La asamblea de trabajadores de la compañía Vidrieria Rovira, ubicada en el polígono de la Zona Franca de Barcelona, ha ratificado el acuerdo suscrito por los sindicatos y la dirección del centro para su cierre y el despido de la plantilla, formada por 167 trabajadores. Los trabajadores, que ha protagonizado varias acciones de protesta en los últimos meses, han aprobado la propuesta de que incluye "un plan de reindustrialización con el compromiso de la multinacional americana americano Owens-Illinois de no desmantelar el centro productivo, como mínimo durante los próximos seis meses," ha explicado Andrés Ruiz, presidente del comité de empresa de Vidrieria Rovira.

Según el representante sindical de CCOO, este es un compromiso importante porque "cómo ha pasado con la reindustrialización de Nissan" deja la puerta abierta a que llegue un inversor industrial interesante al reanudar la producción y "entonces los extrabajadores de Vidrieria Rovira tienen la opción preferente de volver a trabajar", explica. La plantilla considera el valor de los activos que tiene la multinacional en el centro de Barcelona, "que permitirían reanudar la producción en cualquier momento", y apuntan a empresas de la competencia como posibles interesadas en tener una fábrica en Catalunya.

Consideran que el actual propietario, el grupo multinacional Owens-Illiniois, "quería derribar la planta" y, por lo tanto, ahora la preservan "para que si llega un posible inversor no se encuentre con una nave desmantelada", dice Ruiz. Los trabajadores apelan al origen centenario de la empresa, que nació en el barrio de la Torrassa de l'Hospitalet de Llobregat -fue fundada en 1903 por la familia Rovira-. En todo este proceso, que se destapó el pasado mes de enero, a los trabajadores han criticado que estén desplazando la producción hacia las plantas que el grupo tiene en Francia y que justifica la decisión por la bajada de venta de botellas de vino tinto y cava, precisamente las que se hacen en Francia, dijeron en sus explicaciones a los grupos parlamentarios en varias reuniones.

Mientras eso no pase, sindicatos y dirección rubricarán este martes un acuerdo que establece las condiciones para los despidos. El acuerdo alcanzado establece uno lineal de 200 euros por año trabajado para toda la plantilla.

Del total de 167 empleados, unos 110 tienen menos de 55 años y optarán a una indemnización de 53 días por año, con un máximo de 33 mensualidades, y se garantiza una indemnización mínima de 25.000 euros. Este grupo se acogerá también a las prestaciones por desempleo durante dos años.

El resto, unos 55 empleados, el pacto concreta un plan de rentas para prejubilaciones, con dos tramos. La antigüedad mínima para poder acceder al plan de rentas es de 9 años. Para las personas que tienen entre 55 y 59 años se han acordado prejubilaciones, mediante un convenio especial, con un complemento hasta el 85% del salario neto hasta los 63 años. En el caso de las personas que tienen entre 60 y 63 años, tienen la opción de escoger entre el plan de rentas o una indemnización de 33 días, con un límite de 18 mensualidades. Tanto el plan de rentas como el convenio especial, se incrementarán un 2% anual.

Mesa de reindustrialización

Los sindicatos han pactado la abertura de una mesa de reindustrialización con representantes de la multinacional y la dirección de la planta de Zona Franca y representantes del Govern de la Generalitat. La semana pasada, el conseller de Empresa y Trabajo, Miquel Sàmper, aseguró que el Gobierno hará "el posible" para salvar los puestos de trabajo, pero también concretó que no podía garantizar que se pare una decisión de la empresa que "hace tiempo que está tomada".

Sàmper lamentó que tanto los trabajadores como el Gobierno han tenido poca información y tarde sobre la situación. Y se ha referido a Vidrieria Rovira como un ejemplo de empresa que se tendría que preservar teniendo en cuenta que sus proveedores están a pocos kilómetros de distancia.