Las tres últimas grandes fusiones bancarias en España trajeron el despido de más de 13.200 empleados y el cierre de unas 3.500 oficinas, lo que contribuyó a que la aportación actual por parte del sector financiero al empleo del país sea de las más bajas de toda Europa.
En un momento en el que el BBVA ha planteado una opa sobre el Banco Sabadell con la idea de fusionar ambas entidades, para lo que el grupo vasco pedirá este viernes a sus accionistas el visto bueno a una necesaria ampliación, surgen dudas sobre el impacto de una operación de este tipo sobre el empleo y la red de oficinas.
El BBVA traslada la idea de que el impacto sería limitado, teniendo en cuenta que las dos entidades han acometido recientemente ajustes de plantilla y de personal, sin embargo, no desvela las cifras y el Gobierno y los sindicatos temen que de materializarse la operación los ajustes sean similares a los de anteriores procesos.
Santander y Popular
A modo de ejemplo, la integración del Banco Popular en el Santander provocó la salida de 4.648 personas, que se articuló principalmente a través de dos expedientes de regulación de empleo, con la destrucción de 1.100 empleos del centro corporativo y más de 3.200 en las oficinas.
Las salidas de empleados representaron el 13 % de la plantilla de la entidad combinada y el 44 % de la del Popular en España en el momento en el que fue comprado por el Santander, mientras el resto de entidades españolas redujeron su plantilla un 4 % en el mismo periodo, según los datos consultados por EFE.
Además, la integración del Popular en el perímetro del Santander supuso el cierre de 1.276 oficinas, la mayoría en 2019, coincidiendo con la integración operativa de ambas entidades y con el ERE de personal de la red de sucursales.
El cierre de oficinas representó el 28 % de la red de la entidad combinada y el 78 % de la del Popular en España en junio de 2017, cuando cayó en manos del Santander, mientras que el resto de entidades españolas cerró el 11 % de sus oficinas en el mismo periodo.
CaixaBank y Bankia
Un impacto aún mayor sobre el empleo y las oficinas tuvo la fusión de CaixaBank y Bankia, pues provocó la salida en España de 6.409 personas, lo que equivalía al 40 % de la plantilla de la entidad absorbida y participada por el Estado o el 14 % del grupo combinado.
Los despidos se articularon principalmente a través de un ERE de 6.452 empleados ejecutado en 2022 y que estuvo acompañado del cierre de 1.814 oficinas, que representaban el 31 % de la red de la entidad resultante o el 86 % del número de sucursales que tenía Bankia, mientras el resto de bancos cerró un 14 %.
Unicaja Banco y Liberbank
La otra gran integración que conviene recordar fue la de Unicaja Banco y Liberbank, que provocó en España la salida de 2.174 personas, equivalente al 58 % de la plantilla de la entidad absorbida o al 22 % de la entidad combinada.
Los despidos se articularon a través de un ERE, aun en ejecución, que supondrá la marcha de 1.513 empleados desde 2022 hasta finales de 2024, al que se suman 1.200 prejubilaciones en 2022 de trabajadores en excedencia del grupo.
En paralelo, la absorción de Liberbank por Unicaja Banco trajo el cierre de 444 oficinas, la mayor parte en 2022, coincidiendo con la integración operativa de ambas entidades. El cierre de oficinas representó el 32 % de la red conjunta y el 77 % de la de Liberbank.