Es la mayor empresa de videojuegos de España, cuenta con el hub central en Barcelona, aunque fue fundada en Los Ángeles, suma más de 700 trabajadores a escala nacional, y supera los 2.300 en el ámbito mundial. Esta es, de primeras, la carta de presentación de Scopely, una empresa de videojuegos que nació el año 2011 en los Estados Unidos y que unos años más tarde dio el salto en la capital catalana. Con el objetivo de aproximar el modelo de producción y la publicación de videojuegos, la compañía se acabó especializando en la categoría de juegos electrónicos, que actualmente es la mayor con respecto a entretenimiento a escala mundial. La multinacional ha desarrollado juegos del universo Star Trek o Marvel, ha creado el videojuego de los populares Yahtzee o Scrabble y hace un año y medio batió todos los récords al sacar Monopoly Go!, que cuenta con más de 2.700 millones de euros en transacciones hechas dentro del juego. La especialización de Scopely es el desarrollo de Playgami, la plataforma tecnológica propia y patentada sobre la cual se basan todos sus juegos.

Hugo Pibernat, CTO de Playgami en Scopely y líder de Scopely en Barcelona, se aventuró en el proyecto en Los Ángeles cuando eran pocos trabajadores. Hoy en día la compañía está presente en una docena de mercados de todo el mundo y, en el caso de España, empezó a operar en el país el año 2017, cuando abrió su hub tecnológico en la capital catalana. El directivo lleva prácticamente una década trabajando en el negocio, primero en los Estados Unidos, cuando la firma contaba con 150 empleados, y ahora en Barcelona. "Queríamos tener una sede en Europa y creímos que Barcelona era un buen sitio. Tanto por el talento, como por las universidades, la calidad de vida y, por descontado también por el clima", apunta Pibernat, que añade que en aquel momento eran una empresa muy pequeña y que competir con los grandes era "complicado". Sin embargo, asegura que después de su aterrizaje otras empresas del sector también apostaron por la capital catalana. "Fuimos la primera empresa americana en instalarnos en Barcelona y después vinieron otras compañías como King (Candy Crush)". 

Hugo Pibernat | Foto: Cedida
Hugo Pibernat | Foto: Cedida

El videojuego en Catalunya

Sobre la salud del sector del videojuego en Barcelona, Hugo Pibernat defiende que la ve "muy competitiva" y que, si bien hace unos años en España no había creación de videojuegos, ahora la situación se ha revertido. "España ha contribuido a crear el mayor juego del mundo. Es una industria muy dinámica y el país cuenta con buenos estudios. Además, Barcelona es la ciudad del móvil, muchas empresas se han instalado aquí y tenemos que sacar pecho de ello".

Con respecto a los despidos en el sector y el cierre de estudios, el directivo dice que son por el efecto de la pandemia, porque el sector creció mucho y ahora han vuelto a cifras "saludables". "Scopely tiene una ventaja y un inconveniente y es que siempre ha ido al revés del mundo. Cuando las cosas no nos van bien a los otros sí, y al revés. Estos últimos meses, que no han sido tan buenos por el sector, para nosotros han sido muy positivos con el lanzamiento de Monopoly Go!, pero no puedo predecir qué pasará".

De cara al próximo año no descartan hacer nuevos lanzamientos, pero recuerda que para desarrollar el videojuego de Monopoly dedicaron 7 años y se implicaron más de 150 trabajadores. "Siempre esperamos que sea el mejor momento para hacer el lanzamiento y tenemos entre tres y una decena de juegos en desarrollo en diferentes etapas. Siempre estamos desarrollando videojuegos y no es fácil predecir cuándo los lanzaremos". En este sentido, Pibernat confirma que lo más importante para el negocio es la experiencia de usuario. "Estamos enfocados en el free to play, que quiere decir que la finalidad es que el videojuego vaya creciendo, se pueda generar contenido nuevo, crear niveles y que se alargue. Y nosotros haremos contenido siempre que los jugadores quieran seguir jugando. Es lo mismo que pasa con las series".

Adicción al juego

Con respecto a la prevención y el control de la adicción, desde Scopely aseguran que no hacen juegos para que la gente se enganche, sino para que pasen un "buen rato". "Los videojuegos los hacemos para que los jugadores pasen un buen rato. Para que el usuario tenga pequeños momentos de diversión en el transporte público o en casa, solos o en comunidad, pero no para que se pasen 10 horas delante de la pantalla, sino para estar un rato corto". ¿Y sobre el vicio? "Si vemos que hay un patrón u observamos que no puede ser sano, intentamos combatirlo", defiende.

El año pasado, el negocio pasó en manos de un fondo saudí (Savvy Games), propiedad del fondo soberano FIP, que compró Scopely por 4.900 millones de dólares. Este movimiento supuso la sexta mayor operación del sector de los videojuegos. También en el 2023, la multinacional de videojuegos cerró un acuerdo para alquilar 8.000 metros cuadrados de oficinas en el 22@ de Barcelona. El año 2020 Scopely fue valorada en 3.300 millones de dólares y en el 2021 llegó a una valoración de 5.400 millones. Un año después de lanzar Monopoly Go, el negocio acumuló 3.000 millones de dólares (unos 2.700 millones de euros) en transacciones hechas dentro del juego.

De cara al futuro, Pibernat abre la puerta a crear nuevos videojuegos de géneros que todavía no han explorado y transitar hacia las nuevas plataformas que vayan surgiendo. La mayoría de videojuegos son gratuitos y, si al usuario no le gusta, se descarga otro. Tenemos muchos tipos de videojuegos y a la larga esperamos tener más", acaba.