El fabricante de tejido de punto elástico Nextil ha conseguido el pedido mayor de su historia gracias a Elastic Fabrics of America, su filial norteamericana, que ha recibido un encargo valorado en 12,6 millones de dólares (unos 11,5 millones de euros). La compañía, heredera del antiguamente denominada Dogi, producirá un tejido específico para el sector médico que aportará un 64% de margen de contribución y 1,8 millones de dólares (unos 1,65 millones de euros) de resultado bruto de explotación (ebitda) a la compañía durante el año y medio en que está previsto su producción y entrega, ha precisado la empresa en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Después del anuncio, los títulos de Nextil repuntaban un 4,7% en Bolsa española, a las 16.45 horas, hasta 0,51 euros. Al cierre de la sesión, la subida se mantenía en un 3,08% y la acción cotizaba a 0,50 euros.

La compañía, que cotiza en el Mercado Continúo, ha explicado que se trata de un tejido de alto valor añadido y desarrollado íntegramente por el equipo técnico de Nextil, un pedido que será el más relevante de la historia para este grupo, tanto por su volumen como por el hecho de estar en un solo único pedido. "Convierte el pedido en la más relevante de todos los encargos obtenidos por Nextil, fortaleciendo la presencia de la sociedad en el mercado norteamericano", ha significado. En la división de productos para el sector médico, Nextil diseña y produce tejidos que llegan a un alto nivel tanto de compresión como de confort, soluciones transpirables e higienizadas, proporcionando al paciente el equilibrio adecuado entre sujeción, protección y relajación, explica la compañía. Los tejidos elásticos que produce la compañía están hechos en hilo compuesto de poliamida, poliéster, elastano e hilos naturales, diseñando soluciones de tejido específicas para aplicaciones médicas. Su maquinaria permite fabricar tejido de punto por urdimbre de diferentes gramajes y sin costuras.

Nuestros orígenes de Nextil hace falta buscarlos en la historia de Dogi, el año 1954, cuándo la textil abrió la primera fábrica al Masnou, Barcelona. Después de varias etapas -algunas de ellas complejas y que estuvieron a punto de hacer desaparecer esta factoría-, el grupo se reflotó y desde entonces otras marcas se han ido sumando al proyecto y han aportado toda su experiencia: SICI93, Playvest, Greendyes, EFA, RITEX, QTT, TREISS y Anna Llop. Actualmente, el grupo tiene una facturación de 100 millones de euros anuales y presencia comercial en los cinco continentes. Dispone de tres centros de producción, situados en Portugal, Barcelona y los Estados Unidos, donde elabora tejidos y piezas de moda, baño, deporte, lencería y médicos, que ofrecen un amplio abanico de posibilidades a los clientes internacionales. La empresa ocupa una sesentena de empleados.

En innovación, la compañía se ha focalizado en los llamados tejidos técnicos. Entre ellos, destaca el proyecto Play The Best en el ámbito del deporte y la competición. El proyecto incluye la investigación y el desarrollo de nuevas fibras, tejidos y prendas de ropa sin costuras de alto rendimiento, que ha sido posible gracias a la sinergia entre varias empresas del grupo.