SolarProfit ha anunciado un ERE para despedir al 30% de la plantilla, lo que afectará a 275 personas de un total de 919 y está previsto que esté ejecutado en octubre. La compañía catalana especializada en la instalación de placas solares ha tomado esta decisión por la caída de la demanda y en un contexto de “ralentización”.
Entorno "complejo y exigente"
En un comunicado, la empresa ha informado que “la Sociedad ha puesto en marcha una batería de acciones tendentes esencialmente a aumentar la eficiencia de los procesos, reducir los costes de adquisición del cliente y al establecimiento de alianzas comerciales, todo ello con el objetivo de aumentar los ingresos y reducir los costes”.
En este sentido, desde SolarProfit han añadido que “la moderación de los precios de la electricidad y la menor renta disponible derivada del aumento de la inflación y los tipos de interés, así como el fuerte aumento de la competencia, ha venido determinado durante los últimos meses un entorno ciertamente complejo y muy exigente para las empresas que operamos en el segmento residencial de instalaciones fotovoltaicas”. Asimismo, SolarProfit "está trabajando en las alternativas necesarias para fortalecer la estructura de pasivo de la sociedad", señala la cotizada.
SolarProfit revisa las previsiones a la baja
Con todo, la compañía dirigida por Òscar Gómez prevé que en noviembre el resultado mensual “se sitúe nuevamente en positivo”. En el mismo comunicado, la firma especializada en placas solares para autoconsumo en el segmento residencial y empresarial ha actualizado a la baja sus previsiones para todo el año y aspira a obtener una facturación de 78 millones de euros (cifra que representa el 71% de la previsión anterior) y admite que el Ebitda será de 15 millones de euros negativos. La compañía atribuye este resultado a la “debilidad de la demanda” de instalaciones, frente a “una estructura de costes diseñada y preparada para un nivel de actividad muy superior”.
En el primer semestre, los resultados de SolarProfit fueron de 33 millones de ingresos y de 10,7 millones de euros en pérdidas brutas. Para el segundo semestre, la firma que cotiza en el BME Growth calcula que los ingresos se van a situar en 45 millones de euros y el Ebitda en -4 millones de euros, según ha destacado en el comunicado. La sociedad tiene un patrimonio neto agregado positivo de aproximadamente 6,5 millones de euros, según el balance provisional a 30 de junio, que la compañía considera "suficiente".
Tras la nota, la reacción de los mercados ha sido la de vender y a media mañana la compañía acumulaba una caída en bolsa superior al 30%. Finalmente, el negocio mantiene su previsión de superar los 80 megavatios (MW) de potencia instalada en el segmento industrial en 2023; mientras que rebaja de 53.000 a 45.000 las instalaciones en el residencial.