Tesla ha alcanzado una capitalización de mercado superior al ‘trillón’ de dólares (un billón de euros) por primera vez en su historia tras la victoria de Donald Trump en las presidenciales de este pasado martes. Con un repunte en el Nasdaq estadounidense superior al 6%, el fabricante de coches eléctricos sitúa el precio de sus acciones en el entorno de los 312 dólares (unos 290,35 euros por título).

Con los inversores posicionados a favor de la futura política económica del republicano, el mercado confía en la influencia que pueda ganar el fundador de la automovilística, Elon Musk, en la próxima Administración norteamericana, ya que se especula con que su papel sea importante en un nuevo gobierno de Trump.

De hecho, Trump prometió al empresario de origen sudafricano durante la campaña electoral ser el nuevo "secretario de reducción de costes", lo que le daría competencias para reducir el peso de los funcionarios en la administración pública del país. No obstante, Musk afirmó que no tendría cargo ni sueldo en la próxima administración Trump.

Durante los últimos meses de campaña electoral, acorde a los registros del Partido Republicano, el empresario de los automóviles eléctricos ha llegado a inyectar 130 millones de dólares (121,15 millones de euros) en los mítines, publicidad y discursos de Donald Trump y de su candidato a vicepresidente J.D. Vance. También ha puesto en marcha todos los engranajes de la red social X, con un sinfín de mensajes de apoyo al magnate neoyorquino.

A modo de respuesta, Trump ha propuesto durante la campaña electoral aranceles del 10% a la importación sobre todos los productos fabricados en el extranjero y de hasta el 100% sobre todos los vehículos importados. Una posible decisión en firme que beneficiaría, en un principio, a fabricantes estadounidenses como Tesla, pero también a otros ligados a la combustión como Ford o General Motors.

Y es que los inversores confían en que el futuro de Musk y sus empresas sea dorado durante la próxima legislatura. En su discurso de victoria, el republicano dejó clara su visión sobre el empresario de origen sudafricano. "Tenemos una nueva estrella, ha nacido una estrella, ¡Elon! (...) es un tipo increíble", dijo.

Sin embargo, si bien Tesla tiene claramente una escalada en la industria de los vehículos eléctricos, lo que podría ofrecer una clara ventaja competitiva a la compañía en un futuro sin subsidios a los coches de batería, el resto de fabricantes esperan ahora una oleada en su contra desde que el 20 de enero de 2025 Trump vuelva a ser investido en las escalinatas del Capitolio en Washington.

Varias casas de análisis consultadas por Europa Press creen que la victoria de Trump será un elixir para Tesla. Wedbush calcula que los títulos podrían sumar hasta 50 dólares al precio por acción si, además, se consigue implementar de una manera eficaz el sistema de conducción autónoma Full Self Driving a partir de 2025.

Sin embargo, para Tesla, a pesar de ser positiva a priori la llegada del Trump al Despacho Oval no lo es tanto el hecho de que los republicanos hayan conseguido tomar el control del Senado de Estados Unidos, hasta ahora en manos de los demócratas, tras conseguir una mayoría de 51 escaños sobre 100. En la Cámara de Representantes, el recuento también ofrece una victoria clara para los republicanos a la espera de la proclamación del resultado final.

Y es que Musk se enfrenta a que, con la dirección de la derecha en el Congreso del país, se deroguen múltiples disposiciones relacionadas con el vehículo eléctrico y a la supresión de los requisitos de emisiones contaminantes y de consumo de combustible, lo que podría limitar los ingresos de Tesla generados por la venta de créditos ambientales a los fabricantes que luchan por cumplir con la normativa de la Administración demócrata.

No obstante, Musk ha restado importancia a la amenaza de cualquier retroceso en los incentivos gubernamentales para los vehículos eléctricos, al tiempo que ha hecho hincapié en el potencial de las empresas para beneficiarse de la desregulación.

Durante la presentación de los resultados trimestrales de Tesla hace unas semanas, Musk llegó a pedir una aprobación acelerada de la tecnología de los vehículos autónomos y a admitir que "trataría de conseguirlo" con Trump.