La empresa de acabados textiles Texia está ganando mercado a los Estados Unidos. El fabricante de acabados textiles, estampados y tintados para el sector de la moda, además de servilletas, manteles o trapos de cocina para la restauración o el catering de lujo y para los servicios de la primera clase de las líneas aéreas y cruceros internacionales, dobló el valor del negocio de su filial norteamericana hasta los 4 millones de euros el año pasado, con un incremento del 120%, y con un peso sobre la facturación global del 19%.
El objetivo de la compañía, de capital familiar y situada en Monistrol de Montserrat (Barcelona), es afirmar este crecimiento en un mercado estratégico y con un alto potencial. Hoy por hoy, las previsiones para Texia North America (situada en Montreal y desde donde se da servicio en toda Norte América) apuntan que este año la cifra de negocio seguirá creciendo, de los alrededores del 87%, hasta los 7,5 millones de euros. La estrategia de la firma implica producir directamente en el mercado americano.
El año pasado, el grupo Texia facturó 20,5 millones de euros, con una subida significativa del 62,7%, que la empresa argumenta por|para el efecto que la pandemia todavía tuvo sobre el negocio global. En el 2021, esta corporación textil facturó de 12,6 millones, con un trimestre perdido a causa de la pandemia, según ha informado. Los ingresos de Texia se dividen entre los diferentes sectores a los cuales dirige los productos: hostelería de lujo (33%), líneas aéreas (22%), acabados textiles (16%), la filial americana (19%), limpieza (12%) y retail (4%) que se produce a Texia Finishing.
La compañía, actualmente en manos de la tercera generación de la familia Guasch y liderada por Marcos Guasch, espera cerrar en el 2023 con unos ingresos de 24 millones de euros. Para conseguir estos objetivos, Texia prevé escalar la producción en otros continentes. Un objetivo que siempre ha figurado en la hoja de ruta de la compañía, pero que ve más factible ahora gracias a la línea de productos más sostenibles que ha lanzado en el mercado.
Texia: tecnología y sostenibilidad
Eso responde a la apuesta de la firma por I+D, labor en la cual destina un 10% de la facturación, y que le ha permitido introducir la estampación digital pigmentaria, en colaboración con la multinacional Epson. Para esta tecnología, la ya centenaria compañía ha optado en fondos europeos Next Generation. Es un proceso que aplica a la estampación y finalización de tejidos para el sector de la moda que produce Texia Finishing.
Esta nueva tecnología repercute en una mejora de la sostenibilidad, porque la impresión digital permite eliminar el eslabón de la confección y, por lo tanto, de la huella hídrica. Es decir, se reduce el impacto medioambiental, ya que no requerirá lavar o generar tintes residuales. Como resultado, se evitan todos los costes asociados a la depuración de aguas y, además, se reduce considerablemente la huella hídrica en procesos de lavado posterior. Además, la impresión digital directa en tejido evita la necesidad de utilizar cilindros para hacer los dibujos del tejido, cosa que ayuda a reducir costes, ya que estos cilindros tienen un precio elevado.
Unas ventajas que, unidos a la tecnología Seamless, basada en la ausencia de costuras y que permite eliminar el 30% de los materiales destinados a este proceso, también supone un ahorro de materia prima textil.
La firma, que fecha de 1917, comercializa en todo el mundo con las marcas Rolldrap (trapos de cocina, delantales, y otros utensilios textiles para la cocina), My Drap (manteles individuales y servilletas de tela 100% algodón, algodón reciclado o lino) y Day Drap (manteles textiles de resina, gracias a la combinación del algodón reciclado, no confeccionado, con capas impermeables y antideslizantes que facilitan la limpieza y lo fijan en las superficies donde se coloca).
Entre las mejoras en la factoría de Monistrol, donde trabajan unas 90 personas, Texia además del uso de fibras naturales, está introduciendo tejido de algodón reciclado que obtiene de proveedores locales, según asegura la compañía. Las instalaciones fabriles cuentan con una depuradora de aguas residuales y una planta de cogeneración que contribuye como fuente de energía.