La compañía Talgo ha confirmado este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ha recibido "una manifestación preliminar de potencial interés" por parte de un grupo empresarial húngaro de formular una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) sobre la totalidad de los títulos del fabricante ferroviario, a un precio de 5 euros por acción. En la comunicación informativa, Talgo subraya que "hasta donde conoce", no existe ningún tipo de decisión por parte de dicho inversor en relación con la posible OPA "ni certeza de que este vaya a seguir analizando la operación"; la cual permitiría la salida del principal accionista del grupo, el fondo Trilantic, que entró en la ferroviaria en 2006. De materializarse esta oferta, el valor del 100% de la compañía sería de cerca de 632 millones de euros y conllevaría una prima del 27,7%, sobre el valor de mercado de este miércoles. Talgo no ha relevado el nombre del holding familiar húngaro.
Actualmente, Talgo es propiedad del fondo de inversión Trilantic, que controla un 40% del capital, a través de Pegaso Transportation International SCA, una sociedad en la que está presente aún la familia Oriol, fundadores de originales de Talgo, y que aún ostenta la presidencia del grupo a través de Carlos Palacio, nieto del fundador. Entre los restantes accionistas figura la familia Torrente Blasco, con un 5%, la aseguradora Santa Lucía, con un 2,85%, y varios fondos de inversión cuyas participaciones no superan el 3% del capital.
Ante este anuncio, que ha publicado este jueves el diario La Información, la CNMV mantuvo suspendida cautelarmente la negociación de Talgo, durante las primeras horas de la sesión bursátil de este jueves. Al retomarse la cotización, a las 10:00 horas, pues el organismo supervisor considera que la compañía ha aportado "información suficiente", las acciones sumaron un 18%, con un valor de 4,60 euros, frente a los 3,915 euros al cierre de la bolsa este miércoles, lo que le atribuía una capitalización bursátil de 518,51 millones de euros. Pasadas las 11:30 horas, los títulos protagonizaban un alza del 14% hasta los 4,46 euros, lo que sitúa en el 39% la revalorización en lo que va de año.
Según los últimos datos financieros, el fabricante de trenes ha registrado unos ingresos de 470,3 millones de euros en los nueve primeros meses de 2023, un 33,5% más frente a los 352,2 millones de euros registrados en el mismo periodo del año anterior. La compañía atribuyó estos resultados al aumento de la actividad de fabricación de la compañía y a las extensiones de los contratos con los operadores ferroviarios europeos en Alemania y Dinamarca. Durante su presentación, la compañía revisó al alza sus previsiones anuals sustentadas en una cartera de pedidos al alza. Los nuevos pedidos registrados por valor de 1.900 millones han impulsado la cartera a máximos históricos de 4.200 millones. De estos últimos, el 50% corresponden a la actividad de fabricación, el 46% a mantenimiento y el 4% a reparaciones y otros. Entre estos destaca la fabricación de locomotoras y remodelación de trenes para Renfe en España, las ampliaciones de los contratos de trenes Talgo 230 para DB y DSB, la extensión del contrato de mantenimiento de la flota de alta velocidad de Renfe y el contrato con el operador egipcio ENR para fabricar siete trenes nocturnos “aún pendiente de condiciones precedentes y aprobaciones).
En la junta de accionistas celebrada el pasado mes de junio, la compañía aprobó elevar un 20% la retribución al accionista en 2023 a través de un dividendo flexible y un nuevo programa de recompra de acciones propias, por un importe total de 12 millones de euros.
La gama de productos de Talgo abarca trenes de muy alta velocidad (hasta 330 km/h), donde atesora una gran experiencia en las redes más avanzadas del mundo, así como trenes de alta velocidad (hasta 250 km/h), una opción para operadoras que buscan un material para una rotación acelerada tanto en redes que han sido adaptadas a la alta velocidad como en líneas convencionales sin adaptar. Estos trenes cuentan con la posibilidad de equipar sistemas de cambio de ancho e incluso de operar en líneas sin electrificar, lo que los convierte en una solución muy versátil. Talgo, que tiene a CAF como competidor en España, cuenta con oficinas y centros de producción y mantenimiento en países como Alemania, Estados Unidos, Rusia, Kazajistán o Arabia Saudí y más de 400 equipos de mantenimiento que funcionan actualmente en 44 países de todo el mundo.