La compañía de cargadores eléctricos Wallbox, considerada unicornio porque es una startup con valor superior a 1.000 millones, perdió 136,7 millones de euros (MEUR) en el año 2022, según consta en los resultados que ha publicado este miércoles, informa la Agència Catalana de Notícies (ACN). Las pérdidas son significativamente más altas que el año anterior, cuando fueron de 53,5 millones.
Es casi el triple. A pesar de eso, Wallbox también generó unos ingresos récord de 147 MEUR, un 100% más que los 71,5 MEUR del 2021, en un año en que la compañía vendió más de 230.000 cargadores en todo el mundo e inauguró dos nuevas fábricas, en Barcelona y Arlington (Texas). Recientemente, Wallbox ha pactado con los trabajadores el despido de 96 personas en el Estado, en el marco de un plan para reducir en 50 millones sus gastos.
En un comunicado, Wallbox también ha anunciado sus principales previsiones para el 2023. En concreto, confía ingresar entre 240 y 290 millones de euros, con un crecimiento anual de entre el 60 y el 100%, y alcanzar un margen bruto del 38%.
El CEO de la compañía, Enric Asunción, ha explicado que este último año la entrega de vehículos eléctricos en Europa se ha visto afectada por "múltiples factores económicos y geopolíticos" que han afectado a la compañía.
"Aunque nuestros resultados están ligeramente por debajo del rango esperado, el crecimiento constante del negocio por encima del mercado es una muestra de la solidez de nuestra cartera de productos y de nuestras operaciones", ha dicho.
Asunción admite que el futuro "sigue siendo complejo" pero que Wallbox es "optimista" teniendo en cuenta su posición competitiva en el mercado. Así, de cara al 2024, la empresa se centrará en "optimizar negocio, conservar caja y ser rentable".
En rueda de prensa, el CEO de Wallbox ha reconocido la posibilidad de comprar más "empresas pequeñas" en el próximo año, en la línea de lo que hizo el año pasado al adquirir Ares Electronics y Coil.