Unicaja cuenta con una provisión de 221 millones para hacer frente al plan de bajas incentivadas previsto para unas 150 personas que el banco estuvo negociando hasta última hora de este miércoles con los sindicatos. Y también, para los pagos pendientes del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de 2021, el de la fusión con Liberbank.

El banco con sede en Málaga constituyó una provisión de 456 millones para el ERE en 2021, unos 368 millones para hacer frente al despido colectivo y otros 88 millones de euros para el resto de costes estimados en el proceso de reestructuración, como la integración tecnológica o la reordenación de la red.

Los empleados acogidos al ERE, que se cerró para 1.513 personas, podían optar por cobrar la indemnización de una vez, en forma de capital; o año a año, en forma de renta. Así, el fondo de 456 millones se redujo hasta la mitad a cierre del 2024, cuando se finiquitaron todas las salidas. Con este colchón, Unicaja seguirá haciendo frente a las indemnizaciones pendientes (los que cobran en forma de renta) y a las nuevas salidas.

Así se indica en la memoria anual de Unicaja, concretamente, que a 31 de diciembre de 2024 el importe de las provisiones para estos conceptos (reestructuración de plantilla) ascendía a 221 millones de euros y que aquí se incluyenlas provisiones constituidas tras el acuerdo adoptado por el Consejo de Administración con fecha 20 de diciembre de 2024, en cuanto al nuevo plan de bajas incentivadas pactadas”.

En este sentido, el consejero delegado, Isidro Rubiales, explicó en la rueda de prensa de resultados celebrada hace un mes en Madrid que al nuevo plan de bajas dedicarían "un 50% aproximadamente de las provisiones". Fue en esta presentación de resultados, de hecho, cuando la entidad que preside José Sevilla anunció su intención de reducir la plantilla en unas 150 personas a través de prejubilaciones que ha negociado en estas cuatro semanas y cuyo acuerdo se cerró a última hora de este miércoles.

La fecha elegida por el banco no es casual, Unicaja no podía plantear un nuevo ajuste de empleo hasta este 2025 porque las salidas del ERE anterior podían producirse hasta el 31 de diciembre del 2024. En este tiempo, la plantilla del banco se ha reducido finalmente en un 20% (unas 1.750 personas) pues además de los despidos se han producido salidas naturales y el banco cerró el último ejercicio con 7.508 trabajadores desde los 9.264 del año de la fusión.

El ajuste de oficinas ha sido aún mayor. Unicaja llegó a contar con una red de 1.400 oficinas cuando se fusionó con Liberbank en el verano de 2021, con el ERE esperaba reducir esa red hasta los 957 centros en 2024, pero ahora cuenta con unas 900 con sucursales, un 33% menos. 

Objetivo: rejuvenecer plantilla

El plan de bajas incentivadas de Unicaja está pensado para personas a partir de 58 años, es decir, son prejubilaciones, y las salidas se efectuarán a lo largo del 2025. Según ponen de relieve las cuentas anuales de Unicaja, la edad media de su plantilla ha vuelto a aumentar en el último año.

En el último ejercicio alcanzó los 49 años, desde los 48 años del 2023 y los 47 años de ejercicios como 2022, 2021 o 2020. El banco, por tanto, trata de rejuvenecer plantilla, pues al tiempo ha anunciado que realizará hasta 350 nuevas contrataciones en puestos estratégicos como riesgos o tecnología. “Rejuveneceremos”, confirmó el CEO en la rueda de prensa de resultados hace un mes.

Rubiales explicó también que las salidas que se habían producido en el banco hasta ahora formaban parte de un proceso basado en reducciones de costes, ahora el banco trata de adaptarse a las capacidades tecnológicas que se necesitan en la banca.