La filial aseguradora de CaixaBank, VidaCaixa, ganó 275,2 millones de euros en el primer trimestre del año, un 31,2% más que el año anterior, por el impulso de cartera de negocio y la compra de la compañía IMQ (Igualatorio Médico Quirúrgico) por parte SergurCaixa Adeslas, participada casi a partes iguales por la propia VidaCaixa y Mutua Madrileña.

Este incremento del beneficio neto consolidado se dio en un trimestre en el que la aseguradora aumentó un 18% las primas y aportaciones, hasta los 3.758,3 millones de euros. El crecimiento de las rentas vitalicias -que ofrecen rentabilidades a tener en cuenta en el actual escenario de tipos de interés- explica en parte la evolución positiva del negocio, tras llegar a los 1.700 millones en primas en estos tres meses.

6,3 millones de clientes en España y Portugal

Hasta marzo, VidaCaixa ha abonado 1.456 millones de euros en prestaciones, un 9% más que el año anterior. De ellas, 650 millones de euros se han pagado en forma de renta, un 7% más respecto a un año antes. El volumen de clientes de la aseguradora de CaixaBank en España y Portugal se mantiene en los 6,3 millones. En estos momentos, VidaCaixa gestiona 117.818,5 millones de euros en activos (-0,5 % respecto a marzo de 2022).

De estos, 68.306 millones corresponden a seguros de vida, 40.868 millones se concentran en planes de pensiones y EPSV, 7.553 millones son de BPI Vida e Pensões y 1.091 millones son de Sa Nostra Vida (aseguradora balear que está previsto que finalice su integración formal a lo largo del año).

Planes de pensiones

La ratio de solvencia sobre el capital requerido a cierre del primer trimestre ha sido del 153%. VidaCaixa es la primera compañía en seguros de vida, con una cuota de mercado del 34,9% de las provisiones, y en planes de pensiones, con un 33,8% del total del patrimonio gestionado en estos productos.

Entre otros productos, VidaCaixa ha comercializado 2.908,5 millones de euros en primas de seguros de ahorro y rentas vitalicias, un 23,1% más.

Por otra parte, las aportaciones a planes de pensiones en el segmento individual caen a causa de las reducciones legales en los límites máximos y se han situado en 243,6 millones de euros, una reducción del 11,2%. Las aportaciones de colectivos han crecido, sin embargo, un 20,5%, hasta los 145,6 millones de euros.