El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, no espera una "gran revolución" en el consejo de administración de la cotizada tras el desembarco de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y la saudí STC en el accionariado de la compañía. "STC no ha manifestado nada sobre Telefónica desde el año pasado", ha afirmado el ejecutivo en un almuerzo informativo.

Telefónica está en estos momentos pendiente de si Saudi Telecom Company (STC) finalmente ejecuta --con previa autorización del Gobierno-- el 5% de acciones que tiene desde el pasado 5 de septiembre de 2023 en derivados financieros, tras hacerse con un 4,9% de los títulos de la 'teleco' mediante una compra directa.

De manera complementaria, Álvarez-Pallete ha calificado de "buena" la relación con Carlos Ocaña, el consejero que tiene en la compañía el Estado a través de la SEPI, que no descarta solicitar un segundo representante en el consejo.

Asimismo, el directivo ha restado importancia a la desinversión de Goldman Sachs en el accionariado desde el 5,533% al 0,236% y lo atribuye a los cambios en la "composición de los instrumentos financieros".

"Hay muchas contrapartidas de derivados utilizados para estructurar la entrada de nuevos accionistas y los que han aumentado su participación, por lo que es difícil saber qué parte de las contrapartidas tienen que ver con instrumentos estructurados y qué parte no", ha comentado, para añadir que no cuenta con los "elementos suficientes de juicio" para valorar la venta de títulos por parte de la entidad estadounidense.

Estrategia en América Latina

En América Latina, Telefónica cuenta con dos frentes abiertos. Uno de ellos relacionado con la venta de su filial colombiana a la luxembuerguesa Millicom por unos 370 millones de euros. Por su parte, en Chile la española se ha aliado con América Móvil, propiedad de Carlos Slim, para explorar conjuntamente su potencial participación en el proceso de venta de activos de la operadora local Wom y sus filiales, tras declararse en quiebra al no cumplir un plan de refinanciación de 348 millones de dólares (algo más de 316 millones de euros) en deuda que vencía en noviembre de 2023.

A este respecto, Álvarez-Pallete ha puntualizado que el objetivo siempre es "intentar generar un retorno que valga el coste de capital", porque el accionista "nos pide generar rentabilidad sobre los activos invertidos".