La gestora de fondos de inversión Stoneweg ha entrado en el sector del cava a través de Vallformosa, de la que ha tomado un 10% del capital, según confirman fuentes de esta histórica bodega de Vilobí del Penedès (Barcelona).

Stoneweg es una plataforma de inversiones inmobiliarias —residencial, oficinas y logística— que, de forma progresiva, se ha ido diversificando hacia el sector hotelero, la restauración —con la marca Belbo—, el ocio —promueven parques urbanos de olas para surf— y la cultura. No les dejaron levantar una franquicia del museo Hermitage en el recinto portuario de Barcelona, pero en los últimos meses han abierto una sala de exposiciones en el viejo IMAX del Port, el Museo Palau Martorell en el barrio Gòtic y promueven un gran centro de arte y nuevas tecnologías en la antigua fábrica Godó y Trias de Hospitalet de Llobregat. Y ahora han entrado en el cava.

No es el primer fondo de inversión que aterriza en las bodegas del Penedès, porque los estadounidenses de Carlyle adquirieron el 100% de Codorníu en 2018. Fuentes del sector apuntan que ha reavivado el interés inversor por el cava porque otros grupos están sondeando este mercado.

Vallformosa (Masia Vallformosa SL) ha sustituido la figura de los administradores solidarios por un consejo de administración para dar entrada al nuevo inversor. Así, se ha incorporado como consejero a la sociedad Tenpol SWI, filial de Stoneweg, representada por Xavier Coll Pujol, uno de los directivos de la gestora de fondos, según aparece en el Boletín Oficial del Registro Mercantil. Tenpol SWI ya fue el vehículo utilizado por Stoneweg para invertir en el sector de la restauración.

Fuentes de Vallformosa apuntan que como presidente y accionista mayoritario (52%) se mantiene el abogado Josep Graells March. También siguen accionistas minoritarios como Vicenç Vidal y David García Gelabert. Y subrayan que Vallformosa sigue siendo "el primer elaborador de cava con un capital 100% catalán".

En el consejo también está Marta Vidal Ollé, integrante de Cava Woman, iniciativa impulsada por un grupo de profesionales que quieren que se ponga en valor el papel de la mujer en el mundo vitivinícola.

Estas fuentes aseguran que más que un fondo de inversión quien ha entrado ha sido su CEO, Jaume Sabater, conocedor del mundo del cava, interesado en Vallformosa y amigo de Graells. Subrayan que ha sido una decisión personal de Sabater. Otras fuentes del sector apuntan que este y otros fondos tiene intención de seguir apostando por el cava.

Vallformosa facturó 33,19 millones de euros en 2022, un 7,37% más que en el ejercicio anterior, si bien los beneficios cayeron de los 3 millones de 2021 a poco más de 770.000 euros. Uno de los motivos es el incremento del consumo de materias primas, básicamente de la uva, que compran a cerca de 500 viticultores. Fuentes de esta bodega indican que el año pasado superaron claramente las anteriores magnitudes, si bien no concretarán los importes hasta que se auditen y aprueben las cuentas.

Exportan el 80% de la producción a más de 50 países. El 85% de las botellas son de cava —de las marcas Vallformosa, Mistinguett y Gran Barón— y el 15% de vino —con la etiqueta Cultivare—. También producen espumosos sin alcohol. El plan de expansión pasa por incrementar la producción y abrir nuevos mercados.

Historia centenaria

Vallformosa nació en 1865 cuando se empezaron a cultivar los viñedos de la masía La Sala de Vilobí del Penedès, donde todavía mantienen la sede de la empresa (imagen superior). En 1938 elaboraron las primeras botellas de cava y a principios de 2000 iniciaron las exportaciones. Diez años después, la bodega entró en crisis por las deudas acumuladas y, precisamente en ese momento, los anteriores propietarios, la familia Domènech, contrató los servicios del abogado mercantilista Josep Graells. Este estaba tan convencido de la supervivencia de la bodega que, en 2017, se convirtió en el primer accionista tras la salida de los Domènech.

Graells ha abierto ahora la puerta a Stoneweg. Desde 2016, esta plataforma ha gestionado inversiones por un importe de 7.500 millones de euros, de los que unos 5.000 están todavía en curso, según datos de la compañía. Aproximadamente, el 33% de las inversiones se han realizado en España y otro 27% en Estados Unidos, donde gestionan 20.000 viviendas. También operan en Andorra, Suiza, Italia, Irlanda y Reino Unido.