El operador Saudi Telecom Company (STC Group) ha irrumpido en el accionariado de Telefónica adquiriendo el 9,9% del capital de la compañía por 2.100 millones de euros. La compañía de telecomunicaciones ha realizado la operación mediante la adquisición de acciones representativas del 4,9% del capital social de Telefónica y de instrumentos financieros que confieren una exposición económica sobre otro 5%. Para obtener los derechos de voto correspondientes a este último porcentaje y convertirse en el máximo accionista de la Telefónica, todavía deberá pasar por los filtros reguladores y el Gobierno de España tendrá que decidir en un plazo que ronda los tres meses.
Se trata de una operación cuidada al detalle para no incumplir la legislación sobre inversiones extranjeras en empresas estratégicas, el denominado escudo antiopas ampliado hasta 2024, que ha cogido por sorpresa tanto al Ejecutivo como a la compañía que dirige José María Álvarez-Pallete, que se enteraron en el mismo día. A pesar de ello, STC Group ha anunciado que sus intenciones son "amistosas" y que no tiene la intención de adquirir el control o una participación mayoritaria en Telefónica. Cabe destacar que STC ya había trazado alianzas con Telefónica anteriormente.
De este modo, fue el pasado febrero cuando anunciaron un acuerdo comercial para explorar las oportunidades que ofrece Oriente Medio. STC Group se convirtió en miembro del Partners Program de Telefónica, una iniciativa lanzada en 2011 y de la que forman parte otros operadores de telecomunicaciones líderes y que cubre más de 65 mercados en Europa, América Latina, Oriente Medio y África. No obstante, la operación llevada a cabo este martes supone un movimiento de gran calado que ha supuesto una sorpresa a nivel internacional. Es por ello que cabe preguntarse quién está detrás de esta empresa.
La mayor operadora de Oriente Medio
STC Group es la mayor operadora de telecomunicaciones del régimen de Arabia Saudí y de Oriente Medio, con un valor de mercado cercano a los 50.000 millones de euros. Tiene una cuota de mercado del 75% y gestiona el 90% del volumen y los datos del tráfico de Internet de Arabia Saudí. Se trata de un gigante del sector que ofrece sus servicios y productos en hasta 11 países de Oriente Medio y el norte de África, con una base de clientes de 170 millones.
A través de esta operación en Telefónica, el capital saudí entra por primera vez en el IBEX 35, pero no es la única incursión en el sector de las telecomunicaciones europeo. Destacan así otras inversiones recientes como la adquisición de la empresa de torres de United en Bulgaria, Croacia y Eslovenia. En cualquier caso, el grupo árabe ve potencial en Europa para obtener rentabilidad a través de empresas como Telefónica.
"Esta importante inversión a largo plazo de STC Group está alineada con nuestra estrategia de crecimiento, según la cual invertimos en sectores como la tecnología y la infraestructura digital en mercados que consideramos prometedores alrededor del mundo", ha señalado el presidente de STC, Mohammed K. A. Al Faisal. Si bien hasta ahora no era una compañía famosa en España, no es la primera vez que ha estado presente en el país. Y es que, en 2009, el grupo firmó un acuerdo de patrocinio con el Real Madrid que se prolongó hasta el año 2018.
Controlada por la familia real de Arabia Saudí
La compañía está controlada en un 64% por el fondo soberano saudí, Public Investment Fund (PIF). Es el fondo con el que la familia real del país invierte en multinacionales y firmas con potencial de todo el mundo con el objetivo de obtener rentabilidades y diversificar la economía saudita. El presidente de este vehículo financiero es el príncipe Mohammed bin Salman, responsable del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, y heredero al trono del país.
Para reducir la dependencia del petróleo a medio plazo, Arabia Saudí está impulsando inversiones a través de PIF en diferentes compañías como Nintenendo o Electronics Arts en el sector de los videojuegos y en otras como Uber. Asimismo, en los últimos meses se están viviendo grandes movimientos de dinero desde el país para atraer grandes talentos futbolísticos y llevar su liga de fútbol a rivalizar con las grandes competiciones europeas.
En esta estrategia, PIF es fundamental, pues controla a los cuatro equipos más importantes de Arabia Saudí, a los que se han ido grandes estrellas como Cristiano Ronaldo o Benzema. Asimismo, la irrupción del fondo en el mundo del gol mediante LIV Golf también ha estado rodeada de polémica y una guerra por los derechos de transmisión y patrocinios que acabaron con la fusión con su rival europeo DP World Tour.