Tal día como hoy de 2022 se anunció la adquisición de Twitter por parte de Elon Musk que, tras meses de amagos con echarse atrás y desencuentros con los accionistas de la compañía, acabó materializando por un importe de 44.000 millones de dólares. Desde que el multimillonario dueño de Tesla anunciara la compra de la famosa red social del pajarito, no ha habido semana en la que no haya estado en el centro de la polémica.

Despidos masivos, cambios constantes en su funcionamiento o la implantación del controvertido check azul solo para usuarios premium que paguen 8 dólares han marcado la trayectoria del empresario en los pocos meses al frente de la dirección de Twitter. Aún es pronto para valorar si el desempeño ejecutivo del magnate de origen sudafricano está sirviendo para hacer rentable una compañía que arrastraba cifras negativas.

Las últimas cuentas públicas de la red social son las correspondientes al segundo trimestre de 2022, antes de que Musk la excluyera de bolsa tras oficializar su compra a finales de octubre del mismo año. Los datos no eran buenos, desde luego, y la red social estaba mostrando un desgaste cada vez mayor. En este sentido, los datos de Twitter reflejaban una pérdida de ingresos y de beneficios notable, con unos números rojos de 270 millones de dólares.

Algo que desde la propia empresa achacaban a la incertidumbre por la operación de Musk y como estaba afectando al mercado publicitario. No obstante, la cifra de usuarios activos monetizables sí que experimentó un incremento significativo, concretamente del 16,6%, hasta alcanzar la cifra de 237,8 millones a finales del pasado junio. Una situación que se dio la vuelta posteriormente, tras meses de vaivenes en las funciones de la red social y polémicas del empresario.

La rentabilidad: la gran obsesión de Musk con la que justifica todos sus ajustes

Sin embargo, Musk asegura haber llevado a Twitter casi a la rentabilidad, gracias al regreso de la mayoría de los cientos de grandes anunciantes que se fueron por el rumbo que había tomado la compañía desde que cogió las riendas de la dirección. Las afirmaciones del empresario parecen indicar que la firma ha vuelto a la senda de la normalidad, aunque, sin la obligación de tener que rendir cuentas al mercado al no cotizar en bolsa, no se conocen datos oficiales sobre la situación actual del negocio.

"Musk está luchando para que las empresas que se fueron en su día vuelvan y para garantizar que las acciones técnicas que han hecho generen el efecto esperado", explica a ON ECONOMIA Jordi Damià, profesor de estrategia de EADA Business School y consejero delegado de la consultora Setesca. Entre estas funciones, está la obsesión del también dueño de SpaceX por llevar a la tecnológica hacia la rentabilidad, algo que le ha hecho justificar la reducción del 80% de su plantilla, entre despidos y dimisiones.

De los cerca de 8.000 trabajadores con los que contaba la red social a nivel global, ha pasado a tener 1.500 en la actualidad, según la versión del propio empresario. "La parte de rentabilización parece que la está consiguiendo, es evidente que Twitter sigue funcionando con menos gente y su plan es sanear las cuentas con esta agresiva reducción de costes", indica Damià.

Asimismo, otra de las patas de su plan estratégico pasa por la potenciación del negocio de la captación de datos. "En este punto, la intención de Musk es obtener más información para luego meter nuevas funcionalidades en base a los datos de los clientes y así poder realizar una acción comercial más afinada. Capturar tendencias de funcionamiento para vender a los anunciantes", destaca el profesor, quien cree que el objetivo parece estar llevándose a cabo.

Twitter no logra retener usuarios

Si bien es cierto que, a medida que ha ido prescindiendo de parte de su equipo, numerosos fallos en la plataforma se han hecho evidentes en el uso diario. Errores que de no subsanar o prolongarse en el tiempo pueden ser dañinos para la contención de usuarios, la gran tarea de Elon Musk al frente de Twitter. Y es que el mercado de las redes sociales es un entorno cada vez más competitivo, donde mantener la atención de las personas que se adentran en las plataformas se ha vuelto una carrera sin línea de meta hacia la que avanzan las grandes tecnológicas a toda prisa.

Si bien redes como Instagram, YouTube y, sobre todo, TikTok, dominan el contenido audiovisual mundial y su modelo de monetización les permite obtener grandes rentabilidades, Twitter cuenta con el liderazgo en el segmento de microblogging y sigue siendo única en este sentido. Las alternativas como Mastodon no han terminado de calar entre los usuarios y Bluesky, la gran apuesta del fundador de Twitter, Jack Dorsey, aún se encuentra en fase beta. Por lo que Twitter aún cuenta con ventaja para no perder lo ganado en la última década.

Sin embargo, la plataforma contaba con un valor de marca y una identidad propia que para muchos usuarios y críticos ha ido perdiendo en los últimos meses. "La parte que no está consiguiendo es la de retener usuarios, conseguir que los que se fueron vuelvan y atraer a nuevos usuarios a la plataforma. Lo que ha intentado es retener a gente famosa con las suscripciones premium, pero ha sido un gran error. Lo que debería hacer es dar motivos a este tipo de gente para que se quede, no ir por detrás y pagar para que se mantengan en la red social en contra de su voluntad", asegura Damià.

Quizá por ello Elon Musk haya tomado la decisión de fusionar Twitter con la nueva compañía X Corp, la promesa del magnate de Silicon Valley para convertir la red del pajarito en una "aplicación para todo", imitando el modelo de la aplicación china WeChat. Asimismo, otro de los debates que siempre han rondado acerca del modelo de negocio de la empresa es la monetización del contenido que generan los usuarios.

"Instagram lo tiene de hace mucho tiempo y TikTok está arrasando. Twitter tiene la parte del chat y texto, que sigue siendo líder en ese sentido, pero la forma de monetizar es indirecta. Mi opinión es que el mercado acabará poniendo a cada uno en su sitio y Musk tendrá que contentar a sus inversores. Si ve que para llegar a conseguir los números que están buscando tiene que pagar a los creadores de contenido lo hará, pero de momento no está en esa fase", concluye el experto.