El fabricante de automóviles checo Skoda tendría que reducir 3.000 puestos de trabajo y eliminar algunos modelos si el plan de emisiones Euro7 de la Unión Europea se implementa en su forma actual, advirtió Martin Jahn, miembro de la junta de Skoda, en un debate televisivo. La propuesta de ley Euro7, que los países de la UE y los legisladores empezarán a negociar este año, reforzaría los límites a la emisión de los coches de contaminantes perjudiciales a la salud, incluidos los óxidos de nitrógeno.
En paralelo, la Unión Europea ha dicho que los beneficios para la salud de la medida superarían con creces los costes, pero algunos fabricantes de automóviles han advertido que impondría unos costes de desarrollo irreprochablemente caros. Pero la incertidumbre y los avisos se repiten desde el sector de la automoción. El jefe del mayor fabricante de vehículos comerciales Daimler Trucks, Martin Daum, dijo el 10 de marzo que costaría "miles de millones" a la industria. Así pues, más de 10.000 puestos de trabajo estarían en riesgo en la República Checa, incluidos los proveedores de Skoda, dijo Jahn.
Los estados miembros también lo cuestionan
Desde los estados miembros también están tomando posiciones. Los ministros de Transportes de la República Checa, Alemania, Italia, Polonia, Portugal, Rumania, Hungría y Eslovaquia se reunieron el lunes para discutir sus esfuerzos por cambiar la propuesta del Euro 7. Según el ministro de transportes alemán, Volker Wissing, la normativa tal como está planteada necesita cambios urgentes. "La previsión del motor de combustión, cuando tiene que funcionar de manera climáticamente neutral, nos parece un enfoque equivocado", explicó. Y es que el hecho de poder encontrar combustibles que no supongan un problema climático, es por eso que estos países se han puesto de acuerdo. Con respecto a la normativa, sobre todo se centran en los plazos, y en qué países como la República Checa dicen que son poco realistas y abogan por retrasar su entrada en vigor.
"Imposible activarlo en el 2025"
En nuestra casa, el malestar también es manifiesto. La gran preocupación, en estos momentos, es que está prevista que entre en vigor el 1 de julio del 2025 y supondrá la llegada de límites de contaminación más estrictos para todos los coches nuevos. Eso puede causar estragos en muchos fabricantes que podrían llegar a renunciar a algunos de sus modelos, como es el caso de Skoda que reconoce que la normativa Euro 7 pone de verdad el futuro del Fabia. Así lo hizo saber el CEO de Skoda, Klaus Kellmer, que afirmó "Si el Euro 7 se implementa como está planeado actualmente, requerirá inversiones masivas, que después nos faltarán para la transformación a la movilidad eléctrica".
Las patronales consultadas por ON ECONOMIA, desde Ganvam, Anfac y Faconauto, las tres más representativas de la automoción española coinciden que el caso del ERE en la planta de Ford de Almussafes (Comunidad Valenciana) que afectará a 1.100 empleados", se puede replicar en otras marcas". Por eso, todas coinciden en que "hace falta tener un mercado robusto y acelerar la implantación del vehículo eléctrico. Y no ven el éxito si el sector no es competitivo desde las dos ópticas: su mercado, pero también la fabricación", según han asegurado para este diario todas las fuentes.