El Doctor Joan Uriach Marsal, que ha muerto este miércoles con 95 años, estuvo 62 años vinculado al día a día del grupo industrial familiar Uriach. Con varios roles desde que se incorporó a la empresa en 1955, con solo 26 años, hasta la presidencia que abandonó en el 2017. En todos estos años, para los empleados Joan Uriach siempre ha sido el Doctor, un apelativo que hacía justicia a su trayectoria personal y profesional, que empezó con una licenciatura brillante en Farmàcia, y que fue configurando a un farmacéutico notable, un gran conocedor de las ciencias, un boticario nato y un apasionado por la fitoterapia; además de un mecenas y amante de la cultural.

Este bagaje lo fue acompañando desde que entró en la empresa que había iniciado su bisabuelo y que su padre había impulsado. Él la transformó en una de las 10 principales farmacéuticas de España y entre las cinco primeras de Catalunya -junto con Esteve, Almirante, Ferrer y Prodesfarma-.

En la primera década de sus responsabilidades empresariales, Joan Uriach asumió la dirección del departamento de investigación, que fue la pieza clave para que la compañía cogiera dimensión. Poco antes de su incorporación, en 1952, su padre había iniciado la comercialización en Espanya de la Biodramina, hecho que ya puso la empresa en el mapa farmacéutico español. Una vez a la compañía, Joan Uriach invirtió esfuerzos al desarrollar nuevos principios activos -a lo largo de los años fueron una decena- para la comercialización de nuevos fármacos.

El Doctor Uriach, en 1973, con 44 años, asume la dirección de la industria farmacéutica familiar. Buena parte de la investigación la condujo al segmento cardiovascular donde la compañía centró su expansión en España y en el exterior. Con l'antiagregant plaquetario Disgren (Triflusal), un tratamiento para reducir el riesgo de contraer un infarto de miocardio, Uriach llegó además de 35 países de todo el mundo. También desarrolló un tratamiento para la piel, Micetal (un flutrimazol), entre otros. Más tarde llegó a un acuerdo de licencias de varios medicamentos de Merck Sharp & Dohme (MSD) para el tratamiento de la hipertensión o el colesterol. Es decir, una serie de desarrollos y alianzas que dieron vuelo a la farmacéutica. 

Esfuerzos ingentes en R+D

Los colaboradores del Doctor Uriach coinciden en valorar que destinó esfuerzos y recursos ingentes a la investigación y el desarrollo, y que su etapa fue la del reconocimiento fulgurante de la compañía.

Su vertiente científica lo llevó a impulsar una de las principales bibliotecas de la historia de los medicamentos. En 1969, el doctor Joan Uriach i Marsal decide fundar el Centro de Documentación de la Historia de las Ciencias de la Salud para contribuir al conocimiento de esta disciplina y dar apoyo a profesores, estudiantes y profesionales. Por eso, contrata el médico e historiador Sr. Josep Danon Bretos para su dirección, que inicia una colección bibliográfica que da lugar a la biblioteca posterior.

Y fue coincidiendo con la celebración de los 150 años de Uriach, cuando toma dos decisiones que marcan el futuro de la compañía. Por una parte, comprar las acciones que tenían los primos de su padre a la compañía y, por otra parte, crear la Fundación Uriach 1838, con la finalidad fundacional de dar a conocer la historia de las ciencias de la salud. La Fundación empieza oficialmente sus actividades con la primera reunión formal el 14 de marzo de 1989 en las oficinas que la empresa Uriach tiene entonces en Barcelona.

Internacionalización desde la década de los 70

Joan Uriach transformó el grupo en un conglomerado internacional. El primer paso lo hizo poco después de ser nombrado director general. En 1974 compró un laboratorio en el Brasil (laboratorios Pelosi). Años más tarde hizo operaciones a Italia y Portugal.

En la década de los setenta, y con una flamante compañía, Joan Marsal fue designado presidente de la patronal del sector Farmaindustria, para el  mandato 1979-1981; un cargo que repetiría entre 1985 y 1987.

Para todo este crecimiento, tanto él como su padre redimensionaron las instalaciones fabriles en diferentes etapas. La primera, en 1969, con el traslado a un edificio de Manuel Ribas Piera, en la calle Degà Bahí, en el barrio del Hoyo. No obstante, un año antes, en 1968, se inauguró una fábrica de materias primas en Sant Fost de Campsentelles, obra del mismo arquitecto y explotada por la división de Química Fina, que después pasaría a ser la filial Urquima.

Joan Uriach promovió la instalación de la sede del grupo a Palau Solità i Plegamants
Joan Uriach promovió la instalación de la sede del grupo en Palau-Solità i Plegamans

El segundo traslado importante, para dejar la ciudad de Barcelona, fue el 2002, cuando se concentraron todos los departamentos de la empresa en unas nuevas instalaciones en Palau-solità i Plegamans (Barcelona). Allí mismo, en el 2007, el grupo puso en marcha la compañía biofarmacéutica Palau Pharma, especializada también en la investigación de fármacos y tratamientos para enfermedades alérgicas, inflamatorias y autoinmunes.

En el 2005 también toma una decisión importante: doblar el peso de la división de productos OTC con la adquisición de la marca Aquilea, hasta entonces en manos de Prodesfarma, la industria del también empresario farmacéutico Antoni Vila Casas, cuando estaba protagonizando una de las principales fusiones entre farmacéuticas catalanas: Almirall-Prodesfarma.

Fue entonces cuando también Joan Uriach Marsal decidió hacer el relevo a la quinta generación de la familia, formada por sus cinco hijos Joan, Marta, Javier, Enric y Joaquim.

Con ellos al frente del consejo de administración, pero con los órganos directivos profesionalizados, el grupo ha tenido dos vías: desinvertir en fabricación y centrarse en productos OTC. En el 2021 dejó de fabricar medicamentos para centrarse en los productos naturales para la salud que se venden sin receta. Una línea en la cual están crecimiento orgánicamente, pero sobre todo por medio de compras de otras marcas dentro y fuera de España.

Y, en el 2023, por primera vez en 185 años, Uriach, la farmacéutica familiar catalana, ha decidido dar entrada al fondo británico ICG con un 30% de la propiedad, a través de una ampliación de capital. Esta operación le permitió comprar la francesa Inelda y aspirar a cerrar en el 2024 con una facturación prevista de 450 millones de euros.