La adjudicación de la gestión de los terrenos de Nissan en la Zona Franca es el pistoletazo de salida que esperaban ansiosamente los 1.400 extrabajadores de Nissan para salir de la situación de paro, en la que están desde hace más de un año. El acuerdo en qué han llegado los dos socios de proyecto de reindustrialización, el industrial D-Hub de electromovilidad y el logístico Goodman, para redistribuir los espacios fabriles y que ha permitido que el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona diera luz verde para que se lleve a cabo su adecuación es, al mismo tiempo, el elemento imprescindible para que las empresas que han impulsado el hub, las catalanas QEV Technologies y BTech, tengan vía libre para empezar a producir y contratar al personal.
La reacción de las empresas y los sindicatos no se ha hecho esperar ni 24 horas: este jueves se han convocado a una primera reunión por establecer el calendario y periodificar la incorporación de los trabajadores. En este encuentro se abordará el futuro laboral de unos 1.200 empleados, y los sindicatos reclaman que se les den garantías que eso será así, teniendo en cuenta que QEV Technologies y BTech se establecerán en la Zona Franca de manera progresiva, siguiendo sus expectativas de desarrollo de negocio. Por lo tanto, en el primer año, es decir, este 2023, el compromiso que ya alcanzaron con los sindicatos es para recolocar a unos 600 empleados.
Nissan despidió los 1.400 trabajadores que tenía en las tres plantas de producción establecidas en Catalunya -Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca-, unos 800 de los cuales se pudieron acoger, a un plan de prejubilaciones y el resto a percibir la prestación por desempleo. De los 1.300 restantes, un centenar de ellos tendrán un puesto de trabajo en el fabricante de motocicletas eléctricas Silence, que ya ocupa una parte de la superficie de Zona Franca, donde prevé iniciar la producción de su primer coche eléctrico urbano. De hecho, esta marca ya ha contratado a una sesentena de antiguos trabajadores de Nissan para empezar el traslado de parte de la producción que tiene a Sant Boi de Llobregat.
Los sindicatos se muestran esperanzados, pero también expectantes y reclaman que, en función de cómo se desarrollen las negociaciones con el D-Hub de eletromobilitat, la Generalitat diseñe un plan de recolocaciones y salidas profesionales que garanticen trabajo para todo el colectivo de afectados de la salida de Nissan de Catalunya, que se produjo en diciembre de 2021. En este sentido, la organización Sigen-USOC han pedido "acelerar y maximizar" las contrataciones para "recuperar el tiempo perdido" en el proceso de reindustrialización, según informa ACN. Los sindicatos han recordado que los trabajadores han tenido que esperar dos años, durante los cuales se han ido agotando las prestaciones de desempleo, a saber al sustituto de la compañía nipona, que tenía relación con Catalunya desde 1979. A partir de ahora han remarcado que trabajarán para recolocar la mayor parte de la plantilla. Fuentes de CCOO, valoran que se haya conseguido "llegar a buen puerto", pero insisten en el hecho de que ha sido un proceso con "muchos intereses".
En paralelo queda el proyecto de Chery. La multinacional china busca un lugar en el que ubicarse en Europa para poner en marcha una producción de sus vehículos electrificados. Pese a que su interés radica posterior a los plazos marcados para entrar en estos terrenos, sí han mantenido reuniones con el Departamento de Empresa y Trabajo y su conseller, Roger Torrent, para estudiar la viabilidad del proyecto que podría estar en la Zona Franca, pero también en otro punto, bien conectado por infraestructuras con el mar. De momento, los chinos deben dar una respuesta y desde Catalunya, si se cerrara, ver su concordancia. Sin embargo, el interés sigue vigente y todo está abierto para decidir en las próximas semanas.
El pasado 28 de noviembre, firmaron un convenio de colaboración con Foment del Treball, al frente el presidente Josep Sánchez Llibre, y el presidente de la Unión Patronal Metalúrgica y la patronal catalana de la automoción, Fecavem, Jaume Roura y Calls con los representantes de esta multinacional. El encuentro llegaba después de unas visitas previas de una delegación de Chery a otras ciudades de Alemania, Italia o Países Bajos. La apuesta que persiguen es cerrar un acuerdo más a corto que largo plazo y buscan también buena sintonía con la administración y el entendimiento de todos los representantes institucionales. Las primeras informaciones facilitadas desde el entorno de la patronal apuntan a que la firma china valoraría la posibilidad de establecer una factoría con la previsión de ensamblar unos 300.000 vehículos al año mediante una plantilla de 1.500 trabajadores.