Credit Suisse sigue capeando un temporal que parece no amainar pese a la compra precipitada de UBS por más de 3.000 millones de euros. Pese a que la absorción del banco rival parece antojarse como la única vía de escape para la firma helvética, esta también podría abrir un sinfín de problemas, sobre todo, relacionados con los trabajadores de Credit Suisse. Pese a que la compra de segundo banco más grande de Suiza por UBS ha neutralizado el caos bancario existente en Europa, todo parece indicar que, con el rescate, la entidad bancaria resultante tendrá que encarar varios problemas, como recortes de plantilla, dimisiones o hasta incluso batallas legales por compensaciones económicas, tal y como informó ON ECONOMIA.
La última noticia que llega desde el país helvético es que el Gobierno suizo suspenderá temporalmente ciertos tipos de pago de bonificación para el personal de Credit Suisse tras la compra de la entidad bancaria en la que el Ejecutivo del país con capital en Berna ha tenido un papel esencial. Cabe destacar que hace apenas tres días se cerraba el acuerdo de compra con UBS por más de 3.000 millones de euros y, ahora, falta atar los cabos de cómo quedará la estructura de Credit Suisse.
Los banqueros de Credit Suisse buscan salir de la compañía
El Gobierno suizo dijo en un comunicado que, en virtud de la Ley Bancaria suiza, está facultado para imponer medidas relacionadas con la remuneración “si un banco de importancia sistemática recibe ayuda estatal directa o indirecta de fondos federales”. Esto ha desatado un nuevo problema que, tras la compra de UBS, parecía que se iba a hacer mucho más grande. Y es que, con la compra del banco rival, lo que cabría esperar es lo que está ocurriendo: Credit Suisse verá como su plantilla se ajusta. De hecho, tal y como informa este miércoles ON ECONOMIA, los empleados de la, hasta ahora, segunda entidad bancaria más grande de Suiza, son conocedores de que la empresa tiene un plan de ahorro de costes con el que pretenden alcanzar los 8.000 millones para 2027, y en él, los ajustes de plantilla tienen cabida.
Este problema se empasta con el resultante tras el comunicado gubernamental de la suspensión de bonificaciones al personal de la entidad bancaria. Y es que, tal y como revelan desde Bloomberg, responsables de recursos humanos de todo el mundo están recibiendo numerosas peticiones de empleo por parte de los banqueros de Credit Suisse, ya que entienden que, con la absorción de UBS, sus puestos de trabajo no están asegurados y, seguidamente, de lograr mantenerlos, no dispondrían de una bonificación, lo que le resta atractivo a sus puestos de trabajo. Tal y como informan desde Europa Press, cualquier congelación de pago de bonificación, incluso si es temporal, puede incitar a más empleados de Credit Suisse a buscar otro empleo.
Credit Suisse tiene que encarar varios problemas
Es evidente que la compra de UBS parece una de las pocas vías que a Credit Suisse le quedaban para sanear sus maltrechas cuentas. En 2022, el banco dirigido por Ulrich Körner perdió más de 7.300 millones de euros, además de experimentar una caída en Bolsa sin precedentes. Todo ello unido a un momento en el que la credibilidad de la compañía estaba en entredicho por varios escándalos y problemas asociados a la inversión en empresas de escasa fiabilidad.
Pese a que Credit Suisse era una institución asentada en el mercado bancario, con más de 167 años de historia, sus problemas financieros la han arrastrado hasta la situación actual, en la que se debate por mantener parte de su personal para poder minimizar los costes. En línea con los problemas devenidos de la absorción, desde ON ECONOMIA se señaló a la posibilidad de que los bonistas, especialmente los propietarios de los AT1 o ‘CoCos’ generarán una nueva brecha judicial en Credit Suisse, puesto que estos son los más damnificados por la compra de UBS al no recibir ningún tipo de compensación económico, cómo sí que la tendrán los accionistas de la empresa, pese a estar por debajo de los bonistas en el orden jerárquico.
El Gobierno suizo no prohibirá las bonificaciones concedidas en 2022
Al hilo de la congelación de las bonificaciones, el consejo ejecutivo de la empresa decidió el pasado lunes renunciar a su remuneración variable para 2022, tal y como informó el Gobierno helvético. Es por ello por lo que el Ejecutivo suizo no prohibirá retroactivamente “la remuneración variable ya otorgada y pendientes de abono inmediato para los empleados de Credit Suisse por el año fiscal 2022”.
“El objetivo de esto es también evitar que afecte a los empleados que no causaron la crisis", detallan desde el Gobierno de Suiza. Aun así, el Ejecutivo del país centroeuropeo ha instado al Ministerio de Finanzas suizo a que "proponga medidas adicionales" sobre la remuneración variable para 2022 y posteriores ejercicios. Está por ver cómo se salda una situación que parece que aún tendrá cola hasta que deje a todas las partes satisfechas.