La automovilística Tesla ha sido este miércoles una de las protagonistas del mercado bursátil americano, en una sesión en Wall Street marcada por el anuncio de la política de aranceles de Donald Trump. De hecho, la relación del presidente americano con el propietario de Tesla, Elon Musk, ha estado detrás del citado protagonismo.
Mientras que las acciones de Tesla sucumbía en la apertura de la bolsa de Wall Street, a posteriori ha registrado un repunte considerable ante los rumores de que Musk abandonará sus responsabilidades 'políticas' en el gobierno de Donald Trump.
Tesla ha tenido un importante tropiezo al inicio de la sesión bursátil, con una caída del 4,6%, tras anunciar la empresa que sus ventas cayeron hasta los 336.681 vehículos en el primer trimestre del año, un 13% menos que en el mismo periodo de 2024. No obstante, a media sesión, se recuperaba hasta un ascenso del 2%, en medio de especulaciones de que el empresario Musk planea retirarse de su papel político dentro de la Administración Trump, según adelantó un informe de Politico. Con el paso de las horas, ha llegado a subir un 4,88%, hasta los 281,33 dólares la acción.
De hecho, las ventas de los modelos eléctricos de la marca Tesla han sucumbido a la presión de los consumidores por las vinculaciones de Musk con la política. Han estado bajo presión a lo largo de este año, desde que Trump asumió la presidencia americana. Cabe señalar que, a petición de Trump, Musk es el encargado de recortar gastos y aumentar la eficiencia gubernamental, con una política de ajuste laboral entre los empleados públicos de la administración estadounidense. Musk encabeza el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), encargado de reducir el gasto público. Por otro lado, se ha creado opositores por su apoyo a grupos de extrema derecha y por defender la anexión de Canadá por parte de EE.UU.
La Casa Blanca salió al paso de los rumores y desmintió las informaciones de Politico, calificándolas de "basura". Según la portavoz Karoline Leavitt, las especulaciones sobre el retiro de Musk son infundadas, ya que el empresario continuará en su puesto en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) hasta que termine el trabajo que se le ha asignado, el cual ha sido descrito como "increíble".
La portavoz también ha explicado en su cuenta oficial de la red social X (anteriormente Twitter) que tanto Musk como el presidente Trump han expresado públicamente que Elon Musk dejará el servicio público cuando finalice su trabajo en DOGE.
Los estadounidenses críticos con estas medidas han hecho boicot a los vehículos Tesla. Y no solo en los Estados Unidos. En Europa, las ventas del fabricante estadounidense cayeron en enero en Alemania un 59,5% respecto al mismo mes del año anterior, matriculando 1.277 unidades. El mercado en el que Tesla montó su primera fábrica en Europa. Además, en un contexto en el que el mercado de vehículos eléctricos en ese país subió más de un 53%, recuperándose de las caídas de la demanda del año anterior provocadas por la retirada de incentivos a la compra.
Una tendencia que en Europa también se ha trasladado a otros mercados. En el caso de España, las ventas de Tesla, la empresa estadounidense de coches eléctricos, siguen descendiendo: en febrero han vendido 918 coches, un 10% menos que el mismo mes del año pasado; un descenso que contrasta con el incremento del 6,4% en las matriculaciones de los coches eléctricos y el del 11,1% del conjunto de los turismos.
Pérdidas anuales del 32% en bolsa
En paralelo a este desagrado popular, los títulos de la cotizada de Wall Street acumulan pérdidas del 32% en los pasados doce meses, también como reacción negativa de los inversores a las actividades políticas de Elon Musk.
El negocio automovilístico se ha visto afectado de tal manera que, según la información difundida este miércoles, las ventas de Tesla cayeron a 336.681 vehículos en el primer trimestre del año, un 13% menos que en el mismo periodo de 2024. De enero a marzo de 2025, la compañía produjo un total de 362.615 vehículos, un 16,1% menos que el año anterior. Además, la cifra de entregas fue inferior a lo previsto por los analistas, que habían anticipado hasta 370.000 ventas.
Tesla justificó la significante reducción de la producción por el proceso para adaptar sus cuatro plantas de montaje a la fabricación de la nueva versión del Model Y, su vehículo que cosecha mayores ventas. La compañía señaló en un comunicado que el proceso provocó "la pérdida de varias semanas de producción" en el primer trimestre, aunque la transformación "va bien".
Recelos a los aranceles
Por otro lado, se apuntan ciertas desavenencias entre Trump, el mentor de Musk en la política, a raíz de la política arancelaria. Recientemente, la compañía automovilística recordó a la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos que la reacción de los países afectados por las tasas comeciales puede tener un efecto bumerán. Añadió, en una carta, que además las medidas arancelarias especiales anteriores de Estados Unidos han incrementado los costes para Tesla de los vehículos fabricados en Estados Unidos y los costes de esos mismos vehículos al exportarlos desde Estados Unidos, lo que resulta en un mercado internacional menos competitivo para los fabricantes estadounidenses.