El historiador Jaume Vicens Vives (Girona, 1910 - Lyon, Francia, 1960) sigue siendo una figura omnipresente en las instituciones catalanas, incluidas las económicas, especialmente en el Cercle d'Economia. En este lobby empresarial que lidera Jaume Guardiola, todavía acuden a los textos de Vicens Vives para inspirarse sobre el encaje entre Catalunya y España, lo citan en las notas de opinión de contenido más político e, incluso, en noviembre pasado abrieron una conferencia que lleva su nombre para analizar el futuro. Jaume Vicens Vives dejó un legado intelectual, pero no fue el fundador de la empresa familiar Editorial Vicens Vives, nacida un año después de su fallecimiento, porque de eso se encargó la viuda, Roser Rahola d'Espona (1914-2020), y su primogénito, Pere Vicens Rahola (Barcelona, 1939, que en la fotografía superior aparece al lado del alcalde Jaume Collboni), que sigue al frente de la empresa.
Editorial Vicens Vives ha atravesado por una etapa convulsa a causa de la pandemia y del retraso del gobierno central en publicar la nueva ley de educación, la LOMLOE, que define los contenidos escolares. Estas circunstancias afectaron de lleno a la cuarta editorial española del sector de la educación y la condujeron a las pérdidas: 11 millones de euros en el año pandémico de 2020; 2 millones en 2021 y 2 millones más en 2022, que es el último ejercicio del que han presentado cuentas. El diciembre pasado aplicaron un ERE a 62 empleados, el 21% de la plantilla.
Cuando ya se había entrado en esta fase de turbulencias, en junio de 2021, Pere Vicens Rahola se convirtió en el accionista único del grupo editorial al comprar las participaciones que tenían sus cuatro hermanos. Así, la propiedad se concentra ahora en una única rama familiar, los Vicens Barceló. Cuando en enero de 2020 falleció la madre, Roser Rahola d'Espona, a los 105 años de edad, esta dejó en herencia el 75% de las acciones a sus otros cuatro hijos: Roser, Adela, Anna y Albert Vicens Rahola, que hasta aquel momento no eran accionistas aunque estaban en el consejo de la editorial. Estos últimos cedieron las acciones a Pere, que ya tenía el 25%, a cambio de compensaciones patrimoniales.
Nueva patrimonial
Pere Vicens Rahola constituyó el enero pasado la sociedad Holding Vicens Barceló SL que, como indica su nombre, tiene como objeto controlar sus participaciones empresariales. El capital social inicial supera por poco los tres millones de euros. Desde el grupo empresarial no se ha facilitado más información sobre esta sociedad.
Economista de formación, Pere Vicens se vio tentado por la política en los inicios de la Transición, cuando se presentó a las elecciones generales de 1977 por la lista Unión del Centro y la Democracia Cristiana de Catalunya, pero no consiguió el escaño. Solo salieron elegidos dos diputados de esta coalición: los ya difuntos Antón Cañellas y Carlos Güell de Sentmenat. Más recientemente, se volvió a presentar a otras elecciones, estas empresariales, las de la Cambra de Comerç de Barcelona de 2019 en la lista que lideraba el financiero Carles Tusquets, pero tampoco salió elegido.
Ha ocupado varias responsabilidades de representación empresarial como las de presidente de la Unión Internacional de Editores o el de miembro del Consejo de Publicaciones de la UNESCO. Se mantiene como presidente de honor (después de ser el ejecutivo) del Cercle de Cultura, entidad impulsada desde el Cercle d'Economia, del cual también es miembro del consejo honorífico de su fundación, que preside Pedro Fontana. En 2023 recibió la Creu de Sant Jordi de manos del entonces presidente Jordi Pujol y, un año después, pasó a formar parte del selecto grupo de los cónsules honorarios, en su caso de la república centroasiática de Uzbekistán.
Gracia real
También ostenta el título nobiliario de barón de Perpinyà, que heredó de su madre. El rey Juan Carlos convirtió a Roser Rahola d'Espona en baronesa en 2010, coincidiendo con la conmemoración del centenario de Jaume Vicens Vives, en reconocimiento a su tarea de editora y continuadora de la obra de su marido. Pero antes de ella hubo otros barones de Perpinyà, el primero de los cuales no nació en la ciudad francesa del mismo nombre sino en la Segarra: Francesc de Nuix y de Perpinyà (Torà, 1739 – Cervera, 1809), abogado de los consejos reales, tradicionalista, que recibió el título de barón por gracia del rey Carlos IV de España, si bien en 1910 se extinguió este derecho aristocrático cuando nadie lo reclamó. Un siglo después, se rehabilitó en favor de Roser Rahola, que es descendiente de aquel primer barón.
Roser Rahola es clave en la historia de la editorial familiar. Cuando estudiaba Filosofía y Letras en la Universitat de Barcelona conoció a Jaume Vicens Vives, que era profesor, con el que se casó en 1937, en la misma universidad, en una ceremonia civil oficiada por el historiador Pere Bosch Gimpera. Como este último era conseller de Justicia de la Generalitat republicana, el matrimonio no lo tuvo fácil después de la guerra. Además, el hermano gemelo de Roser, Frederic Rahola d'Espona (1914-1992), se exilió a Francia si bien regresó en 1942. Precisamente, Jaume Vicens Vives y Frederic Rahola crearon en aquellos años Editorial Teide, que todavía es propiedad de los descendientes del segundo. Con la recuperación de la Democracia, Frederic Rahola d'Espona fue conseller de Gobernación de la Generalitat provisional con Josep Tarradellas y, posteriormente, el primer síndic de greuges (defensor del pueblo) de Catalunya. Y todavía hay más relaciones políticas porque están emparentados con Pere Rahola Molinas (1877-1956) –un primo de su padre–, que fue diputado de la Liga en varias etapas históricas y ministro de la Marina durante unos meses en la Segunda República.
La Editorial Vicens Vives no se creó hasta 1961, un año después de la muerte del célebre historiador que le ha dado nombre. Durante décadas, su viuda se encargó personalmente de la acción comercial y de la relación con los ministerios de educación, hecho que la obligó a viajar a menudo a Madrid con los trenes o los aviones bimotor de la época. Esta editorial ha renovado el libro de texto escolar, incluso en las etapas históricas más oscuras.
Nueva etapa
En la actualidad, al frente de Editorial Vicens Vives, en calidad de administradores solidarios, están Pere Vicens Rahola y su hijo, Jaume Vicens Barceló, que ya lleva el peso de la empresa. Ha tenido que afrontar la caída de ingresos de un grupo editorial que llegó a los 40 millones de euros para situarse en torno a los 27 en los ejercicios de 2020 y 2021, y repuntar en 2022 por encima de los 29 millones, pero todavía lejos de los 32,9 millones del 2019, antes de la pandemia. Todos este ejercicios les cerraron con pérdidas. Hace dos años suscribieron un crédito de 16,2 millones de euros con Cofides, la sociedad público-privada que gestiona fondos estatales para salvar empresas gravemente afectadas por la Covid-19. De este importe, 13 millones corresponden a un crédito participativo. En realidad, empresas competidoras también se han visto afectadas por la crisis. Para superarla, Vicens Vives ya implantó hace tiempo un plan estratégico con el asesoramiento de KPMG.
En declaraciones a ON ECONOMIA, la directora corporativa, Maria de Gispert, indica que "seguimos trabajando en la consecución de nuestros objetivos estratégicos a corto y medio plazo". Añade que, entre los planes más inmediatos, destaca la expansión de su plataforma digital educativa, así como "el lanzamiento de nuevas colecciones literarias escolares que esperamos sean bien recibidas tanto a nivel nacional como internacional".
A Vicens Vives se la conoce sobre todo por los contenidos escolares desde la etapa infantil a la preuniversitaria y Formación Profesional, pero también cuenta con sellos literarios. Mantienen la presencia en Latinoamérica con filiales en Chile, Argentina, Perú, Colombia y México.
El 16 de abril pasado, en Barcelona, acogieron la reunión anual del European Educational Publishers Forum (EEPG), con 17 representantes de este reconocido colectivo de editores educativos europeos, al cual pertenecen desde hace muchos años. Unos días antes, el 12 de abril, recibieron la visita del alcalde, Jaume Collboni, a su sede central, momento que ilustra la fotografía superior.