Se espera que 2025 sea un año marcado, a nivel global, por el avance imparable de la inteligencia artificial (IA) y toda la industria que la impulsa y la abastece, con un impacto transversal en todos los sectores económicos y también en la sociedad. Pero también podemos esperar un mundo más cerrado comercialmente a raíz de los conflictos geopolíticos. En el ámbito catalán, el tema será la financiación de Catalunya y el destino de algunas empresas.
Detrás de todas estas previsiones hay personas, que por acción u omisión, serán decisivas para que la economía y las empresas avancen en una dirección u otra. Probablemente, Donald Trump sea uno de los tipos de interés, cogiendo el nombre de la sección que hacemos diariamente en ON ECONOMIA, claves en 2025, ya que llega con ganas de cambiar muchas cosas, pero hay otros. Hemos seleccionado a siete.
Donald Trump
La elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos ya está suponiendo un cambio en el escenario no solo estadounidense, sino mundial, y eso que todavía no ha tomado posesión. Y no solo por las políticas que promete. Su futura llegada a la Casa Blanca ya ha impactado en los mercados y llevó Wall Street y el bitcóin a máximos hace pocas semanas.
Trump tomará posesión el 20 de enero con promesas que pueden trastocar la economía mundial: la imposición de aranceles del 20%, que pueden llegar al 100% para algunos países; la deportación de inmigrantes, y un drástico adelgazamiento de la administración, acompañado de una liberalización masiva, cosas que confiará en el hombre más rico del mundo, Elon Musk –el dueño de Tesla podría ser también uno de los tipos de interés del 2025, pero lo simplificaremos en Trump.
Algunos aranceles ya existen, incluso la Unión Europea los ha impuesto a los coches eléctricos chinos. Pero si los EE.UU. los suben, el mundo puede entrar en una espiral inflacionista. Según los economistas, ni siquiera sería bueno para los estadounidenses. La esperanza que tienen es que no cumpla la promesa, como mínimo totalmente, y utilice los aranceles para negociar. Ya lo está haciendo, cambiando gas y petróleo por exportaciones.
La otra medida que llevará a cabo Trump y tendrá un impacto global será la liberalización y laissez faire en algunos sectores, como el aeroespacial, el coche autónomo y la IA. Se espera, de hecho, que aceleren, y eso explica la apuesta por Trump del hombre más rico del mundo, que tiene importantes intereses en los tres ámbitos. De hasta qué punto el nuevo presidente de los EE.UU. ponga en marcha estas políticas dependerá el camino de la economía mundial en 2025.
Teresa Ribera
Mientras los Estados Unidos han escogido la vía Trump, la Unión Europea se encuentra en una encrucijada: ha apostado, y más que nadie, por la transición ecológica, pero las presiones de grandes industrias, la evidencia de que la realidad va por detrás en mercados como el del coche eléctrico y la sensación de que la preocupación por estas cuestiones le ha restado competitividad global –la UE regulaba mientras los americanos y los chinos innovaban—, han puesto en crisis la apuesta. Los resultados de las elecciones europeas, con más fuerza para la derecha, también lo ponen de manifiesto.
En este contexto, ha llegado a Bruselas Teresa Ribera, después de una pugna entre el PP y el PSOE que enturbió su nombramiento como número dos de la Comisión Europea. La nueva vicepresidenta de la CE es una firme defensora de la transición energética, pero tiene el reto de acoplarla al desarrollo económico, cuando la Unión Europea tiene claro que tiene que acelerar para no quedar definitivamente atrás, como han alertado los informes Draghi y Letta.
Ribera se encontrará, también, resistencias dentro mismo del Colegio de Comisarios. Ursula Von der Leyen, del PP europeo, ha formado a un ejecutivo de equilibrios, como muestra el importante papel de la socialista española, pero ha confiado la política industrial en el francés Stephane Sejourné, del partido de Macron, que tendrá otras prioridades, y con quien deberá que negociar. Ribera también es la responsable de la competencia, una de la cartera más importantes de la UE porque pasan por ella miles de operaciones cada año.
Alícia Romero
A nivel catalán, 2025 tiene que ser el año de un nuevo acuerdo de financiación con el Gobierno. Así lo acordaron PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa y lo asumió el PSOE en su Congreso Federal de finales de noviembre. En el primer semestre, tendría que haber un acuerdo cerrado.
Con una cuestión tan espinosa, y con los retrasos acumulados, es difícil poner la mano en el fuego para asegurar que se reformará la financiación este 2025, incluso esta legislatura. Si está en manos de alguien, en Catalunya, además del propio Illa, es de Alícia Romero, que tiene un doble reto: llegar a un acuerdo con el Gobierno, que al mismo tiempo ha de lidiar con el resto de comunidades autónomas, que harán todo el ruido que podrán, y por otra parte, no aguarlo hasta hacerlo inasumible para las fuerzas independentistas y poco efectivo en la práctica.
La consellera de Economía tiene otro gran objetivo este 2025: aprobar los presupuestos de la Generalitat. Los equilibrios parlamentarios lo hacen muy difícil, pero es necesario para impulsar políticas e inversiones y no tener que gestionar el país con prórrogas presupuestarias.
Mateo Valero
La irrupción y avance de la inteligencia artificial ha marcado en el 2024 –año en el cual ON ECONOMIA ha lanzado el primer vertical de IA del mercado catalán, ON-IA— y seguirá marcando la economía y también la sociedad, cada día con más intensidad. En este campo podríamos destacar Jensen Huang, fundador de Nvidia, Sam Altman, CEO de OpenAI, o también Elon Musk, pero hemos preferido mirar más cerca y barrer para casa, aunque las decisiones de los tres personajes citados, y unos cuantos más, son primordiales para el futuro de la IA.
Mateo Valero es el director del Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), que este diciembre fue escogido por la Comisión Europea para ser una de las siete AI Factorías de la UE. Si el BSC ya es un centro muy importante en nuestra casa, por los 150 proyectos de investigación en supercomputación que se llevan a término, este nombramiento supondrá un salto importantísimo.
El BSC recibirá 198 millones de euros para convertirse "en un epicentro de desarrollo en inteligencia artificial, permitiendo tanto al sector público como al privado impulsar proyectos de I+D de alto impacto en ciencia y tecnología." Lo que hará es ampliar su capacidad de supercomputación, ya que se equipará con "tecnología avanzada de aceleradores de IA para el entrenamiento y desarrollo de modelos generativos a gran escala". Se espera que este 2025 ya esté desarrollado el proyecto, que se pondrá al servicio de start-ups, pymes e instituciones.
Carlos Torres
El presidente del BBVA puede ser el banquero del año en España, si consigue su objetivo y culmina con éxito la opa sobre el Sabadell. Pero 2025 también puede suponer un descalabro para la carrera de Carlos Torres si la operación fracasa. En todo caso, será el hombre clave en el sector financiero español porque se tiene que decidir la unión de dos de los grandes bancos del Estado.
La opa del BBVA al Sabadell fue una apuesta casi personal de Torres, que ha puesto toda la carne en la parrilla, explicando a diestro y siniestro los beneficios de la operación y defendiéndola de todo el mundo, incluido el Gobierno y la opinión pública catalana. Si haces una apuesta personal, la victoria es tuya, pero la derrota también puede serlo. Torres se la juega, por lo cual hay que esperar que siga totalmente implicado hasta el final.
Toni Ruiz
Desgraciadamente, hace unos días que todos los focos apuntan a Toni Ruiz. Con la desaparición de Isak Andic, no hubo dudas de que los mandos de Mango los llevaría Ruiz, como ha hecho los últimos años al lado del fundador de la firma de moda. Pero incluso ha asumido la presidencia, cuando se daba por hecho que sería para el primogénito de Andic, Jonathan. Eso sí, será temporal.
Ruiz se ha erigido en el líder que necesita una organización cuando se tambalea. No es que Mango esté en riesgo, pero la muerte inesperada de su fundador es un golpe muy duro, por lo cual, un liderazgo fuerte ayuda a salir adelante. El CEO lo está haciendo con mensajes que llaman a la confianza y con el rumbo claro, el que marca el plan estratégico que él mismo trazó.
Teresa Garcia-Milà
En el ámbito de las instituciones económicas y empresariales catalanas, este 2025 hay elecciones en Pimec, donde no se espera sorpresa, sino continuidad, y en el Cercle d'Economia. Tampoco se prevé que haya sorpresa en el Cercle, pero sí renovación, e importante, porque por primera vez, una mujer será la presidenta.
Teresa Garcia-Milà admitió en verano, en una entrevista en ON ECONOMIA, que quería ser presidenta del Cercle d'Economia, de manera que se destacaba directamente en la carrera, en la que ya estaba por el hecho de ser una de las vicepresidentas. En diciembre, como adelantó este medio, Jaume Guardiola presentó su nombre a los expresidentes, que avalaron su candidatura, probablemente, la única que se presentará. Eso sí, le pusieron deberes: que refuerce el perfil empresarial de su junta.