su división de micromovilidad con la marca Seat Mó. El consejero delegado de Silence ha admitido que dentro de la relación industrial que mantienen ambas compañías actualmente -ya que Silence produce el modelo de motos eScooter 125 de Seat Mó- podrían plantearse fabricar "otros productos". "Tenemos un gran futuro, ojalá una marca se sume a nosotros para impulsar un nuevo segmento", ha dicho Sotelo.
Con respecto a la actual producción de motos eléctricas, Silence está ultimando el traslado de la fabricación de las instalaciones de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) en las nuevas de la Zona Franca. El plan de expansión prevé fabricar veinte mil motocicletas este año, para subirlas a cinquenta mil en tres años. Sotelo ha recordado que ya el año pasado el 75% de la producción se destinó a los mercados europeos. En paralelo, la compañía quiere destinar las instalaciones que tiene a Sant Boi para dedicarlas al reuse de los vehículos de su marca.