La demanda de Grifols contra Gotham City Research y su dueño, Daniel Yu, en un juzgado de Nueva York está dejando al descubierto el pasado de tropiezos con la justicia de este directivo y sus prácticas dudosas. De hecho, el juzgado está teniendo problemas para entregar la citación a Yu porque no le localiza y Gotham City Research no tiene sede conocida porque ya no tiene licencia para operar, por lo que formalmente ya ni existe desde 2021, aunque tiene web y redes sociales. La ofensiva de Grifols también apunta a Cyrus de Weck, socio de Yu, que, según ha podido saber ON ECONOMIA, está salpicado por los Paradise Papers por sus empresas offshore.
Cyrus de Weck es un socio clave de Daniel Yu: con residencia en Londres, consta como director de General Industrial Partners, el fondo bajista propiedad también de Yu que atacó a Grifols el mismo día que Gotham lanzó el informe contra la farmacéutica española, el 9 de enero. Dicho fondo tomó una posición bajista del 0,57% en Grifols el día antes, 8 de enero, y en pleno descalabro bursátil de la compañía de hemoderivados, la deshizo para ganar entre 10 y 20 millones de euros en un día. Según las acusaciones de Grifols, ese era el único objetivo de Yu con el informe de Gotham: ganar mucho dinero en un lapso muy corto de tiempo.
Es por ello que la demanda de Grifols por dicho ataque no es solo contra Gotham City Research y Daniel Yu, sino también contra General Industrial Partners y Cyrus de Weck. Este directivo es un auténtico desconocido a nivel mediático, excepto para el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés), que llevó a cabo las pesquisas y publicó los famosos Papeles de Panamá en 2016 para destapar miles de nombres de empresas y directivos con sociedades en paraísos fiscales, procedente de documentos de la firma de abogados Mossack Fonseca.
Cyrus de Weck, director del bajista vinculado a Gotham, tuvo cargos en cuatro empresas offshore radicadas en Malta
Los Papeles de Panamá no fueron los únicos que destapó el ICIJ, sino que además publicó los Pandora Papers y los Paradise Papers, que también destapaban sociedades offshore, pero que en España pasaron más desapercibidos porque el volumen de documentación no era tan extenso y la implicación de españoles era muy inferior y menos relevante. El nombre que sí aparece es el del socio de Yu.
De Weck está en estos papeles por tener cargos en cuatro sociedades radicadas en Malta, que aunque la Unión Europea no lo considera un paraíso fiscal al tratarse de uno de sus miembros, sí que tiene una fiscalidad muy laxa con las inversiones extranjeras y permitió la constitución de sociedades offshore hasta 2004. El socio de Yu era director de Portsea Holdings y Portsea AIFM Malta y accionista de Portsea Master Fund Sicav y Portsea Fund Sicav, según la base de datos del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.
Es muy difícil tener acceso a más información de estas sociedades, saber si aún existen, a qué se dedican y si De Weck sigue teniendo esos cargos. Por las denominaciones, se trataría de sociedades holding, que albergan participaciones de otras empresas, y sociedades de inversión inmobiliaria. Pero lo más probable es que Portsea ya no exista con ese nombre sino que sea ya la propia General Industrial Partners, el fondo bajista que ganó entre 10 y 20 millones en un día con la caída de Grifols.
Según consta en la información pública de empresas de Reino Unido, General Industrial Partners está radicada en Londres desde 2015, pero hasta agosto de 2022 se llamó Portsea Asset Management. Está claro que no es una coincidencia. Puede deberse a dos hechos: que De Weck y Yu crearon la empresa con un nombre similar al de las sociedades offshore, o que directamente importaron una de las sociedades de Malta a Reino Unido cuando se empezaron a filtrar las listas de empresas en paraísos fiscales. Lo que también apunta este hecho es que Yu también podría estar ya relacionado con estas sociedades offshore, si bien su nombre no aparece en los Paradise Papers.
Grifols y Proskauer sacan a la luz el pasado criminal de Daniel Yu
La demanda de Grifols tacha a Gotham, Daniel Yu, General Industrial Partners y Cyrus de Weck de “delincuentes” y les acusa de difamar a la empresa con el objetivo de sembrar el pánico entre los inversores y accionistas para hacer bajar la acción y enriquecerse de forma injusta. Es por ello que reclama una indemnización por el daño económico –Grifols cayó más de un 25% en bolsa en un solo día— y reputacional causado.
Pero una parte importante de la demanda, a la que ha tenido acceso ON ECONOMIA, se dedica a desautorizar la figura de Daniel Yu. Interpuesta por el bufete Proskauer Rose, usado habitualmente por la farmacéutica presidida por Thomas Glanzmann en Estados Unidos, la demanda califica a Yu de “delincuente convicto” y le acusa de “hacer declaraciones falsas adrede con el objetivo ilegal de manipular las acciones en su propio beneficio”.
Pero va más allá y el despacho de abogados encargado del caso repasa el pasado entre rejas de Yu. En 2007, cuando era analista de Dividend Capital, “robó diversos móviles, iPods, ordenadores y cheques de la empresa”, además de carnets de conducir y pasaportes. Cuando la policía registró su casa en Colorado, encontró documentación de excompañeros suyos del MIT que incluían también tarjetas de crédito y extractos bancarios. Por ello, se declaró culpable de robar 134.000 dólares a Dividend Capital y terminó pasando tres meses en la cárcel.
Cuando salió de prisión, pese a estar en libertad condicional, se marchó a Nueva York sin informar a su agente de la condicional. En 2011, fue de nuevo detenido por haber mentido a la policía con respecto a su situación laboral y económica para no hacer frente a la indemnización por el robo a su antigua empresa. Esta vez se declaró culpable de falsificación y volvió a cumplir una pena de tres meses de cárcel, esta vez en Denver.
Daniel Yu, un presunto justiciero sin empresa ni domicilio
Después de estos casos, se instaló definitivamente en Nueva York y forjó su nueva identidad de justiciero desde Gotham City Research, desde donde lleva más de diez años haciendo informes de empresas que, según su parecer, tienen lagunas legales, con el declarado propósito de hacer justicia, que esconde en realidad una lucrativa fuente de ingresos. En España se dio a conocer en 2014 por el ataque a Gowex, una empresa que resultó ser un fraude, por lo que se ganó una credibilidad que este enero, con el ataque a Grifols, le ha servido para que su informe fuera tomado como la advertencia de un actor importante del sector de la inversión.
Nada más lejos de la realidad. Gotham no se dedica a hacer informes de cotizadas, como hacen los bancos de inversión y empresas de análisis. En estos 11 años ha analizado 11 empresas, según consta en el archivo de su propia web, por lo que queda claro que su negocio no se basa en la difusión de informes para los analistas, sino en sacar rendimiento de los mismos. De hecho, la demanda de Grifols pone en duda que Gotham exista ya como empresa, pues perdió su licencia como empresa en Estados Unidos en 2021. El País informa de que ni siquiera ha podido recibir la comunicación de la demanda por parte del juzgado de Nueva York porque no tiene sede conocida.
La demanda de Grifols pone en duda la existencia de Gotham como empresa, pues perdió su licencia en 2021
A quien tampoco localiza el juzgado, según la misma información, es a Daniel Yu. También la investigación de Proskauer asegura que el dueño de Gotham cambia muy a menudo de dirección y que utiliza varios alias, algo que respalda en el hecho de que ya en el pasado había robado identificaciones de compañeros de trabajo. Ahora le toca a Yu demostrar que todo ello es falso para no salir trasquilado de su ataque a Grifols.
Mientras tanto, la farmacéutica de la familia catalana Grífols se va recuperando del golpe en bolsa. Este martes cerró la tercera jornada consecutiva subiendo en el IBEX, con una remontada del 4,8%. En los días posteriores al ataque de Gotham, sus acciones llegaron a caer un 40%, pero en los últimos días acumulan una subida del 24% y la pérdida respecto al 8 de enero se sitúa ya alrededor del 25%.