El presidente del BBVA asegura que el banco está sensibilizado con las preocupaciones en materia de competencia que ha expresado la CNMC durante el estudio de la opa al Sabadell y por ello, han presentado al organismo que preside Cani Fernández unos remedies o compromisos "sin precedentes", que pueden descongestionar la operación que lleva diez meses en curso y que todavía hoy está pendiente de autorizaciones clave.
Así lo ha puesto de relieve Carlos Torres este viernes durante la junta de accionistas del BBVA, celebrada en el Palacio Euskalduna Bilbao. "Me gustaría destacar que somos especialmente sensibles a las preocupaciones expresadas por las autoridades y, por ello, hemos presentado a la CNMC, la autoridad de competencia española, unos compromisos eficaces y sin precedentes para garantizar la inclusión financiera y la cohesión social, el crédito a las pymes y la competitividad", aseguraba el ejecutivo.
Pese a que la opa es hostil y no amistosa, como se planteó en un principio, el presidente del BBVA insistía ante los inversores que si la operación sale adelante, mantendrán el centro corporativo de Sabadell en Sant Cugat "como centro de decisión relevante" y reforzarán el apoyo al tejido científico, empresarial y cultural en los territorios de mayor presencia del banco catalán, como la propia Catalunya, el País Valenciá o la Región de Murcia.
Asimismo, Torres señalaba que utilizarán ambas marcas (tanto BBVA como Banc Sabadell) en aquellas zonas o negocios donde pueda tener un interés comercial relevante. En cualquier caso, el banquero defendía que la operación de unión con el Sabadell es "el proyecto más atractivo de la banca europea" y que siguen confiando "plenamente en el éxito de la misma".
Hasta la fecha, el BBVA ya ha recibido todas las autorizaciones internacionales que necesitaba, como la de las autoridades mexicanas, británicas o de Bruselas. Pero aún está pendiente de tres autorizaciones clave, que son nacionales: la de CNMC, la del gobierno español y la de la CNMV, siendo la segunda la más relevante, pues el ministro de Economía ha comentado en varias ocasiones su rechazo a la operación por ser hostil y por el impacto en la competencia bancaria porque el sector bancario ya está muy concentrado.
Más dividendo si hay opa
Por otra parte, Carlos Torres también recordaba ante sus inversores, que si la opa sale adelante "los accionistas de BBVA y Banc Sabadell serán dueños de un banco mejor preparado para el futuro, con mayor escala y con capacidad de generar sinergias significativas, lo que implica incrementos futuros del beneficio por acción, del dividendo por acción, del patrimonio neto tangible por acción y de la rentabilidad sobre el capital invertido". Y todo ello con un impacto limitado en capital.
En cuanto a las bondades de la opa, el presidente del BBVA recordaba este viernes que el banco busca unir dos entidades "muy complementarias" y que de manera combinada alcanzarán "metas más altas que por separado". Al respecto, aludía a la incertidumbre económica que hay a nivel mundial por los aranceles de Trump e indicaba que "la unión con Banc Sabadell cobra aún más sentido en este contexto, al construir un banco aún más fuerte, competitivo y rentable".
Además, destacaba que la operación es "una clara apuesta por España y por sus empresas", ya que juntos podrán contribuir al crecimiento del país y de sus territorios. "Esta unión resultará en un banco mejor para todos. Gracias a la mayor escala y los mayores resultados", agregaba.
Asimismo, el ejecutivo del Ibex-35 indicaba que una vez que la operación sea aprobada por las autoridades, "llegará el momento de los accionistas de Banc Sabadell" y es importante que sean ellos quienes decidan. "Esperamos que puedan sumarse a este gran proyecto lo antes posible", afirmaba Torres que también daba las gracias a sus propios accionistas, que en julio del año pasado votaron a favor de la ampliación de capital necesaria para comprar al Sabadell.