Vallformosa cerró 2023 con una facturación superior a los 35 millones de euros, un 7% más que el anterior ejercicio y un ebitda "histórico" de 3,6 millones, un 8% más que en el 2022. No obstante, los beneficios netos cayeron de 700.000 euros a 500.000 por un "entorno adverso" marcado por la sequía y la inflación, según apuntó este jueves su CEO, Marta Vidal, durante un contacto con la prensa.

Estas cavas de Vilobí del Penedès destinaron el año pasado el 88% de la producción a la exportación, sobre todo a Bélgica (con una cuota del 36%), Países Bajos, Japón, Reino Unido, Estados Unidos y Dinamarca,a los que se ha sumado en los últimos tiempos Cuba.

El año pasado produjeron 12 millones de botellas, si bien Marta Vildal aseguró que están más enfocados a la rentabilidad que al volumen. Los objetivos que se han propuesto por este 2024 son los de seguir creciendo a doble dígito" y aumentar la cuota en los países donde exportan.

Otros parámetros

Vallformosa gestionó más 13,5 millones de kilos de uva (una caída del -7%, cuando en los sector bajó un -35%), que en un 65% es de origen ecológico (aumento del 30%) y en un 20% de viñas viejas (con más de 40 años) y cuentan con más de 400 viticultores proveedores. Precisamente, han constituido la sociedad Agro Vallformosa para garantizar el relevo generacional. Este viernes, el presidente de las cavas, Josep Graells March, se reunirá con estos viticultores en Vilobí para exponerles su proyecto.

Al no tener finca propia, Vallformosa no ha sufrido tanto las consecuencias de la sequía de los últimos ejercicios. Para la próxima vendimia, las perspectivas son mejores porque, hasta este junio, ya ha llovido tanto como todo el año pasado, hecho que hará que la producción de uva se incremente entre un 20% y un 25% según sus previsiones.

En declaraciones a ON ECONOMIA, Graells subrayó que Stoneweg no se socio de Vallformosa porque nunca dará entrada a un fondo de inversión, si bien reconoció que su CEO, Jaume Sabater, amigo personal suyo, controla una participación del 10% a través de la sociedad Tenpol SWI. Según el Registro Merantil, el representante de Tenpol en Vallformosa es Xavier Coll Pujol, que es uno de los directivos de Stoneweg. Este fondo es el promotor del proyecto del nuevo Museo Carmen Thyssen de Barcelona, que se situará en los antiguos Cines Comedia del Paseo de Gracia y del que Sabater es uno de los artífices.

En la actualidad, los principales socios de Vallformosa son el presidente, Josep Graells (51%), Vicens Vidal (antiguo director general y padre del actual CEO, con un 18%) y Jaume Sabater (10%).

Próximamente lanzarán la campaña "Everyday Extraordinary", para promocionar un consumo de cava recurrente. El año pasado sumaron a a la cartera de productos que comercializa Vallformosa "proyectos con alma" como el vermú Antich, el más viejo de Barcelona, y la ginebra Marshall.

Historia centenaria

Vallformosa nació en 1865 cuando se empezaron a cultivar las viñas de la masía la Sala de Vilobí del Penedès, donde todavía mantienen la sede de la empresa, si bien ya no poseen viñas. En 1938 elaboraron las primeras botellas de cava y a principios del 2000 iniciaron las exportaciones. Diez años después, la bodega entró en crisis por la deuda acumulada y, precisamente en aquel momento, los anteriores propietarios, la familia Domènech, contrató los servicios del abogado mercantilista Josep Graells. Este estaba tan convencido de la supervivencia de la bodega que, en el 2017, se convirtió en el primer accionista después de la salida de los Domènech.